viernes, 30 de septiembre de 2016

Del You Cat. ¿Por qué son importantes las donaciones de órganos?

¿Por qué son importantes las donaciones de órganos? (391)
 
Las donaciones de órganos pueden prolongar la vida o aumentar la calidad de vida. Por ello son un verdadero acto de caridad con el prójimo, siempre y cuando las personas no sean obligadas a ello [2296].
 
Debe garantizarse que el donante expresó en vida su consentimiento libre y consciente y que no se le mata con el fin de extraerle sus órganos. Existen donantes vivos, por ejemplo en el trasplante de médula ósea o en la donación de un riñón. La donación de órganos de un cadáver requiere la certificación segura de su muerte y el consentimiento en vida del donante o de su representante.

Un documental: Human El rostro de la humanidad. Un viaje imprescindible

Human
El rostro de la humanidad.
Un viaje imprescindible

 
Un documental del fotógrafo y cineasta Yann Arthus-Bertrand, accesible desde internet y estructurado en tres partes que se pueden visualizar independientemente. La obra es accesible gratuitamente debido a que Fondation Bettencourt Schueller la ha financiado con la intención de que esta mirada al corazón de la humanidad tenga el acceso más amplio posible.

Se trata de una obra comprometida que quiere dar imágenes y voz a nuestro mundo con la finalidad que reconozcamos nuestra alianza común con tres ejes: el primero es el testimonio del rostro. El segundo son las imágenes aéreas del mundo y la humanidad y el último es la banda sonora compuesta por el músico francés, nacido en Jerusalén, Armand Amar.

jueves, 29 de septiembre de 2016

S. Francisco de Asís

Del 30 de septiembre al 4 de octubre se van a celebrar los cultos en honor a San Francisco de Asís. 

Los cultos tendrán lugar en la capilla de la Orden Franciscana Seglar (Pza. de San Francisco). 

Comenzarán a las 19h con el rezo del Rosario y media hora más tarde tendrá lugar la Eucaristía, presidida por el sacerdote D. Manuel Zarzuelo.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Viaje a Roma Canonización de Don Manuel


Con motivo de la Canonización de D. Manuel González las Misioneras Eucarísticas de Nazaret organizan varios itinerarios para poder participar presencialmente en la ceremonia. 

Así, ofrecen la posibilidad de acudir a Roma: 4 días, 5 días u 8 días.
 
MÁS INFORMACIÓN
Hna. Mª Begoña Crespo
Tfno 608 819 932
www.manuel16.org

martes, 27 de septiembre de 2016

Afianzando las bases

Fray Domingo tiene las cosas claras, es un castellano recio, y sabe cuál es su objetivo. Aún así, su proyecto no estará exento de dificultades. El obispo Fulco de Toulouse es un gran apoyo pero no valen las buenas intenciones de Domingo o los donativos de la diócesis. Hay que solventar algunos problemas jurídicos de cierta altura.

El IV Concilio de Letrán había prohibido la formación de nuevas “religiones” -nuevas asociaciones de fieles y órdenes- pues trás ellas, en muchos casos, se ocultaban cátaros, que al amparo de la autorización o aprobación se libraban de las sanciones que imponía la justicia civil y eclesiástica.

La aprobación -con terminología actual, de “derecho diocesano”- que había hecho Fulco, era una buena carta de presentación ante Roma. No era fray Domingo un mero predicador itinerante sospechoso de herejía. Domingo y sus primeros “hermanos” los frailes, que hacía tiempo vivían en una comunidad que llamaban “Santa Predicación”, había demostrado sobradamente su fidelidad a la Iglesia y su dedicación exclusiva al Evangelio de Jesucristo. ¿Cómo dejar truncada esta “obra del Espíritu”, por una cuestión de leyes humanas?

El Obispo de Toulouse asiste al Concilio y le acompaña a Domingo, y quizás algunos otros. Inocencio III habla con Domingo, le escucha y a buen seguro, el obispo Fulco, le expone las andanzas exitosas de los nuevos predicadores. ¿Cómo “predicadores”? La predicación es potestad de los obispos, o de sus delegados. Los “éxitos” de la predicación de los obispos y los legados pontificios, engordaban las filas del catarismo.

Lo que Domingo ansía del Papa, es contravenir la norma que prohibía la creación de nuevas órdenes. Ya vimos, que estos predicares se constiyuyen “en colaboradores de los obispos”, y quiere que les conceda el “munus docendi”, la “facultad de enseñar” por la predicación. Y esto era mucho pedir. ¿Acaso no se trataba de vivir de la mendicidad? Pues, había que empezar mendigado.

El Papa, les permite seguir en su labor “diocesana”, pero Domingo quiere llevar el Evangelio “a todos los pueblos de la tierra”. Les autoriza a seguir extendiéndose, pero han de elegir una de las “antiguas reglas de vida”. No había mucho donde elegir. Quería una forma de vida apostólica, que saliera de los muros de los monasterios, y a la vez, una vida común fraterna, según el modelo de los apóstoles... Domingo volverá a sus orígenes en Osma. Allí había vivido bajo la Regla de San Agustín, incluso conocía la regla de los premostratense del monasterio de la Vid. Domingo tenía las bases para construir sobre roca firma su casa de predicación.

Fray Luis Miguel García Palacios, O.P.
Subprior del Convento de San Pablo

lunes, 26 de septiembre de 2016

Estatua de San Manuel González

El próximo 5 de noviembre la Catedral de Palencia acogerá -a las 12 del mediodía- la Misa de Acción de Gracias por la Canonización de San Manuel González. Ese día y dentro de la celebración se bendecirá una escultura realizada -a instancias de nuestro obispo, Mons. Manuel Herrero- por el joven escultor onubense Martín Lagares.

La escultura -de la que ya podemos contemplar unas imágenes- se colocará en una columna junto a la verja románica que da acceso a la Capilla del Sagrario, lugar donde reposan los restos del, ya para entonces, San Manuel, Obispo de Palencia.

El escultor (La Palma del Condado, Huelva, 1976) es Licenciado en Bellas Arte por la universidad de Cuenca y aprendiz del escultor Francisco Joaquín Moreno Daza. Su variada obra es de carácter figurativo con un marcado sello personal que dota a las esculturas de una soltura y expresión características. Es especialista en el campo de los monumentos con más de medio centenar de ellos realizados, tanto de carácter civil como religioso.

Mención especial merecen sus numerosos trabajos de temática religiosa, con obras repartidas por toda España y otros países del mundo.

domingo, 25 de septiembre de 2016

25 de septiembre de 2016 XXVI Domingo del Tiempo Ordinario

Am 6, 1a. 4-7 Los disolutos encabezarán la cuerda de cautivos 
Sal 145 Alaba, alma mía, al Señor 
1 Tim 6, 11-16 Guarda el mandamiento hasta la manifestación del Señor 
Lc 16, 19-31 Recibiste bienes y Lázaro males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces

La vida del rico y del pobre

Las lecturas se centran sobre las riquezas; continúa la reflexión del domingo anterior. El profeta Amós denuncia la vida que llevan los ricos (1 Lect). El evangelio subraya lo que dice el profeta y afirma que no se puede ser amigo de Dios en la eternidad si ahora se deja morir al propio hermano en la miseria (Ev). Pablo invita a que aprovechemos esta vida practicando la justicia y piedad, el amor y la fe para entrar en la vida eterna (2 Lect).

sábado, 24 de septiembre de 2016

De la Doctrina Social: Necesidad de sentido en la sociedad contemporánea

Necesidad de sentido en la sociedad contemporánea
[575] La sociedad contemporánea advierte y vive profusamente una nueva necesidad de sentido: «Siempre deseará el hombre saber, al menos confusamente, el sentido de su vida, de su acción y de su muerte». Resultan arduos los intentos de satisfacer las exigencias de proyectar el futuro en el nuevo contexto de las relaciones internacionales, cada vez más complejas e interdependientes, y al mismo tiempo menos ordenadas y pacíficas. La vida y la muerte de las personas parecen estar confiadas únicamente al progreso científico y tecnológico, que avanza mucho más rápidamente que la capacidad humana de establecer sus fines y evaluar sus costos. Muchos fenómenos indican, por el contrario, que «en las Naciones más ricas, los hombres, insatisfechos cada vez más por la posesión de los bienes materiales, abandonan la utopía de un paraíso perdurable aquí en la tierra. Al mismo tiempo, la humanidad entera no solamente está adquiriendo una conciencia cada día más clara de los derechos inviolables y universales de la persona humana, sino que además se esfuerza con toda clase de recursos por establecer entre los hombres relaciones mutuas más justas y adecuadas a su propia dignidad».

Nuestra Señora de La Merced. Su fiesta se celebra el 24 de septiembre

Talla en madera policromada. Autor anónimo. 1er cuarto siglo XVI. Museo parroquial de Santa Eulalia. Paredes de Nava.
El origen de la adovación de Virgen de la Merced se remonta al 1218, con la fundación de la Orden que lleva su nombre por San Pedro Nolasco, con un grupo de laicos catalanes en la ciudad de Barcelona y con el apoyo de Jaime I y el arzobispo de Barcelona, Berenguer de Palau La misión principal de los mercedarios fue la redención de cautivos de los musulmanes. Se calcula que desde su fundación hasta la Revolución Francesa redimió a más de 70.000 cautivos. A los tres votos que todo religioso de pobreza, castidad y obediencia, el mercedario añadía otro comprometiéndose a quedar él como cautivo, si peligraba la fe del que pretendía redimir. La Virgen de la Merced (misericordia) fue su patrona y modelo. Según leyenda, la Virgen se le apareció a San Pedro Nolasco y le pidió que se apiadase de todos sus hijos más necesitados, especialmente los cautivos, y luchase con todas las fuerzas por su liberación. Su devoción se extendió por Europa y desde tiempos de Colón por toda América latina, ya que los mercedarios acompañaron a los conquistadores como capellanes. Desde 1687 la Virgen de la Merced es patrona de la ciudad de Barcelona, y desde 1696 el Papa Inocencio XII la incluyó como fiesta universal en el calendario de la Iglesia, fijándose su celebración el 24 de septiembre. Con la reforma litúrgica del Vaticano II, la fiesta se suprimió del calendario universal quedando como fiesta local. Es patrona de refugiados, exiliados, inmigrantes, presos y todos los que carecen de libertad.

Venerar a la Virgen de la Merced es lo mismo que recurrir a ella como madre de la Misericordia a favor de todos los marginados de la sociedad actual. La palabra “merced” en la Edad Media era sinónimo de misericordia, piedad o compasión, ejercida para con quienes se hallaban privados de ella. Esta piedad no debe dese estática sino activa, para devolverles su libertad y dignidad.

En la diócesis hay representaciones artísticas de La Merced sobre todo en pueblos que estuvieron ligados a los mercedarios y franciscanos, como Paredes, Cisneros, Ampudia, Dueñas, Carrión, Frómista...

Oración
Padre que enviaste al mundo a tu Hijo, con la maternal cooperación de la Virgen María, concede a cuantos la invocamos con el Título de La Merced, gozar la libertad de hijos, que Cristo nos mereció con su sacrificio y ofrecerla incansablemente a todos los hombres.

¿Jóvenes quemados?

Pienso -¿estaré equivocado?- que muchos jóvenes, hoy, viven permanentemente devorados por un incendio social que les afecta interiormente. También los adultos, también. Y hasta los más mayores. Pero en los jóvenes este incendio es como si se viera más. Todo lo que afecta a la juventud se nota y trasciende más...

La juventud es una etapa bella de la vida que puede servir o para incendiar el mundo en una hoguera de sana rebeldía o para consumirse en el fuego de los peores instintos: por ejemplo, el de la ambición de rodearse de ídolos que lo arrasan todo. Ya conocemos la búsqueda materialista del “tener” frente al “ser” y del “atesorar” frente al “compartir”.

Así ocurre con los interminables incendios que han devorado los montes verdes en este verano a punto de irse.

La juventud es la primavera verde de la vida. Primavera y esperanza van juntas. Pero puede haber incendios que arrasen muchas primaveras. Dejadme decir esto: veo a muchos jóvenes devorados por el más atroz de los materialismos. Es verdad que cada momento es distinto. Hoy los jóvenes lo tienen difícil. Su porvenir es incierto. Estudian carreras difíciles que, luego, les conducen al paro y a la emigración. Futuro poco halagüeño como para entusiasmarse.

Hubo, en el año 63, un incendio en Roma, provocado por un tal Nerón (con título de emperador) que arrasó y quemó lo más caduco o decadente del imperio. De aquellas cenizas surgieron los mártires cristianos y toda una civilización nueva. Costó además la sangre preciosa de los santos Pedro y Pablo. Pero sobre el ara de muchas cruces se levantó el cristianismo. Había persecución y muerte, pero los cristianos se multiplicaban en todos los estamentos sociales. El fuego los enardeció...

El evangelio de Jesucristo -su misma persona- era un verdadero incendio purificador en una sociedad podrida, de la que estaba surgiendo un mundo nuevo con valores renovados, capaces de entusiasmar el corazón joven y noble de muchos ciudadanos romanos y de no pocos esclavos que no tenían tal ciudadanía.

Miro, en este momento, alrededor y me deprimo. Hemos visto otros momentos de Iglesia y de sociedad civil en los que los jóvenes, siempre con sus entusiasmos y sus excesos -es verdad- pero se les veía vivos y activos. Entusiasmados. Implicados en movimientos de Iglesia. Metidos en voluntariados. Hoy, el incendio del desencanto tiene a los jóvenes paralizados. ¿Qué mecanismos sutiles los han apresado? ¿El consumismo? ¿El sexo? ¿El éxito de lo fácil?

Hay jóvenes que movilizan las JMJ (Jornadas Mundiales de la Juventud) Y también esperamos ahora, aquí en Palencia, toda una avalancha de jóvenes movilizados por las cofradías penitenciales. El movimiento de masas siempre entusiasma. Pero después la dura militancia cristiana del día a día los echa para atrás. La vocación del seguimiento fiel a Cristo siempre fue difícil. Pero hoy, más difícil. ¿Será un signo de estos tiempos “light”? ¿Será una prueba de fuego?

“Fuego he venido a traer a la tierra -decía Jesús, el Cristo- ¿y qué otra cosa puedo desear, sino que esté ya ardiendo?”. Hablaba evidentemente el buen Maestro del fuego del Reino de Dios, capaz de envolverlo todo en un incendio transformador de valores nuevos y horizontes atractivos para corazones no envejecidos.

¿Apuntarse a este incendio? Sí, merece la pena. Pero hacerlo en la juventud, no después, cuando ya todo pesa en el cuerpo y en el alma...

¿Jóvenes abrasados por el fuego de Cristo, o jóvenes quemados por otros fuegos envilecedores de su propia persona? ¡Sí, esta es la cuestión!

Eduardo de la Hera

jueves, 22 de septiembre de 2016

“La JMJ me ha permitido llenarme de Dios”

Mi experiencia vivida en la JMJ de Cracovia sólo puedo calificarla de magnífica, la repetiría una y mil veces, me ha permitido encontrarme a mí mismo, buscar repuestas a muchas de las dudas que tenía y a tener una relación mucho más cercana con el Señor y lo más importante, llenarme de Él.

He participado con un grupo fantástico de chicos y chicas, sacerdotes, diáconos y seminaristas de Palencia y de las parroquias de San Jorge, la Asunción, San Eduardo, la Magdalena, Nuestra Señora de las Américas y San Juan Bautista de Madrid. Uno de los momentos que más me han ayudado han sido los grupos reducidos de catequesis que formábamos entre varios jóvenes, en los cuales tocábamos diversos temas y hablábamos de las experiencias que íbamos viviendo durante el viaje, estos grupos me han ayudado a abrirme más a los demás y a ver que jóvenes como yo, viven la fe y tienen mis mismas dudas e inquietudes.

Pero además en esta peregrinación a la JMJ hay grandes momentos que han calado en mi interior, como rezar en el regazo de la Madre en la gruta de Lourdes, la experiencia vivida en una eucaristía en Lyon después de un largo viaje, las eucaristías celebradas en lugares tan significativos como en Czestochowa, en el Santuario de la Divina Misericordia (lugar donde vivió y murió Santa Faustina Kowalska) y en la Iglesia de San Miguel de Breslavia (donde se encuentran la reliquias de Santa Teresa Benedicta de la Cruz), la visita al campo de Concentración Auschwitz donde pude orar ante un panel donde se encontraba la imagen de San Maximiliano María Kolbe, las catequesis de los obispos, la ceremonia de bienvenida del Papa, la Vigilia de Adoración con el Papa en la que fue emocionante ver a millones de jóvenes de rodillas adorando al Santísimo Sacramento en silencio riguroso, la eucaristía de envío con el Papa, los grande momentos compartidos y vividos en el autobús en las largas horas de viaje...

He descubierto cómo los cristianos debemos acoger a nuestros hermanos en la fe y ello lo he visto en la fantástica acogida que nos dieron las familias polacas de la parroquia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de Breslavia, en los días en las diócesis que compartimos con ellas y puedo asegurar que nos dieron más de lo que tenían. También he sentido la Universalidad de la Iglesia, tuve la suerte de hablar y conocer jóvenes católicos de países como Egipto, Jordania, Palestina, India, Corea del Sur y fue sorpréndete ya que hablábamos, nos saludábamos y nos hacíamos fotos como si nos conociésemos de siempre y esto me extrañó en un principio pero rápidamente comprendí que todo ello era porque nos unía algo en común y ese algo era nuestra fe en Jesucristo y el haber aceptado la invitación del Papa Francisco para asistir a la JMJ de Cracovia.

Para mí la guinda de la peregrinación a la JMJ fue lo que nos dijo nuestro querido Papa Francisco, de las muchas frases que nos dijo me quedo con dos que tocaron mi corazón y me han hecho reflexionar: «Dios cuenta contigo por lo que eres, no por lo que tienes: ante él, nada vale la ropa que llevas o el teléfono móvil que utilizas; no le importa si vas a la moda , le importas tú, tal y como eres» y «Para seguir a Jesús, hay que tener una cuota de valentía, hay que animarse a cambiar el sofá por un par de zapatos que te ayuden a caminar por caminos nunca soñados».

Sólo puedo dar las ¡Gracias al Señor por el haber podido vivir la JMJ de Cracovia! Y pido a todos que recemos por los frutos de esta JMJ.

Francisco Cordero

En el blog de nuestros seminaristas ya esta disponible el testimonio de lo vivido por ellos en Cracovia.

https://semipalencia.wordpress.com

Un torrente de vida que no se cansa de evangelizar por donde pasa

El unió sus dos pasiones, su vocación sacerdotal y su pasión por la medicina y a pesar de no haber cursado estos estudios, su vida ha estado vinculada a los enfermos. Después de más de 40 años como miembro de la Hermandad de Donantes de Sangre, el sacerdote D. Germán García Ferreras abandona su cargo como presidente y lo hace por coherencia. 

A pesar de estar estupendamente de salud a sus 89 años, recuerda los tiempos en los que estuvo en el Apostolado de la Carretera y sabe que a una edad ya no debe conducir su coche fuera de la ciudad. En cualquier caso, continuará colaborando con la Hermandad, seguirá animando a todas las personas a donar sangre, él lo hizo por primera vez, cuando operaron a su padre y necesitó una transfusión, eso le marcó y vió lo importante que era la donación de sangre. Continuará visitando a los enfermos que han recibido transfusiones de sangre y seguirá como capellán de las Carmelitas Misioneras Teresianas. 

Además tiene un encargo de Roma para preparar el proceso de beatificación de un laico casado D. Víctor Rodríguez Martínez, natural de Quintanadiez de la Vega. La vida de este hombre, padre de diez hijos y cuya mujer aún vive, es increíble y D. Germán va a dedicarse con ahínco a darla a conocer e iniciar los pasos para el proceso de su beatificación.
 
D. Germán, un torrente de vida que no se cansa de evangelizar por donde pasa.
 
Natalia Aguado León

miércoles, 21 de septiembre de 2016

Fiestas en el día de la Natividad de la Virgen

El pasado 8 de septiembre celebramos la fiesta de la Natividad de la Virgen, patrona en muchos de nuestros pueblos en sus distintas advocaciones. Una gran devoción que se refleja en la asistencia de vecinos e hijos del pueblo que a pesar de vivir fuera, no pierden la oportunidad de celebrar esta festividad y participar en los actos religiosos.
Foto: Alejandro Portillo

Conferencias sobre D. Manuel González

A principios de este mes, las Misioneras Eucarísticas de Nazaret organizaron un ciclo de conferencias para profundizar y conocer mejor la trayectoria y obra de su fundador, el Beato Manuel González que el próximo 16 de octubre será canonizado por el Papa Francisco.

Gracias a estas charlas -que inauguró el Vicario general de la Diócesis, D. Antonio Gómez- hemos conocido cómo D. Manuel González nada más llegar a Palencia le hablaron de un cura que trataba a sus feligreses a voces y un día le llamó y con gran humildad y cariño le dió este remedio: «Usted se puede curar con ratos de oración y trabajo constante y ordenado -y le explicó qué era orar- orar no es coger un libro y ponerse a leer. Es sentarse delante de Él y decirle... me pasa esto, me pasa aquello... y estarse allí, y si alguna vez da unas cabezadillas, no se paure, los niños se duermen en los brazos de su madre y sus madres les besan y esos besos les curan».

El segundo ponente que participó en este ciclo fue el Doctor en Filosofía y letras, D. Miguel Norbet quien descubrió en su intervención la importancia de la mirada en la obra de D. Manuel, la «mirada de Fe» y la «mirada de obra» y cómo siente Don Manuel la «mirada de Jesús desde el Sagrario».

Finalmente, clausuró este ciclo el sacerdote malagueño D. Antonio Jesús Jiménez quien en una entrevista realizada en el programa El Espejo de la Iglesia en Cope Palencia describió «la cercanía, la misericordia, la fuerza en la debilidad, la solidaridad con el desfavorecido y la plena confianza que siempre tuvo en la providencia y en la Eucaristía», como los rasgos principales que definen a D. Manuel. Además, Antonio Jesús nos habló del humor andaluz del todavía beato; y es que estando una vez D. Manuel comiendo con un sacerdote se le cayó un botón de la sotana y la hermana del sacerdote empezó a coserle el botón. Cuando terminó, le dijo: «Niña, ahora puedes decir que has cosido a tu obispo vivo».

Aseguró que el mensaje de D. Manuel es más actual que nunca. D. Manuel González nos transmite que «la verdadera fortaleza viene del centro, de la Eucaristía». D. Manuel fue un pastor con olor a oveja, tal y como nos pide el Papa Francisco.

Sostenibilidad y Medio Ambiente: ¿Qué pintan en la Iglesia?

1 de septiembre de 2016. Hemos llegado a lo particular: ya dijimos que el Papa Francisco instituyó en el año 2105, la fecha del 1 de septiembre como la “Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación”, a celebrar junto con nuestros hermanos de la Iglesia Ortodoxa.

También tenemos como telón de fondo general la encíclica Laudato si, que como un faro nos va a iluminar nuestro camino (queramos o no) en los próximos años. Ambos acontecimientos son especialmente jugosos porque son raros, son novedad en la Iglesia y merece la pena reflexionar sobre ello.
 
«La tierra grita...», «...porque hemos pecado», «examen de conciencia y arrepentimiento», «cambiar de ruta», «una nueva obra de misericordia» y «en conclusión, oremos». Estos son los cinco puntos del mensaje de este año del Papa para esta reflexión y nos dan una idea de lo que Francisco quiere transmitirnos.
 
¿Qué nos dijo el Papa el pasado 1 de septiembre?
 
¿Alguien se ha molestado un poco en leerlo, en explicarlo, en comentarlo? ¿Algún laico, algún presbítero? Mejor no respondamos a la pregunta no sea que se nos caiga la cara de vergüenza y nos tengamos que quitar el cartel de “católico modelo” que nos suele gustar llevar puesto.
 
En seis pinceladas:
  • Que hay un problema importante en la sociedad.
  • Que tenemos la responsabilidad/culpa.
  • Que tenemos que pensar en ello (analizarlo) y arrepentirnos de nuestros comportamientos erróneos.
  • Que tenemos que cambiar los comportamientos erróneos que hemos detectado.
  • Francisco nos sugiere un complemento a las obras de misericordia: el cuidado de la casa común (tanto en la faceta espiritual como en la corporal).
  • Finalmente, que oremos, oremos y oremos como apoyo para poder hacer algo, sin la oración no haremos nada o caeremos en el desaliento; el empuje del Espíritu es vital para que los cristianos hagamos de levadura en nuestro entorno y en la sociedad.
Son media docena de páginas referidas a dos temas que son uno: «tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres» (Laudato si, 49), pero expuesto por Francisco de una forma más detallada, aunque clara y que merece la pena leer.
Son ideas quizá ya repetidas de alguna manera por nuestro Papa porque no calan en la Iglesia y tendremos que oírlas y oírlas, repetirlas y repetirlas como malos estudiantes hasta que las hayamos aprehendido, hasta que calen en nuestro corazón y en nuestra mente como parte sustancial de la vida de un cristiano. Y mientras no aprendamos a vivir de otra manera no habremos entendido cómo debe vivir un cristiano en el siglo XXI.

Pastoral Social
Área de ecología y sostenibilidad

martes, 20 de septiembre de 2016

Todo en una foto

Leemos en la Constitución Lumen gentium del Concilio Vaticano II: «Consumada la obra que el Padre encomendó realizar al Hijo sobre la tierra, fue enviado el Espíritu Santo el día de Pentecostés a fin de santificar indefinidamente la Iglesia y para que de este modo los fieles tengan acceso al Padre por medio de Cristo en un mismo Espíritu. Él es el Espíritu de vida o la fuente de agua que salta hasta la vida eterna... El Espíritu Santo habita en la Iglesia y en el corazón de los fieles como en un templo y en ellos ora y da testimonio de su adopción como hijos» (LG, 4). Y leemos en el Evangelio: «Id y predicad el evangelio a toda criatura» (Mc 16,15).

Una Iglesia que, por obra del Espíritu Santo, nace misionera y permanece en todas las épocas y lugares de la tierra. Una Iglesia fundada por Jesús para ser universal. Para reunir a toda la humanidad y llevar el Mensaje de la Salvación a toda la humanidad. Una universalidad o catolicidad que implican la pluralidad y la multiformidad. Una diversidad de carismas, que no resulta obstáculo para la más sólida unidad, sino que le confiere el carácter de comunión.

Todo esto -no lo vamos a negar- es un poco lioso. Lo creemos... pero a veces nos cuesta ponerle ejemplos. Pero de repente se plasma en una foto.

Una comunidad que -en Venezuela- se reúne en un día de encuentro, de familia, de comunión de carismas, de acción de gracias. Una comunidad que se reúne en torno a un hombre que nació en Sevilla y que fue sacerdote en Huelva y obispo en Málaga y en Palencia... y una mujer que nació en Albania y que fue monja en la India. En torno a Manuel González que próximamente será Santo y a Madre Teresa que ya es Santa.

En definitiva: «Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todos, que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos» (Ef 4, 4-6).

Domingo Pérez

Estamos llamados a concretar en la realidad lo que invocamos en la oración y profesamos en la fe. No hay alternativa a la caridad.

Santa Misa y Canonización de la Beata Teresa de Calcuta

HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO

Plaza de San Pedro

Domingo 4 de septiembre de 2016

Jubileo de los operadores y de los voluntarios de la Misericordia

«¿Quién comprende lo que Dios quiere?» (Sb 9, 13). Este interrogante del libro de la Sabiduría, que hemos escuchado en la primera lectura, nos presenta nuestra vida como un misterio, cuya clave de interpretación no poseemos. Los protagonistas de la historia son siempre dos: por un lado, Dios, y por otro, los hombres. Nuestra tarea es la de escuchar la llamada de Dios y luego aceptar su voluntad. Pero para cumplirla sin vacilación debemos ponernos esta pregunta: ¿cuál es la voluntad de Dios?
 
La respuesta la encontramos en el mismo texto sapiencial: «Los hombres aprendieron lo que te agrada» (v. 18). Para reconocer la llamada de Dios, debemos preguntarnos y comprender qué es lo que le gusta. En muchas ocasiones, los profetas anunciaron lo que le agrada al Señor. Su mensaje encuentra una síntesis admirable en la expresión: «Misericordia quiero y no sacrificios» (Os 6, 6; Mt 9, 13). A Dios le agrada toda obra de misericordia, porque en el hermano que ayudamos reconocemos el rostro de Dios que nadie puede ver (cf. Jn 1, 18). Cada vez que nos hemos inclinado ante las necesidades de los hermanos, hemos dado de comer y de beber a Jesús; hemos vestido, ayudado y visitado al Hijo de Dios (cf. Mt 25, 40). En definitiva, hemos tocado la carne de Cristo.

Estamos llamados a concretar en la realidad lo que invocamos en la oración y profesamos en la fe. No hay alternativa a la caridad: quienes se ponen al servicio de los hermanos, aunque no lo sepan, son quienes aman a Dios (cf. 1 Jn 3, 16-18; St 2, 14-18). Sin embargo, la vida cristiana no es una simple ayuda que se presta en un momento de necesidad. Si fuera así, sería sin duda un hermoso sentimiento de humana solidaridad que produce un beneficio inmediato, pero sería estéril porque no tiene raíz. Por el contrario, el compromiso que el Señor pide es el de una vocación a la caridad con la que cada discípulo de Cristo lo sirve con su propia vida, para crecer cada día en el amor.

Hemos escuchado en el Evangelio que «mucha gente acompañaba a Jesús» (Lc 14, 25). Hoy aquella «gente» está representada por el amplio mundo del voluntariado, presente aquí con ocasión del Jubileo de la Misericordia. Vosotros sois esa gente que sigue al Maestro y que hace visible su amor concreto hacia cada persona. Os repito las palabras del apóstol Pablo: «He experimentado gran gozo y consuelo por tu amor, ya que, gracias a ti, los corazones de los creyentes han encontrado alivio» (Flm 1, 7). Cuántos corazones confortan los voluntarios. Cuántas manos sostienen; cuántas lágrimas secan; cuánto amor derraman en el servicio escondido, humilde y desinteresado. Este loable servicio da voz a la fe -¡da voz a la fe!- y expresa la misericordia del Padre que está cerca de quien pasa necesidad.

El seguimiento de Jesús es un compromiso serio y al mismo tiempo gozoso; requiere radicalidad y esfuerzo para reconocer al divino Maestro en los más pobres y descartados de la vida y ponerse a su servicio. Por esto, los voluntarios que sirven a los últimos y a los necesitados por amor a Jesús no esperan ningún agradecimiento ni gratificación, sino que renuncian a todo esto porque han descubierto el verdadero amor. Y cada uno de nosotros puede decir: «Igual que el Señor ha venido a mi encuentro y se ha inclinado sobre mí en el momento de necesidad, así también yo salgo al encuentro de él y me inclino sobre quienes han perdido la fe o viven como si Dios no existiera, sobre los jóvenes sin valores e ideales, sobre las familias en crisis, sobre los enfermos y los encarcelados, sobre los refugiados e inmigrantes, sobre los débiles e indefensos en el cuerpo y en el espíritu, sobre los menores abandonados a sí mismos, como también sobre los ancianos dejados solos. Dondequiera que haya una mano extendida que pide ayuda para ponerse en pie, allí debe estar nuestra presencia y la presencia de la Iglesia que sostiene y da esperanza». Y, esto, hacerlo con la viva memoria de la mano extendida del Señor sobre mí cuando estaba por tierra.

Madre Teresa, a lo largo de toda su existencia, ha sido una generosa dispensadora de la misericordia divina, poniéndose a disposición de todos por medio de la acogida y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada. Se ha comprometido en la defensa de la vida proclamando incesantemente que «el no nacido es el más débil, el más pequeño, el más pobre». Se ha inclinado sobre las personas desfallecidas, que mueren abandonadas al borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado; ha hecho sentir su voz a los poderosos de la tierra, para que reconocieran sus culpas ante los crímenes -¡ante los crímenes!- de la pobreza creada por ellos mismos. La misericordia ha sido para ella la «sal» que daba sabor a cada obra suya, y la «luz» que iluminaba las tinieblas de los que no tenían ni siquiera lágrimas para llorar su pobreza y sufrimiento.

Su misión en las periferias de las ciudades y en las periferias existenciales permanece en nuestros días como testimonio elocuente de la cercanía de Dios hacia los más pobres entre los pobres. Hoy entrego esta emblemática figura de mujer y de consagrada a todo el mundo del voluntariado: que ella sea vuestro modelo de santidad. Pienso, quizás, que tendremos un poco de dificultad en llamarla Santa Teresa. Su santidad es tan cercana a nosotros, tan tierna y fecunda que espontáneamente continuaremos a decirle «Madre Teresa».

Esta incansable trabajadora de la misericordia nos ayude a comprender cada vez más que nuestro único criterio de acción es el amor gratuito, libre de toda ideología y de todo vínculo y derramado sobre todos sin distinción de lengua, cultura, raza o religión. Madre Teresa amaba decir: «Tal vez no hablo su idioma, pero puedo sonreír». Llevemos en el corazón su sonrisa y entreguémosla a todos los que encontremos en nuestro camino, especialmente a los que sufren. Abriremos así horizontes de alegría y esperanza a toda esa humanidad desanimada y necesitada de comprensión y ternura.

lunes, 19 de septiembre de 2016

Nuestro Obispo en Roma

Del 11 al 18 de septiembre nuestro Obispo ha participado -junto a otros 96 prelados de todo el mundo- en un encuentro de formación para obispos recientemente ordenados.

En la fotografía -de izquierda a derecha- aparecen D Jesús Montanari (Arzobispo-secretario de la Congregación para los Obispos), D. Juan Carlos Elizalde (Obispo de Vitoria), D. Luis Javier Argüello (Obispo auxiliar de Valladolid), D. Arturo Ros (Obispo auxiliar de Valencia), D. Carlos Osoro (Arzobispo de Madrid), D. Luis Ángel De Las Heras (Obispo de Mondoñedo-Ferrol) y D. Manuel Herrero (Obispo de Palencia).

Santuario de la Virgen del Brezo, santuario de la Misericordia el 21 de septiembre

El próximo 21 de septiembre, fiesta de la Virgen del Brezo, el santuario de la Virgen del Brezo será Santuario Jubilar de la Misericordia, donde los peregrinos que acudan allí podrán ganar el Jubileo.

La Misericordia en la cultura actual

Hubo un tiempo en el que valoraba muy positivamente la misericordia. Hay refranes populares que así lo prueban. Basten dos ejemplos: “A gran pecado, gran misericordia”, “Bueno es el rigor, pero la misericordia es mejor”.

Hoy se sigue valorando, y a veces se denomina con otras palabras que no significan lo mismo, como empatía, solidaridad, compasión, etc. Pero en el fondo de nuestra cultura, desgraciadamente y por varias razones, no se valora igual que antes, olvidando las raíces cristianas de nuestra cultura y el concepto de la misericordia y sus obras. Hoy casi no se oye, sino es en la Iglesia, la palabra “misericordia”, al igual que otras como humildad, sencillez, caridad, etc.

Las causas son muchas, sin duda, y variadas. Es manifestación del individualismo que corroe nuestra convivencia que nos lleva a pensar, actuar y decir: “no es mi problema”. Frente a las necesidades de los demás, se procura mantener la distancia, no comprometer nuestro status, no meterse en líos. Otros no quieren ver la realidad de los que lo pasan mal en la vida, y si esa realidad nos la presentan con imágenes fuertes en los medios de comunicación social, cambiamos de canal o pasamos página. Todo lo más decimos, “pobrecillos, qué mala suerte”. Otros dicen o piensan: que actúen los otros, el gobierno, las ONGS, Cáritas o las congregaciones religiosas. Para algunos, viendo la reacción ante la canonización de la Madre Teresa de Calcuta, la misericordia es sentimentalismo barato que no arregla nada la situación injusta de la sociedad.

Según la opinión de Walter Kasper, en el fondo están y laten determinadas concepciones filosóficas y religiosas de la vida, algunas de las cuales hunden sus raíces más vivas en el siglo XIX. Por ejemplo, Carlos Marx y los marxistas. Dado que para ellos la religión es la que predica la misericordia y, a veces, esta se ha contrapuesto a la justicia, califican a la religión como «consuelo frente al mundo y justificación del mundo...; la religión es el gemido de la criatura atormentada como también es el espíritu de la situación carente de espíritu. Es el opio del pueblo». Otro ejemplo que está marcando el pensamiento y la cultura nihilista de hoy es Federico Nietzsche. Él ve en la compasión y en la misericordia un aumento del sufrimiento. «La misericordia -para él- no es altruismo, sino una forma refinada de egoísmo y autofruición, puesto que el misericordioso, desdeñosamente, muestra y hace sentir superioridad al pobre». Llegó a decir: «No me gustan los misericordiosos... los creadores son duros y alabado sea lo que endurece». Ya Platón no valoraba mucho que digamos la misericordia; contraponía a la compasión la conducta guiada por la razón y la justicia, como si fueran opuestas. También los estoicos, desde la razón, fomentaban la insensibilidad e imperturbabilidad frente a los sentimientos de compasión. Estos pensamientos que marcan directa o indirectamente nuestras formas de sentir y actuar se manifiestan también en la tendencia privilegiar al fuerte. Quien no puede resistir, sea persona o pueblo, queda fuera del desarrollo social y económico. Son excluidos, son descartados. Lo vemos a diario.

Pero no todos han pensado y piensan así, aunque el pensamiento expresado sea el dominante. Aristóteles, por ejemplo, valora positivamente la compasión porque el mal que el otro experimenta podríamos experimentarlo alguna vez nosotros mismos. La tradición cristiana que ha impregnado nuestra cultura y, aunque algunos quieran negarlo, está sosteniendo y vitalizando muchos comportamientos y actuaciones. Muchas religiones valoran la compasión. Así el Budismo. Respecto al Islam, tenemos que decir que el Corán comienza diciendo: «En nombre de Dios, el Misericordioso, el Compasivo...»; después vendrán los 97 nombres de Dios. La Sagrada Escritura de los judíos y los cristianos presenta a Dios como Misericordioso y Compasivo, rico en clemencia. Para los cristianos, Jesús es el rostro misericordioso del Padre. San Agustín y Santo Tomás valorarán muy positivamente la misericordia. La Iglesia confesará que Dios manifiesta especialmente su poder con el perdón y la misericordia. Y otros muchos autores como Hegel, Hursell, Scheler, Edith Stein, Martin Buber, Levinas, Foucualt, Derrida, etc. Como testimonio recojo esta frase de Schultz: «La compasión es la más extrema y última posibilidad de salvar al ser humano en su “nuda existencia” a la vista de la directa negación de esa misma existencia».

La regla de oro, inserta en el corazón del hombre, nos dice: “No hagas a los demás lo que no quieras para ti”. O “Haz a los demás lo que tú esperas de ellos”. San Lucas nos señala el horizonte de nuestra vida cuando dice: «Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso» (Lc 7, 27-38). ¿Lo somos y lo seremos?



Mons. Manuel
Herrero Fernández, OSA
Obispo de Palencia

domingo, 18 de septiembre de 2016

18 de septiembre de 2016 XXV Domingo del Tiempo Ordinario

  • Am 8, 4-7 Contra los que «compran por dinero al pobre» 
  • Sal 112 Alabad al Señor, que alza al pobre 
  • 1 Tim 2, 1-8 Que se hagan oraciones por todos los hombres a Dios, que quiere que todos se salven 
  • Lc 16, 1-13 No podéis servir a Dios y al dinero.

La ambición y la generosidad
 
Los profetas, Jesús y los apóstoles denunciaron el afán por las riquezas. El profeta Amós recrimina la corrupción de su tiempo. El amor al dinero conduce a cometer graves injusticias, cuyas víctimas son siempre los pobres (1 Lect). Jesús invita a conseguir la verdadera libertad sirviendo a Dios y no al dinero (Ev). Para servir a Dios, por encima del dinero y del poder, es preciso orar con las manos alzadas y limpias de ira y divisiones (2 Lect).

Semana Id y Enseñad: “Ver, comprender lo que se ve, actuar...”

La Delegación Diocesana de Enseñanza programa para este mes de septiembre la XIV Semana Id y Enseñad bajo el lema: “Ver, comprender lo que se ve, actuar...”. En este sentido, diferentes expertos expondrán sus conocimientos en las distintas charlas que impartirán los días 26, 27, 28 y 29 de septimbre en el Salón de Actos de la Biblioteca Pública a partir de las 19:15h. 

El primero de estos ponentes será el jesuita D. Jaime Flaquer quien aportará las “Claves religiosas, políticas y económicas para entender el conflicto del Próximo Oriente”. Al día siguiente, 27, D. Jaime Rossell,      Subdirector general de Relaciones con las Confesiones del Ministerio de Justicia, intevendrá con la ponencia: “La enseñanza religiosa en la escuela: contenido de los acuerdos entre el Estado y las confesiones religiosas”.

El día 28 será el Obispo Auxiliar de Valladolid, D. Luis Argüello el encargado de impartir la ponencia: “Un mundo en cambio: llamadas eclesiales y escolares”. Finalmente, el jueves 29, el director de Obras Misionales Pontificias, D. Anastasio Gil cerrará este ciclo de conferencias con la ponencia: “La misión Ad Gentes: un reto eclesial y una gran obra de misericordia”.

sábado, 17 de septiembre de 2016

Del Youcat: ¿Qué actitud tiene un cristiano ante la ira?

¿Qué actitud tiene un cristiano ante la ira? (396)
 
San Pablo dice: «Si os indignáis, no lleguéis a pecar, que el sol no se ponga sobre vuestra ira» (Ef 4, 26) [2302-2304].

La ira o cólera es en primer lugar un afecto natural, como reacción a una injusticia experimentada. Pero cuando la cólera se convierte en odio y desea el mal del prójimo, lo que es un sentimiento natural se convierte en una falta grave contra la caridad. Toda ira incontrolada, especialmente el deseo de venganza está dirigida contra la paz y altera la «tranquilidad del orden».

«Habéis oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a  vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen». (Mt 5, 43-44)

miércoles, 14 de septiembre de 2016

La moda de prohibir

Nos ha llegado la moda de “prohibir” en nombre del “progreso”. No de “proponer”. Ni siquiera de “debatir” lo que merece la pena ser debatido. Lo que se lleva es zanjar las cuestiones, prohibiendo. Si yo mando más que usted (un suponer), y llego al poder, prohibiré lo que no me gusta y ¡andando! Pero para reafirmar más la prohibición, para asegurarla bien, hay que ponerle la vitola de “progreso”. Todo sea por el cambio.

Hace poco le hacían una entrevista a un viejo izquierdista, y este, que es inteligente, decía lo que transcribo: “Insúlteme usted si quiere, pero no me llame progre...”.

La palabra progresismo tiene una de sus raíces en el siglo XIX, allá cuando Fernando VII. Hoy, se la quieren apropiar determinados políticos en contra de sus adversarios. Pero el “progre” suele ser un señor que vive de posturitas: o sea, un snob de salón. La renovación y el cambio pienso que son otra cosa. También, por supuesto, en la Iglesia.

Pero, volviendo a las prohibiciones, vean las que segregan algunos ayuntamientos de España cada día (todos ellos gobernados por los mismos). Ya que no pueden prohibir la corrupción, que se les escapa (y es la raíz de muchos males), se dedican a prohibir la fiesta de los toros, los animales en el circo, las capillas en las universidades y hasta prohíben coger la flor de la manzanilla en los campos.

Y todo, en nombre del “cambio y del progreso”. Pero hay cosas que a los progres del progreso se les escapan, y que no pueden prohibir: es el burka en la playa. Lo hemos visto este verano. 

El burka en la playa no deja de ser una prenda curiosa. A principios del siglo pasado se veía una vestimenta parecida en las playas de San Sebastián. La vestían las señoras (y señoritas) bien. “Era más decente” -según decían. Hoy los “progres” exhiben (y hasta coleccionan) esas imágenes que -según dicen ellos- “son cosa del catolicismo de aquella época”. Pero si un católico (o un protestante) volviera a la “liga de la decencia”, a la moral de las faldas largas o cortas, se nos echarían encima (y con razón) todos los progres del país. Si lo hace un islámico, no. Anoten: “¡Es el derecho a ser distintos...!”. 

El progreso es dar pasos hacia el futuro con tacto, mesura y coherencia. Y con mucha paciencia, porque hay que conjugar reformas con respeto a las convicciones de las personas. No imponiendo la propia ideología a base de prohibiciones.

El progreso no se “impone” por real decreto. Ni gritando mucho. Ni siquiera saliendo a la calle con pancartas, cuando llega el día que toca. El progreso no se impone prohibiendo ni ordenando, sino educando. Educar es más lento, pero más certero y seguro. Educar significa ir respetando conciencias, tener en cuenta derechos inalienables como lo de educar según opciones religiosas y prioridades de los padres. Pero aquí, cuando se trata de “libertad de enseñanza”, ya no hay “progreso”. Hay una imposición, que coincide con una muy cerrada ideología, demasiado vista.

Los malos progresistas suelen airear contra otros lo del “progreso”. Lo de “contra otros” aquí en España también se lleva mucho. De ahí, el desgobierno. No se gobierna a favor del pueblo, sino a favor de los intereses de “mi partido”. No estamos entrenados -se dice- para una “cultura de pactos”, sino para darle al otro en el morro...

No hace mucho le hacían una entrevista a un conocido director de cine con buenas películas (y hasta un oscar). Decía él: «En España falla el sentido común y el pensamiento propio. Siempre usamos la palabra “progre”. ¿Pues sabe usted lo que es un “progre”? Alguien que solo quiere estar en lo que se lleva. Alguien que no tiene pensamiento propio sino adquirido».

Aquí todos queremos estar en lo último, aunque sea lo más estrambótico. Pero lo “último” no siempre es lo mejor, aunque siempre sea lo que se lleve.

En fin, que estar al día no consiste en prohibir muchas cosas para dar en las narices al adversario, sino en explicar por qué esto es bueno y aquello malo. Pero sobre todo consiste en ayudar a ir formando conciencias responsables y maduras, para que cada cual tome las decisiones que, en aras del bien común, deban ser tomadas.

Eduardo de la Hera

martes, 13 de septiembre de 2016

¿Cómo caminar?

¿Cómo caminar?
 
Domingo y sus primeros hermanos en la Orden, habían obtenido el permiso del obispo Fulco de Toulouse para instalarse en las casas donadas por Pedro Sheila, pero no todo iba a ser un camino de rosas. ¿Cómo caminarían?

El programa regular comprendía dos aspectos distintos. Vida de predicación a pie, en la pobreza evangélica. Imitando la itinerancia de los Apóstoles, Fray Domingo lo llevaba practicando nueve años y así será hasta su muerte. A esto se unía una vida de comunidad regular, en la que formar a los frailes, estudiar, descansar y cuidarse de las enfermedades, tan comunes en aquellos tiempos.

«La manutención está asegurada por una parte del diezmo de los bienes del obispado: “Nos queriendo que estos hombres cuando vayan a predicar, reciban del obispado el alimento y de todo lo necesario, por esta razón, de acuerdo con el cabildo y la iglesia de San Esteban y de todo el clero de nuestra diócesis, a ellos y a los que con celo del Señor y de la salvación de las almas se les asocien a ministerio de la predicación, les asignamos a perpetuidad la sexta parte de los diezmos de que disfrutan nuestras iglesias parroquiales”». Esto causará no pocos problemas con estas instituciones que, es de suponer, que no gozarían de demasiados capitales.

La combinación de las dos clases de pobrezas expresadas en esta carta de 1215 no facilitará el proyecto de Domingo. Así lo explica el P. Vicaire: «Vivir de los diezmos del obispado mientras se acomoda o se atiende al convento, es sin duda vivir de la limosna prevista para “los pobres de Cristo”, según la tradición. Pero la aceptación de esta limosna regular, ¿puede conciliarse con el abandono diario a la Providencia, que significa la mendicidad del predicador, que es el ideal que Fray Domingo quiere para sus frailes?». Resultará una tarea ardua compaginar ambos aspectos.

Por otro lado una novedad aparecía en el horizonte. No muchos años atrás, los predicadores pontificios tenían una misión papal: “Combatir a los herejes”, en una predicación de defensa y combate. Domingo y sus frailes superan esta perspectiva estrecha y negativa para ayudar a la predicación pastoral del obispo. Una predicación positiva de la doctrina y costumbres cristianas, adulteradas en aquel entonces, y dirigida a todas las ovejas del rebaño diocesano, fieles e infieles. El predicador, para Domingo, es un colaborador del obispo, y se convierte en un órgano permanente de la evangelización de la diócesis.

Domingo, será el predicador de la Gracia, en pobreza y comunión con el Obispo Fulco. Sobraban “predicadores de la des-gracia”, llenos de poder y dinero y al margen de la Iglesia apostólica. Ese es el legado de santo Domingo a su hijos.

Fray Luis Miguel García Palacios, O.P.
Subprior del Convento de San Pablo

lunes, 12 de septiembre de 2016

Sabes lo más importante: Amar

El primer texto del nuevo curso siempre me trae de cabeza... no es fácil. Tiene que llevar su puntito de esperanza, de ánimo para arrancar con fuerza septiembre. Si es posible tiene que ser amable y que deje buen regusto. Y sobretodo ha de situarnos ante lo importante. Y no hay nada más importante que Amar.

Y trasteando por las redes sociales me encuentro con una carta -publicada en el Diario de Jerez el pasado 27 de agosto- que una abuela escribe a su nieto... un chavalillo con Sindrome de Down que cumple cinco años. Una carta que lleva todo lo que busco... y un ejemplo de alguien que ama sin condidiones:

Hoy es tu cumpleaños, hace cinco que naciste, que llegaste a nuestras vidas y hoy quiero decirte, aunque tú no lo llegarás a entender bien por tu edad, cuánto amor y cuánta alegría le has dado a esta tu familia. No puedo negarte, que para esta abuela, los primeros meses de tu vida fueron duros y hasta cierto punto creo que comprensible, todo era nuevo y extraño, la mente te juega malas pasadas y te preocupas más por el futuro que por el presente. ¡Qué error más grande! ¡Tu futuro es igual al futuro de otros niños!

¿Qué eres distinto, diferente a otros niños? Pues sí que lo eres. Y por ello le doy gracias a Dios. ¿Qué niño está siempre sonriendo y feliz? ¿Qué niño te da un abrazo de verdad sin pedírselo? ¿Qué niño te dice, después de que lo hayas achuchado y colmado de besos, que ahora me toca besar a su hermana?

Son tantos y tantos tus detalles de generosidad, de falta de egoísmo que cada vez comprendo mejor que Dios ha puesto un ángel en nuestras vidas.

Tu mirada, me produce paz, sosiego, alegría, bienestar, y el tenerte a mi lado es para mí el mejor regalo del día.

¿Que no sabes aún sumar? Bueno y qué... ¿Que no sabes aún leer? Bueno y qué..
.
Pero sabes lo más importante: Amar. ¡Amar sin condiciones!

Irradias amor, algo tan escaso últimamente, por eso veo que sí, ¡eres diferente! Feliz cumpleaños guapo mío y que cumplas muchos más y sigas llenándonos la vida.

Un abrazo de tu abuela que te quiere y muy mucho.

Después de esto... poco que añadir. Tomar ejemplo de esta abuela y de su nieto. Y desear que este curso nos desgastémos de tanto Amar.

Domingo Pérez

Rebuscando entre Curiosidades: Santa María en Carrión de los Condes

En Carrión de los Condes, son muchas las imágenes de la Virgen que reciben culto a lo largo del año. Pero hay una advocación que prevalece y destaca a través de los siglos. Es la que da nombre a la Parroquia: Santa María de las Victorias o Santa María del Camino.

El origen de esta advocación de Nuestra Señora de las Victorias, no está suficientemente claro, pero existen algunos indicios que dan paso a la realidad de la misma.

En la parte superior del altar donde estuvo colocada su Imagen -quizá desde el principio- existe un cuadro de gran colorido y movimiento, del siglo XVII. En este cuadro se puede leer la siguiente inscripción:

«En tiempos del Rey Miramamolín, le fue tributario, el Rey Mauregato, de cuatro doncellas que tocaban en esta Villa, y llegando a este sitio con los moros que las llevaban, se encomendaron a esta imagen para que las librara de la cautividad, lo que Dios fue servido por medio de cuatro toros que se aparecieron, pues acometiendo furiosos a los moros les quitaron las doncellas y mataron la mayor parte de ellos. Quedaron las doncellas solas y libres, y esta Villa, exenta del tributo. Sucedió esto por las Pascuas de Pentecostés, y en estos días hay dos procesiones y sermón sobre el asunto, desde el año 826».

De la misma manera, en el pórtico de la iglesia hay cuatro cabezas de toro en una especie de ménsulas, y junto a una de ellas, un capitel con cuatro doncellas. Este puede ser el cimiento histórico del nombre de Nuestra Señora de las Victorias.

domingo, 11 de septiembre de 2016

11 de septiembre de 2016 XXIV Domingo del Tiempo Ordinario

  • Éx 32, 7-11. 13-14 El Señor se arrepintió de la amenaza que había pronunciado 
  • Sal 50 Me pondré en camino adonde está mi padre 
  • 1 Tim 1, 12-17 Cristo vino para salvar a los pecadores 
  • Lc 15, 1-32 Habrá alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta.

Dios misericordioso perdona
Dios, rico en misericordia, hace brillar su amor compasivo por encima de la justicia (1 Lect). Jesús en las parábolas subraya la misericordia divina y la alegría por la recuperación de lo perdido (Ev). Pablo confiesa que el Señor derrochó su gracia en Cristo para salvar a la humanidad. En él confiamos obtener la misericordia divina (2 Lect).

sábado, 10 de septiembre de 2016

De la Doctrina Social: El capitalismo

El capitalismo
 
[335] En la perspectiva del desarrollo integral y solidario, se puede apreciar justamente la valoración moral que la doctrina social hace sobre la economía de mercado, o simplemente economía libre.«Si por “capitalismo” se entiende un sistema económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios productivos, de la libre creatividad humana en el sector de la economía, la respuesta es ciertamente positiva, aunque quizá sería más apropiado hablar de “economía de empresa”, “economía de mercado” o simplemente de “economía libre”. Pero si por “capitalismo” se entiende un sistema en el cual la libertad, en el ámbito económico, no está encuadrada en un sólido contexto jurídico que la ponga al servicio de la libertad humana integral y la considere como una particular dimensión de la misma, cuyo centro es ético y religioso, entonces la respuesta es absolutamente negativa». De este modo queda definida la perspectiva cristiana acerca de las condiciones sociales y políticas de la actividad económica: no sólo sus reglas, sino también su calidad moral y su significado.

San Nicolás de Tolentino. Su fiesta se celebra el 10 Septiembre

San Nicolás de Tolentino. Talla en madera policromada. Siglo XVIII, autor anónimo. Parroquia de Santa María. Dueñas.
Nació hacia el 1245 en Sant Angelo (Italia). Sus padres, muy humildes pero ricos en virtudes cristianas, peregrinaron al santuario de San Nicolás de Bari para pedir a Dios un hijo, prometiendo entregarlo a su servicio. En el bautismo el niño recibió el nombre del santo intercesor.

Desde niño se mostró muy devoto y tras la predicación de fraile agustino ingresó en la misma orden, profesando antes de cumplir los 18 años. Tras pasar por varios conventos, fue ordenado sacerdote agustino. Vivió los treinta últimos años en el convento de Tolentino donde predicaba en iglesias, plazas y calles logrando masivas conversiones y milagros. También administraba los sacramentos en las residencias para ancianos, hospitales y prisiones. Durante su vida sufrió muchas enfermedades. Una noche se le apareció la Virgen y le dijo que pidiera un trozo de pan, lo mojara en agua y se lo comiera prometiéndole que se curaría. Así lo hizo y se curó. En gratitud comenzó a bendecir trozos de pan y a darlos a los enfermos. Y así, los panes milagrosos de san Nicolás produjeron numerosas curaciones.

Murió a los 60 años el 10 de septiembre de 1305, en la capilla del convento de Tolentino donde celebraba la santa misa. Cuarenta años después su cuerpo incorrupto fue expuesto a los fieles, y se derramó sangre del santo. Fue canonizado por Eugenio IV en 1446. A finales del S. XV ocurrió otro derramamiento de sangre fresca de sus brazos, lo que se repitió 20 veces. En 1699 el flujo sanguíneo empezó el 29 de mayo, y continuó hasta el 1 de septiembre.

El arte le representa vestido con hábito negro agustiniano, una estrella en el pecho, referencia a las apariciones de la Virgen, el libro de la regla de san Agustín en una mano y en la otra un crucifijo. También se le acompaña de un lirio signo de su pureza, y una perdiz que hace referencia al milagro obrado por él, ya que se la presentaron asada para que la comiera y él la devolvió la vida.

No tiene muchas representaciones en la diócesis, y las que se conservan en algunas parroquias proceden de conventos de agustinos o agustinas desamortizados en el siglo XIX, como las de Dueñas, y Villalcón.

Texto: José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio 

Oración
Señor, Tu que otorgaste a tu hijo, la gracia de imitar con fidelidad a Cristo casto, obediente, pobre y humilde, concédenos la gracia de vivir fielmente nuestra vocación cristiana para que así tendamos a la perfección que Tú nos has propuesto en la persona de tu Hijo

jueves, 8 de septiembre de 2016

Ciclo de conferencias sobre el Beato Manuel González






Ayer concluyó el ciclo de conferencias organizado por las Misioneras Eucarísticas de Nazaret con motivo de la Canonización del Beato Manuel González. Todas las conferencias se han desarrollado en el Centro Cultural de la Diputación a las 19h.

La primera de estas charlas la impartió, el lunes 5, el Vicario General de la Diócesis, D. Antonio Gómez Cantero bajo el título: “Semblanza de un santo”.

El día 6 intervino el doctor D. Miguel Norbet con la ponencia: “La experiencia de Palomares del Río: fundamento carismático y eje de su obra escrita”.

Y finalmente, el día 7, el sacerdote malagueño D. Antonio Jesús Jiménez pronunció la conferencia: “La verdadera historia de D. Manuel González”.