jueves, 29 de marzo de 2018

El lavatorio de los pies


Cristo lava los pies a San Pedro. Escultura en bronce dorado. Augusto Dueñas, año 2010. Museo Diocesano de Palencia.

Imitando el gesto que hizo Jesús en el cenáculo de lavar los pies a los apóstoles, en muchas parroquias se realiza el lavatorio de los pies a doce miembros de la comunidad. El rito incluido en la Missa in cena Domini no es obligatorio, pero tiene un significado profundo. La acción realizada por Jesús debe ser imitada por toda la comunidad, por todos los cristianos, sirviendo a los más pobres, y saber darse a los demás como Él se nos dio a todos. Y se hace en la misa de Jueves Santo en la que se conmemora la institución de la Eucaristía, del orden sacerdotal y el mandamiento nuevo del amor fraterno, suprema ley para todos y hacia todos.
 
El origen del rito está en la iglesia primitiva y ya aparece en el misal de San Pio V (1570) y en el Caeremoniale Episcoporum de 1600. El Misal fue reformado por Pío XII, hasta llegar al Misal Romano de San Juan Pablo II (1979), que lo simplifica: por ejemplo, omite el número de doce, permaneciendo la reserva sólo a los hombres por el valor imitativo. El Papa Francisco, mediante Carta Apostólica (20-XII-2014), y Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos (6-I-2015) ya habla de elegidos entre el pueblo de Dios, sean hombres o mujeres.
 
Ya no se habla del valor imitativo del gesto, sino del significado de lo que hizo Jesús con alcance universal: donarse hasta el final para la salvación del género humano. Su caridad abraza a todos y a todos hermana en la práctica de su ejemplo. El ejemplo del Señor va más allá del lavar los pies, para comprender que expresa el servicio del amor tangible por el prójimo.
 
En nuestra Catedral, el rito del lavatorio de los pies era costumbre hacerlo con 12 pobres de la ciudad y posteriormente el Sr. Obispo los invitaba a comer en su palacio. Buen y profundo gesto de servir a Cristo en los más necesitados.
 
Son muy pocas las obras de arte con el tema del lavatorio de los pies en la Diócesis. Encontramos este motivo en las parroquias de Añoza y de Boada, y en el Museo Diocesano que exhibe una escultura en bronce dorado, del autor contemporáneo Augusto Dueñas, regalo de la CEE a D. Ángel Sancho.

Haz Señor que como comunidad cristiana y personalmente sepa imitar tu gesto de entrega total, haciéndote esclavo por nosotros sirviendo a mis hermanos los hombres, como Tú nos serviste a todos.

Jueves Santo


lunes, 26 de marzo de 2018

¿Cómo puedo encontrar a Dios?



[DOCAT 9] A Dios uno se lo encuentra cuando Él se nos manifiesta o, dicho con otras palabras, se nos revela. Ciertamente tenemos por naturaleza una idea de Dios y podemos reconocer mediante la reflexión que hay Dios. Sin embargo, cómo es Dios exactamente, cuáles son sus pensamientos y planes, esto se escapa a nuestra razón. De ahí que Dios tenga que decirnos cómo es Él. No lo hace enviándonos una idea, un libro o un sitema político, sino haciéndose hombre. Dios se ha revelado integra y definitivamente en Jesucristo: Dios se ha hecho hombre para que el hombre comprenda quién es Dios. Jesús es el lenguaje de Dios.
 
En el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia: [36-38]


¿Qué nos muestra Dios de sí cuando nos envía a su Hijo?
 
[YOUCAT 9] En Jesucristo Dios nos muestra toda la profundidad de su amor misericordioso. Por medio de Jesucristo el Dios invisible se hace visible. Se hace hombre como nosotros. Esto nos enseña hasta dónde alcanza el amor de Dios. Lleva toda nuestra carga. Anda con nosotros. Está en nuestro abandono, nuestro dolor, nuestro miedo ante la muerte. Está allí donde no podemos avanzar más, para abrirnos la puerta hacia la Vida.

En el Catecismo de la Iglesia Católica: [65-66, 73]
 

domingo, 25 de marzo de 2018

25 de marzo de 2018. Domingo de Ramos en la Pasión del Señor

Procesión: Mt 21, 1-10 Bendito el que viene en nombre del Señor
Is 50, 4-7 No escondí el rostro ante ultrajes, sabiendo que no quedaría defraudado
Sal 21 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Flp 2, 6-11 Se humilló a sí mismo; por eso Dios lo exaltó sobre todo 
Mc 14, 1 - 15, 47 Pasión de nuestro Señor Jesucristo


Conmemoramos hoy la sagrada entrada de Jesús en Jerusalén, montado sobre un borrico. Con este acto de humildad, nos muestra así el camino de su rebajamiento que le llevará hasta la muerte, una muerte en la cruz (2 lect.). Así mostró al género humano el ejemplo de una vida sumisa a la voluntad de Dios (cf. 1.ª orac). Se lee hoy la Pasión según san Marcos, cuyo tema central es el de Jesús como Hijo de Dios, el Siervo de Diosmártir, vaticinado por Isaías (cf. 1 lect.), que muere en la cruz. Este sacrificio se actualiza en la eucaristía, en la que hoy pedimos la misericordia que no merecen nuestros pecados.

sábado, 24 de marzo de 2018

La Cruz, sin adornos ni postizos



A los cristianos nos distinguen por la Cruz. Decía Odo Casel, sabio benedictino, que somos “el ejército de la Cruz”. De la Cruz desnuda. “Sin adornos ni postizos”, como le gustaba decir al poeta León Felipe. “Que se vean desnudos los maderos. Desnudos y decididamente rectos”. La Cruz, con mayúscula, en atención al que cuelga de ella.

Antes de que la Cruz fuera trasladada al lábaro triunfante de Constantino, en el siglo IV, los cristianos ya la habían llevado en su cuerpo, al ser, como su Maestro, injustamente maltratados, atropellados y cosidos al bendito madero. Muchos cristianos de entonces (y de ahora) fueron testigos martiriales. Sangre anónima, sin historia ni memoria...

Shiller, el poeta alemán (autor de la letra de la “Oda a la alegría”), decía que la Cruz reúne, en una misma corona, la doble palma: la de la humillación y la de la fuerza. Antes lo había dicho ya san Pablo, cuando distinguía en la Cruz los que ven en ella sabiduría y fuerza de Dios de los que sólo perciben escándalo y necedad.

Goethe decía que el cristianismo encierra el mérito de haber reconocido que hay en el sufrimiento algo divino, al igual que en la pobreza y el escarnio. El escritor lo veía como un avance en la larga historia de los humillados. Ustedes deben saber que, antes de que se levantara la Cruz en el Calvario, los pobres y débiles, los excomulgados y descartados de este mundo, habían sido tachados o descalificados públicamente como “des-graciados” (o sea, no agraciados) y hasta como “malditos de Dios”.

Pero desde Jesucristo para acá, podemos decir que Dios se ha abrazado a la humanidad desvalida. Aunque primero tuvo Dios-Padre que rehabilitar públicamente a su Hijo, levantándolo del sepulcro “al tercer día”.

Desde entonces, Dios está con ellos: con todos los crucificados. Y si Dios está con ellos, nuestro Dios es un Dios que se abraza al misterio del sufrimiento humano. Una religión así -dice Goethe- no puede retroceder: Una vez que apareció, no puede volver a desaparecer, dado que el sufrimiento es patrimonio de la humanidad...

No es fácil aceptar esto del “Dios que sufre”, ya que durante mucho tiempo hemos construido, de la mano de Santo Tomás de Aquino, una impecable teología metafísica de puras esencias aristotélicas. Nos parecía indigno de Dios mezclarlo con el sufrimiento humano. No sé por qué. Dios es Dios, y sin dejar de serlo, se ha hecho, en su Hijo amado, hombre llagado y aplastado por las potencias de este mundo de idólatras. Como decía Unamuno en su Salmo III: “Por gustar, ¡oh, Impasible!, la pena quisiste penar. Te faltaba el dolor que enajena, para más gozar. Probaste el sufrir, y sufriste vil muerte en la cruz. Y al espejo del hombre te viste bajo nueva luz”. Es en este mismo Salmo donde don Miguel nos deja unos versos (al final del mismo) que le sirvieron de epitafio para su tumba de Salamanca: “Méteme, Padre eterno, en tu pecho, misterioso hogar; dormiré allí, pues vengo deshecho del duro bregar”.

Cuesta recuperar la dureza y oscuridad del Viernes Santo. Adorar a un crucificado siempre fue locura original. Algo novedoso, revolucionario y muy duro. Pero muy cristiano. Muy nuestro.

El cristianismo es esto. Una dialéctica o interrelación inseparable entre muerte y vida, cruz y resurrección, fracaso y triunfo. El cristianismo es Pascua. Morir para vivir. Toda una paradoja. El Dios infinito se auto-limita en la Cruz de su Hijo y sufre con él.

Y, unido a él, sufre también con nosotros. Insondable y consolador misterio. Misterio para caer de rodillas ante la Cruz y el Crucificado. Sin decir nada. Sólo, con las manos extendidas, adorando y agradeciendo al feliz Madero. ¡Buena Pascua, 2018!


Eduardo de la Hera


viernes, 23 de marzo de 2018

Encuentro del Voluntariado de Cáritas



El pasado 23 de febrero se celebró en la Casa de la Iglesia de Palencia un Encuentro de Voluntariado de Cáritas, donde estuvieron representadas las Cáritas Parroquiales y Programas de Cáritas Diocesana, que fue presidido por nuestro obispo D. Manuel Herrero.
 
Después del saludo de acogida y la oración, el Sr Obispo comentó el Plan Pastoral Diocesano, una invitación a los cristianos a una nueva etapa evangelizadora marcado por la alegría e indicar caminos para la marcha de la Iglesia en los próximos años. A continuación, presentó al nuevo equipo de Cáritas Diocesana formado por Mª Gloria Alonso, Directora, Jesús Díez, Delegado Diocesano y Lucio López, Subdirector y Gloria Pérez, Vocal. Finalizó agradeciendo la labor de Cáritas, su trabajo y entrega, porque la caridad cristiana arranca del amor de Dios, “yo también pertenezco a Cáritas”.
 
Con el título “Breve elogio de las personas voluntarias”, nuestro Delegado Diocesano pronunció una charla donde destacó el compromiso con la pobreza, aprendemos a mirarla y acercarnos a ella con gratitud y humildad, aprendemos a recuperar nuestra espiritualidad y nuestra práctica pedagógica. Finalizó haciendo un brindis por el voluntariado de Cáritas, por ofrecer su cercanía generosa y afectiva a tantas personas, que cerca y lejos de nosotros sufren la pobreza, necesitan que les ayudemos.
 
Seguidamente en un power point titulado: “Tu compromiso mejora el mundo (La tarea del voluntariado de Cáritas)” realizado por el Subdirector de Cáritas, con imágenes y frases de todas las parroquias y programas. Así mismo se vieron imágenes de las campañas de Cáritas durante el año en nuestras calles y plazas.
 
Para analizar lo anteriormente reseñado, todos los asistentes participaron en una dinámica por grupos, donde se reflexionó sobre el compromiso del voluntariado de Cáritas, en los valores que desde nuestro compromiso cristiano aportamos a la comunidad y al mundo en que vivimos.
 
La Directora de Cáritas, nos comunico que el equipo está conociendo la realidad de Cáritas en la diócesis y a las personas que suman fuerzas para llevar adelante la tarea de hacer presente el amor preferencial de Dios a las personas más vulnerables y en situaciones de pobreza. Finalizó con la promesa de visitar las parroquias y sedes de Cáritas de nuestra diócesis.
 
Terminó el encuentro con una oración basada en unas palabras de nuestro Papa Francisco y una canción de gracias a todos los asistentes.
 
Después nos reunimos para compartir un vino español donde se comentó lo positivo del encuentro y el grado de satisfacción de la gran familia de Cáritas.


jueves, 22 de marzo de 2018

La Capilla de San Ildefonso



La capilla bajo la advocación de San Ildefonso de la Catedral de Palencia es de gran interés artístico y cultural. Fue patronato de uno de los personajes más vinculados a la historia de Palencia y su catedral, Alonso Fernández de Madrid, canónigo e intelectual destacado. Tradujo el Enchiridion de Erasmo de Rótterdam, lo que le granjeó algunos problemas entre ciertos sectores del clero, pese a su cuidadosa y equilibrada traducción. Su principal aportación a la historia de la ciudad fue la célebre “Silva Palentina”, donde hace una memoria de la antigüedad y nobleza de la Iglesia y ciudad de Palencia. Describe los prelados que rigieron la Iglesia. Junto a las reseñas correspondientes, se insertan noticias generales y locales dotando al conjunto de gran viveza y agilidad en la lectura. Intentó restaurar los Estudios Generales de Palencia, que habían perdido gran parte de sus profesores e influencia a favor de Salamanca y Valladolid y estableció un nuevo estudio de gramática como acceso a los estudios teológicos.
 
Muy joven obtuvo una canonjía en la catedral palentina, quizás con la edad requerida entonces de 14 años Desde agosto de 1509 ocupó la dignidad por la que se la conoce, Arcediano del Alcor. Menéndez Pelayo dice de él “que era el palentino varón de irreprochables costumbres y en la oratoria sagrada muy aventajado”. Está enterrado en esta capilla figurando en una sencilla lápida la fecha de su muerte el 18 de agosto de 1559.
 
La obra de arte más destacada de la capilla es el retablo renacentista, con la imposición de la casulla a San Ildefonso por parte de la Virgen. Está situado en el muro este, recuadrado por un marco de fábrica que recuerda a la arquitectura, que cobija las portadas de la época, atribuido a Juan de Valmaseda Está formado por relieves labrados con gran calidad y policromados, con matices de Siloé y, aunque lejanos, también de Berruguete. El maestro del retablo ha sido capaz de fundir las más delicadas formas italianizantes con las características de la escuela burgalesa en una síntesis genial y única. Se realizó hacia 1530. Es la obra maestra de Juan de Valmaseda.
 
La zona superior del retablo se remata con un medallón en la que aparece el tema de la Piedad y, sobre ella, un calvario.
 
La capilla, como todas las de este lado de la catedral, tiene su correspondiente sacristía, a la que se accede mediante una puerta renacentista con medallones, dos putti teniendo sendos escudos, y en el centro del tímpano la imagen del Creador.




Preguntémonos por las causas



Con mucha facilidad tendemos a generalizar, a encasillar a la gente en estereotipos (“los gitanos son...”, “los negros son...”, “las mujeres...”, “los políticos...”, etc.). Son atajos que cogemos, conclusiones rápidas y cómodas a las que recurrimos para no tener que hacernos preguntas y pensar.
 
Con las personas que están en prisión tendemos a hacer lo mismo. Metemos a todos en el mismo saco, sin preguntarnos por las causas que están en el origen del problema, sin pensar suficientemente qué causas han empujado a determinada persona a cometer tal o cual delito por el que ahora está en prisión. Las generalizaciones no hacen justicia a la realidad, que siempre es más compleja.
 
Los problemas que vemos en una prisión nos indican qué problemáticas no resueltas hay en la sociedad. No sería exagerado afirmar lo siguiente: Dime qué ves en la prisión y te diré qué sucede en la sociedad porque, por lejos de las ciudades que se construyan las prisiones, estas no dejan de ser una parte de la sociedad en la que terminamos encerrando y aislando a personas y, con ellas, problemas sociales. Veamos algunos de las problemáticas sociales más importante que están influyendo para que algunas personas terminen en prisión.
 
1. En el origen de muchos de los delitos está la droga. El tráfico de droga, casi siempre de pequeñas cantidades; el robo para comprarla, la violencia por deudas, por ajustes de cuentas; la violencia en el entorno familiar y social provocado por la alteración de la conciencia a causa del consumo... etc. Más del 40% de los delitos tienen alguna relación con la droga. Una droga legalizada que suele actuar como desencadenante de delitos violentos es el alcohol.
 
2. Sorprende ver a tantas personas con enfermedad mental en prisión. Más del 50% de las personas privadas de libertad padece alguna patología mental. Muchas de ellas sufren una enfermedad mental severa. Las preguntas son inevitables: ¿Es la prisión el lugar en el que deben estar? ¿Qué es más importante, la persona o el delito? ¿Qué hicimos la sociedad para prevenir y evitar que muchas de estas personas terminaran así? ¿Y el día que salgan en libertad qué, quién se hará cargo? En este momento, las prisiones cumplen tareas de suplencia de los Servicios Sociales. En muchos casos, la respuesta social a la enfermedad mental ha pasado del ámbito de las políticas sanitarias al ámbito de las políticas de seguridad ciudadana.
 
3. La cárcel siempre ha tenido que ver con la exclusión social. La cárcel forma parte del mundo de la exclusión social. Detrás de muchas de las personas que están en prisión hay pobreza económica, pobreza cultural y marginalidad social. Hay personas que nada más nacer ya cuentan con un porcentaje alto de entrar en prisión cuando sean mayores. Barrios periféricos donde conviven la pobreza económica, la desestructuración familiar, la cercanía y cotidianidad de la droga, la ausencia de perspectivas de integración social en la sociedad mayoritaria, etc.
 
Cada día comprobamos cómo los Medios de Comunicación no ayudan a ver la realidad y a preguntarse por las causas sociales que explican esta realidad. Al contrario, en el afán por ganar audiencia, únicamente interesan aquellos casos en los que se han cometido algún terrible delito. Pero la realidad nos dice que la mayoría de las personas que están en prisión no han cometido delitos de especial gravedad por su violencia, delitos que tengan que ver con el terrorismo, el abuso y la agresión sexual y los homicidios.

Pastoral Penitenciaria de la Diócesis de Palencia

miércoles, 21 de marzo de 2018

Apóstoles para los Jóvenes

Dos seminaristas de nuestra Diócesis de Palencia, Álvaro y Daniel, que no viven en el Seminario, pero que viven el Seminario. El curso pasado terminaron su etapa de estudios universitarios en Madrid y de vida en el Seminario, y ahora, en la última etapa de su formación, la de Síntesis y Pastoral, viven en dos pueblos de nuestra Diócesis. En la Unidades Pastorales de Osorno y en las de Santibáñez de la Peña y Velilla del Río Carrión conviven, rezan y trabajan con sus gentes, con sus pueblos, con sus parroquias y con los que serán, el día de mañana, sus hermanos en el presbiterio. Así se inician, de una manera más directa, en el servicio a unas comunidades concretas de nuestra tierra, a unos pueblos, con un presbiterio concreto, unidos a su Obispo.
 
Pero, además, cada mes se reúnen formando Seminario, aunque no sea en el edificio de Cardenal Almaraz. Cada vez lo hacen en un arciprestazgo diferente de nuestra Diócesis, cuando sus sacerdotes se reúnen, para poder compartir, también con ellos, mesa y oración, y conocer de su mano la tarea pastoral que desarrollan. Así juntos rezan, revisan y siguen trabajando en su formación. Empezando por participar en el mundo laboral, conocer la sociología de nuestra provincia y la organización de nuestra Diócesis, continúan recordando lo trabajado y reflexionado durante sus años previos de formación, para poder hacer síntesis, para no dejar en el olvido aquello que ha sido importante en su formación, y para verlo en global con una mirada nueva. Pero es que, además, también participan de los encuentros de seminaristas de la Región del Duero, o de un mes de Ejercicios Espirituales en Manresa, del que hace unos días que han regresado.
 
Así se preparan para ser APÓSTOLES PARA LOS JÓVENES. Ellos son jóvenes y la Iglesia en Palencia confía en ellos.
 
En la Iglesia todos, absolutamente todos, tenemos que ser apóstoles. En el Credo confesamos nuestra fe en un solo Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo dentro de la comunidad llamada Iglesia, una iglesia que, entre otras notas, es apostólica, porque se funda en la fe confesada y transmitida por los apóstoles y porque se sabe enviada al mundo entero para anunciar la misma fe con obras y palabras a todos.
 
¿Qué es ser apóstoles? La palabra apóstol es una palabra griega que significa enviado, poner a parte para llevar a cabo una misión. En el Antiguo Testamento aparecen muchos enviados de Dios. Moisés es enviado de Dios para sacar al pueblo israelita de la esclavitud de Egipto y llevarlo a la tierra de la libertad; David es enviado como rey para pastorear a su pueblo; los profetas con enviados para transmitir al pueblo la Palabra de Dios. Israel es un pueblo que se sabe enviado por el Señor, aunque a veces, como Jonás, huya y le dé la espalda. El gran apóstol de Dios es Jesucristo (cfr. Heb. 3,1); pero en el Nuevo Testamento aparecen muchos más como enviados del Señor, como el Padre lo había enviado a él. Así hablamos de los Doce Apóstoles, de los apóstoles Pablo y Bernabé, etc. A lo largo de la historia hay grandes apóstoles de distintas naciones como San Patricio en Irlanda, San Agustín de Canterbury en Inglaterra, San Bonifacio en Alemania; hablamos de San Juan de Ávila como el apóstol de Andalucía, o Santo Toribio de Mogrovejo, apóstol del Perú, etc.
 
Todos en la Iglesia tenemos que ser apóstoles del Señor: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación” (Mc 16, 15). Para eso nos ha escogido, para estar con él y enviarnos a hacer presente en Reino de Dios, es decir, la justicia, la vida, la verdad, la paz, la misericordia, el perdón y el amor de Dios para con todos. Las condiciones son: dejarse encontrar por el Resucitado y haber quedado seducido por él, convivir, entregarse, conocerle y seguirle a él como uno más del grupo de discípulos, y lanzarse a contagiar a los demás con el mensaje de Jesús.
 
El Concilio Vaticano II nos ha recordado que todos tenemos esa responsabilidad; por nuestro Bautismo todos estamos llamados al apostolado: hombres, mujeres, niños, adolescentes, adultos, mayores, ancianos, solteros, casados y viudos; en todos confía el Señor.
 
Tenemos que serlo en nuestra propia familia, en nuestro pueblo, villa o ciudad, en nuestra Castilla, España, etc., en el campo, fábricas, oficinas, bares, campos de futbol, paseos, mercados, etc. No hace falta desplazarse mucho, si nos quema el amor de Cristo y la situación de nuestros hermanos.
 
Una parcela del Señor que hoy precisa un cuidado especial por parte de la comunidad cristiana son los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. Tanto importa que el Papa Francisco ha convocado un Sínodo que se celebrará en octubre en Roma para tratar este tema. Es más, ha querido antes oír y escuchar a los mismos jóvenes por medio de consultas vía internet o presencialmente para conectar con sus alegrías y penas, proyectos y esperanzas.
 
Por razones obvias los que mejor pueden ser apóstoles de los jóvenes son los cristianos jóvenes y los sacerdotes jóvenes de edad y, sobre todo de espíritu. Pienso en nuestra Diócesis de Palencia y considero que los necesitamos.
 
Invito a los cristianos jóvenes a dejarse interrogar e interpelar por Cristo y discernir si él los llama a ser apóstoles de los apóstoles como Pedro, Pablo, Juan, Santiago, como los sacerdotes de nuestras parroquias... Responded de corazón, os sentiréis realizados, amigos alegres del Señor como Daniel y Álvaro. Merece la pena. Decídselo a algún sacerdote amigo, al Rector del Seminario, D. Aurelio, o a mí mismo, e iniciemos el proceso de preparación en el Seminario para ser apóstoles de todos, especialmente de los jóvenes.
 
Todos los que formamos la comunidad cristiana tenemos que pedírselo confiadamente al Señor, y, en la medida de nuestras posibilidades, colaborar en la colecta para mantener el Seminario.
 
Que San José, patrono de nuestro Seminario, interceda, juntamente con su esposa, Santa María, para que en nuestro seminario se veamos jóvenes que, como Jesús en Nazaret y en los caminos de Palestina, se preparan para ser apóstoles de los jóvenes.

Vivir respondiendo a la llamada que Dios nos hace.



Hablamos con Álvaro Pinto y Daniel Becerril, con nuestros seminaristas que están viviendo el “año de pastoral”. Sobre la vocación y la vocación al sacerdocio, sobre el reto de ser “Apóstoles para los Jóvenes”.

En vuestra opción por la vocación sacerdotal... ¿tenéis la sensación de que habéis elegido vuestra vocación? ¿O creéis que es Dios quien os ha elegido y habéis respondido?
 
Como todo don, la vocación no parte de uno mismo, no es algo que brota de mí, sino que parte de la iniciativa del Otro. En el caso de la vocación cristiana a la santidad (propia de todo bautizado), la iniciativa tiene su origen en el amor de Dios por cada uno de sus hijos y ante este Amor, que es el único que puede colmar el deseo de felicidad del hombre, no cabe otra respuesta que un SÍ. Así ocurre también en nuestra vocación sacerdotal.
 
Después de un largo tiempo de formación y discernimiento, ahora os encontráis en vuestro año de pastoral. ¿Cómo definirías este tiempo? ¿Es muy diferente el día a día en una parroquia, de lo que se vive en el Seminario?
 
La etapa pastoral está siendo un tiempo de Gracia, que nos está permitiendo disfrutar del día a día en la parroquia, del contacto con las familias, con los ancianos, los niños... está siendo un tiempo para conocer mejor la realidad diocesana y aprender a amarla en la concreción de la vida cotidiana. Una oportunidad de aprender junto a sacerdotes que nos han precedido en la respuesta fiel al Señor, en el servicio al Pueblo de Dios que peregrina en Palencia.
 
El seminario y la vida parroquial, como es lógico, tienen ritmos distintos pero, gracias a Dios, el tiempo de aprendizaje en el Seminario, nos prepara para poder después amar y servir en la parroquia. 
Nos dispone para poder entregarnos mejor a las necesidades de los fieles y abrir el horizonte de sus vidas al encuentro con Jesucristo.
 
El lema del Día del Seminario de este año es: “Apóstoles para los Jóvenes”. ¿Creéis que hoy en día el sacerdote es percibidos como un referente para los jóvenes?
 
A nadie se le escapa que, salvo contadas excepciones, los jóvenes no consideran a los sacerdotes como referente. Nuestro tiempo no se destaca por un especial aprecio o interés por lo que la Iglesia tenga que decir pero, eso no significa que la Iglesia no tenga nada que decir u ofrecer a los jóvenes o al mundo hoy. Es más, me atrevería a decir que la Iglesia tiene la llave para que la vida del hombre sea plena y eso es lo que el sacerdote, como apóstol, tiene que mostrar al mundo: la vida en Cristo.
 
Desde la Delegación Diocesana de Pastoral Vocacional y desde el Seminario se ha elaborado un vídeo sobre las vocaciones. En vuestro caso habéis optado claramente por la vocación sacerdotal, pero... ¿consideráis que es importante que cada uno descubra su vocación dentro de la Iglesia?
 
No es importante, es vital. Como señala el Concilio Vaticano II, todo bautizado está llamado a la santidad pero la respuesta a la llamada particular que Dios hace a cada hombre, abre su vida a la plenitud, a la felicidad. Uno podría empeñarse en vivir de forma contraria al camino que el Señor quiere para él, pero eso no será otra cosa que causa de frustración o de una vida incompleta. El llamado al matrimonio sería infeliz si “se empeñase en ser religioso” y el llamado al sacerdocio sería infeliz si “se empeñase en contraer matrimonio y formar una familia”.
 
Benedicto XVI en la JMJ de Sidney 2018, realizó varias preguntas a los jóvenes allí reunidos... ¿qué responderíais hoy vosotros a “Qué herencia dejaréis a los jóvenes que os sucederán”? Y ¿qué creéis que os distingue o qué debiera distinguiros, a vosotros que habéis optado por la vocación sacerdotal, del resto de jóvenes?
 
No sabemos cuál será la herencia que personalmente podremos dejar a los jóvenes que nos sucedan pero, si sé la herencia que la Iglesia dejará a las generaciones venideras, pues es la misma que nosotros hemos recibido y que, a su vez, recibieron los que nos han precedido, la certeza en la Verdad revelada que es el mismo Cristo. La única herencia capaz de abrir a la plenitud la vida del hombre.
 
Como todo el que vive respondiendo a la llamada que Dios le hace, nosotros hemos de ser testigos de la alegría, de la fe, de la esperanza... del amor de Dios. En la concreción de la respuesta a la vocación sacerdotal, hemos de dejarnos modelar por el Espíritu Santo para poder ser, cauce de la Misericordia de Dios en la vida sacramental.
 
La Diócesis de Palencia, todos nosotros como Iglesia creyente... ¿qué podemos hacer por vosotros, futuros sacerdotes, en esta Jornada del Seminario?
 
En esta jornada y en todas, rezar por nuestra santificación y la de todos los que ya son sacerdotes. ¡Necesitamos sacerdotes santos!
 
También es necesaria la oración por los jóvenes para que sean valientes en la respuesta a la llamada que el Señor les hace ¡Qué no tengan miedo!

lunes, 19 de marzo de 2018

Oración por las Vocaciones

El pasado 16 de febrero se celebró en el Seminario Mayor un encuentro con jóvenes de las parroquias, movimientos y grupos cristianos. Fue una oportunidad de situarse, con calma, ante la pregunta vocacional, y ante la respuesta que van afrontando en su vida al seguimiento de Cristo y ante su compromiso como cristianos en la Iglesia y en el mundo.


Necesitamos formarnos... “desde la vida y para la vida”




En la última quincena del mes de marzo, nuestra Diócesis ha vivido una intensa actividad formativa coincidiendo con la Cuaresma. Estos actos han supuesto también una concreción de las iniciativas a impulsar por el Centro Diocesano de Formación que está dando sus primeros pasos.

Bajo el título de “Charlas en Cuaresma”, el Salón Provincial acogió tres conferencias que nos ayudaron a situar distintas claves de nuestro Plan Pastoral.

El 5 de marzo, D. Rafael Aguirre Monasterio (Catedrático emérito de Sagradas Escrituras en la Facultad de Teología de la U. de Deusto) nos habló de “La interpelación actual del cristianismo de los orígenes”. Al día siguiente, “La cultura del Encuentro”, fue la protagonista desde la ponencia de D. José Luis Cabria Ortega (Decano y profesor de Eclesiología de la Facultad de Teología del Norte de España). Y, para finalizar este ciclo, el miércoles 7 de marzo, D. Gaspar Hernández Peludo (Profesor en la Pontificia de Salamanca y guionista de Mons Dei, Las Edades del Hombre) nos habló de “La montaña, lugar de encuentro con Dios”.

Asimismo, el 17 de marzo, se celebró en el Auditorio Caja España-Duero, la Jornada Diocesana de Formación. Una magnífica oportunidad para conocer de cerca la situación de nuestro mundo y de la Iglesia, y dibujar que perfil de laico que necesitamos en este tiempo.

El encargado de acompañarnos fue D. Pedro José Gómez Serrano (Profesor de Economía Internacional y Desarrollo en la U. Complutense de Madrid, y Profesor del Instituto Superior de Pastoral de Madrid), que habló sobre : “PASIÓN por JESÚS con de SER PUEBLO. Qué Mundo, qué Iglesia, que Laicos”.

domingo, 18 de marzo de 2018

La Hna. Carmen: 75 años de vida entregada

La Hna. Carmen reside en Palencia en el convento de “Las Moradas”, pared por medio del extraordinario Centro Psiquiátrico de San Luis y pared “pegada” con el convento de las Madres Carmelitas Descalzas, continuadoras de la fundación de Santa Teresa.
 
La Hna. Carmen ha cumplido los 94 años y durante 75 ha estado y sigue estando al servicio de la Iglesia, si usamos el pensamiento y lenguaje de su Padre Fundador, el Beato Padre Palau. El día 7 de marzo se han celebrado sus Bodas de Diamante como religiosa-misionera.
 
Ciertamente misionera por nombre y espíritu. Ha estado 17 años en Chile y ha visitado casi todos los países hispanoamericanos. Porque, siendo General de la Congregación, por obligación y por espíritu, recorría todas las Casas y ayudaba, con su enseñanza y ejemplo, a todas las Hermanas.
 
Bodas de Diamante. Misa solemne a las cinco de la tarde con la presencia y presidencia del Sr. Obispo, Monseñor Manuel Herrero, acompañado por otros cuatro sacerdotes. La capilla se llenó a tope, pues acudieron muchas religiosas de otras Comunidades Misioneras Teresianas, de distintas ciudades, y de la Residencia de San José que dirigen las Carmelitas Misioneras Teresianas en Palencia.
 
También asistieron muchos familiares de la Hna Carmen, llegados de Burgos y otros lugares. La Superiora Mª Jesús y la Comunidad acertaron a organizar, con mucho orden y solemnidad, la Ceremonia. Al final invitaron a un sabroso y abundante ágape.
 
El Sr. Obispo elogió la labor de una vida tan larga y misionera de la Hna. Carmen. Animó a todos a tener espíritu de Servicio a la Iglesia, tal y como admirablemente predicaba el Beato Francisco Palau.
Bodas de Diamante. Y a sus 94 años con una lucidez de mente extraordinaria. La Hna. Carmen es la bibliotecaria de la Comunidad y muy aficionada a conocer la historia de la Iglesia y de la Orden del Carmelo. En la Congregación “ha ocupado” todos los cargos y especialmente se ha especializado en la formación de las vocaciones jóvenes. Muy aficionada a la música y cantos religiosos.
 
El ordenador, la máquina de coser y la habilidad de sus manos con las madejas de lana, son el campo que domina a las mil maravillas. En el Colegio de Elche se rifan sus trabajos y el dinero sale para las Misiones. ¡Enhorabuena por tus habilidades y trabajos!

Repite muchas veces aquel lema maravilloso y tan cristiano del Beato Palau: “Vivo y viviré por la Iglesia”.

Germán García Ferreras. Capellán

viernes, 16 de marzo de 2018

Fiesta en el Colegio Sagrado Corazón de Venta de Baños

El pasado 14 de marzo nuestro Obispo se desplazó a Venta de Baños, para participar -en el Colegio-Seminario Sagrado Corazón, de los PP. Reparadores-Dehonianos- en la celebración del 175 Aniversario del nacimiento del P. Dehon, fundador de la Orden de los Sacerdotes del Corazón de Jesús. Tras la Eucaristía, visitó el Colegio y compartió un rato con los alumnos.



Presentación de Mons Dei y Ecclesia Dei



El pasado 9 de marzo, en la Colegiata de San Miguel, de Aguilar de Campoo, se dio un paso importante en el camino que nos lleva a Mons Dei con la presentación oficial de la exposición.
 
En el acto participó nuestro Obispo, que estuvo acompañado por Dña. Josefa García (Consejera de Cultura de la Junta de Castilla y León), Dña. Ángeles Armisén (Presidenta de la Diputación de Palencia), D. Gonzalo Jiménez (Secretario General de Las Edades del Hombre), Dña. María José Ortega (Alcaldesa de Aguilar de Campoo) y D. José Luis Calvo (Comisario de la Exposición).

MONS DEI

Aún no se sabe la fecha concreta de la inauguración -que depende de la agenda de la Casa Real- pero sí conocemos los capítulos en los que se desgranará el mensaje que Mons Dei quiere trasmitir. La exposición constará de siete capítulos.

Los dos primeros se ubicarán en la Iglesia de Santa Cecilia y llevan por título «Levanto mis ojos a los montes» (Sal 121, 1) y «Del Sinaí al Santuario» (Sal 67). El resto se irá desarrollando en la Colegiata de San Miguel y sus títulos son los siguientes: “La nubecilla del Carmelo”; “Cristo, el monte de salvación”; «Una ciudad puesta en lo alto de un monte» (Mt 5, 14); “La subida al monte de perfección”; y el último y conclusivo «Preparará el Señor para todos los pueblos en este monte un festín» (Is 25, 6).
 
En Mons Dei está prevista la presencia de algunos de los más grandes artistas y autores : Gregorio Fernández, Juan de Juni, El Greco, Alonso Cano, Goya, Berruguete, Alejo de Vahía... En lo referido al arte contemporáneo, habrá nombres de la talla de Daniel Quintero, Alfonso Galván, Luciano Díaz Castilla y Luis Feo. No faltarán artistas vinculados a nuestra tierra palentina como Antonio Guzmán Capel, Ursicino Martínez Ursi o Victorio Macho. Y también se realizará un pequeño homenaje al fallecido Venancio Blanco... un nombre presente en Las Edades del Hombre desde su génesis.

ECCLESIA DEI

Pocas realidades son capaces de aunar en la montaña a Dios y a los hombres como lo hacen las iglesias románicas, atrapadas por el tiempo en la montaña palentina. Por este motivo a esta edición de Las Edades del Hombre se le añade un epílogo que lleva por título Ecclesia Dei. Es una invitación a recorrer también el entorno y hallar cobijo entre sus templos románicos.
 
De esta forma, con unos itinerarios que recorren el corazón de la Montaña Palentina, las comarcas de Campoo, la Ojeda... se amplia el interés hacia nuestra tierra, que es la cuenta en España con más representación de arquitectura románica.


miércoles, 14 de marzo de 2018

Líneas en blanco



Hacer un Comunicado no es fácil. Hay que medir las frases... y muchas veces nos alargamos. Por eso llama la atención el que lanzó Unicef la semana pasada. Encabezamiento, firma y una frase seguida de líneas en blanco. Era, más o menos, así:
Informaciones sobre muertes en masa de niños en Ghouta y Damasco. Por Geert Cappelaire, responsable de UNICEF para Oriente Próximo:
 
“Ninguna palabra hará Justicia a los niños asesinados, sus madres, sus padres y sus seres queridos”.












Cómo lo estarán viendo para hacer esto. Un poco más tarde, Geert Cappelaire añadía en Twitter: “Ya no tengo palabras para describir su indignación y el sufrimiento de los niños”. Y Unicef se preguntaba: “¿Todavía tienen palabras aquellos que están infligiendo el sufrimiento para justificar sus actos bárbaros?”
48 horas seguidas de bombardeo. Más de 200 civiles muertos. Muchos de ellos... niños.
A mí ya me da lo mismo quién bombardee a quién. Esto tiene que parar ya.
Pero no me da lo mismo... la vida de gente que sencillamente quiere vivir. No me da lo mismo que sigamos mirando para otro lado. No me da lo mismo que tengamos la conciencia tranquila. Y no me da lo mismo el silencio internacional y el silencio de nuestros gobiernos.
El pasado día 23 el Papa nos pidió que rezáramos por la Paz. Hay que seguir haciéndolo.

Rezando y trabajando por la Paz. Hasta agotarnos.

Txomin Pérez

lunes, 12 de marzo de 2018

San Juan de Dios

El 8 de febrero, nuestro Obispo presidió la Eucaristía en la Fiesta de San Juan de Dios, patrono de los enfermos y de los hospitales, de los bomberos, y fundador de la Orden de los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios.


domingo, 11 de marzo de 2018

11 de marzo de 2018 - IV Domingo de Cuaresma «Laetare»

2 Crón 36, 14-16. 19-23. La ira y la misericordia del Señor serán manifestadas en el exilio y en la liberación del pueblo.
Sal 136. Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti.
Ef 2, 4-10. Muertos por los pecados, estáis salvados por pura gracia.
Jn 3, 14-21. Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por él.



Hoy es un domingo de alegría porque se acercan ya las fiestas pascuales. En ellas celebraremos nuestra salvación por pura gracia de Dios, que, estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo (2 lect.). La alegría que sintió el pueblo de Israel cuando fue liberado de la cautividad de Babilonia (1 lect.). La alegría de saber el amor que Dios nos tiene, que envió a su Hijo al mundo no para condenarlo, sino para salvarlo. Este don requiere por nuestra parte recibirlo con fe: todo el que cree en Él tendrá la vida eterna, no será condenado. Pero el que no cree en el nombre del Hijo único de Dios, ya está condenado (Ev.).

jueves, 8 de marzo de 2018

¿Cuánta libertad necesita el hombre?

[DOCAT 56] La libertad es un valor fundamental. Ser libre y actuar libremente es un derecho primario del hombre. Solo si decido libremente soy plenamente responsable de mis actos. Solo un hombre libre es capaz de dirigirse a Dios con amor y corresponderle. Solo libremente se puede crear una vida social y personal. Una y otra vez se ve coartada la libertad humana por condiciones de tipo político, social, económico, jurídico e, incluso, cultural. Arrebatarle al hombre su libertad o delimitársela sin causa es una gran injusticia, ya que cuando se hace se está vulnerando su dignidad e impidiendo el desarrollo de su persona.
 
En el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia: [135-137]


¿No consiste precisamente la “libertad” en poder decidirse también por el mal?

[YOUCAT 287] El mal sólo es aparentemente digno de interés y decidirse por el mas sólo hace libre en apariencia. El mal no da la felicidad, sino que nos priva del verdadero bien; nos ata a algo carente de valor y al final destruye nuestra libertad.
 
En el Catecismo de la Iglesia Católica: [1730-1733, 1743-1744]

Diez maneras de amar


martes, 6 de marzo de 2018

La Capilla de San Gregorio



La Capilla de San Gregorio  y sus contenidos han llegado inalterables hasta nuestros días. No ha tenido cambios en su advocación.

Es una de las fundaciones más importantes de la catedral. Fue patronazgo de la familia Arce, emparentada con el obispo Fray Alonso de Burgos. El principal patrono fue el Juan de Arce que asistió al Concilio de Trento, lo que prueba su prestigio cultural y sus garantías para desarrollar una importante labor de mecenazgo. El Arcediano del Alcor, en la Silva Palentina le presenta como “varón de muchas letras divinas y humanas e insigne teólogo”. Su gusto estético se adapta al nuevo estilo renacentista impuesto años anteriores en el retablo mayor de la catedral. Su autor preferido era Juan Ortiz el Viejo I, de formación vigarnista.

En 1528 le concedieron tres sepulturas en la capilla para él y sus descendientes, obligándose a hacer mejoras en la misma. Continuó la labor de enriquecimiento artístico de la capilla. La decoró con pinturas y esculturas, debidas a la mano de diferentes autores, entre los mejores del medio palentino de entonces.

En aquella época predominaba el mecenazgo que se establece a través de la compra de sepulturas o de capillas enteras. Los personajes que las contratan eran dignidades, en menor medida nobles y letrados. Se establecen contratos pormenorizados entre el cabildo y estos personajes. Así, se establecía el número y forma de los enterramientos, en los que se suele evitar los bultos y los arcosolios, lo que es una razón de que existan tan pocos en la catedral.

Hay también la obligación del patrono de poner reja, retablo, decoración y objetos de culto. Y de atender a las capellanías. Por último, el patrono paga una cantidad a la catedral tanto en dinero como en renta perpetua. Según esta modalidad de patronazgo se decoran gran número de capillas de la catedral y de retablos, puesto que la mayor parte de aquellas se encontraban sin decorar al comienzo de este periodo. Por ello fue una contribución decisiva el mecenazgo artístico durante el S. XVI.

Juan de Arce mandó hacer el retablo principal de la capilla, dedicado a San Gregorio, que muestra un cierto paralelismo con el mayor del convento de San Pablo de Valladolid. En el centro está el Papa San Gregorio rodeado de obispos y presbíteros elevando la sagrada forma.

A la izquierda, el retablo de San Cosme y Damián, de estilo plateresco. En la parte inferior (predela) los santos titulares del retablo, sustituyendo la pierna gangrenada de un enfermo por la de un negro. En los dos compartimentos del cuerpo principal, van las imágenes de San Cosme y San Damián. La escultura de San Matías, que ocupa el centro del cuerpo del retablo no se la describe en este lugar en 1564, por lo que se deduce que se coloco posteriormente. Su estilo es de un manierismo ecléctico de esa época, y aunque ha tenidos varias atribuciones, hay que vincularla con obras del escultor palentino Juan Ortiz Fernández. En la pared izquierda, en 1535 se erigió el sepulcro de D. Juan de Arce.

Amador Valderrábano


lunes, 5 de marzo de 2018

La camilla y el perdón. Las preguntas de Jesús en el Evangelio de Marcos

José-Román Flecha Andrés
Ed. Monte Carmelo
 


Las primeras preguntas que aparecen en el Evangelio de Marcos preceden inmediatamente al perdón y la curación que Jesús ofrece a un paralítico. Jesús pide al paralítico ya curado que recoja su camilla y se la lleve con él. Y, efectivamente, eso es lo que él hace. El perdón y la curación reflejan el don del Señor. Pero la camilla representa la responsabilidad y la tarea del hombre curado. Esta primera pregunta nos recuerda que el Evangelio de Marcos nos presenta a Jesús como el Hijo de Dios, cargado de humanidad.
 
Estas reflexiones han sido transmitidas a lo largo de varios años a través de los micrófonos de Radio Vaticano.


domingo, 4 de marzo de 2018

Cursillista de Cristiandad

Nuestro Víctor tenía un grandísimo interés en ser un cristiano completo, en su formación y, mucho más, en su comportamiento, lo mismo en el trabajo que en la vida social ordinaria. Eso mismo quiso para su familia; por eso lo que más deseaba era darles una formación humana y cristiana.

Víctor se preparó para el apostolado de los enfermos, perteneciendo a los Oratorios de San Felipe Neri. Saber tratar a los enfermos. Se preparó para la vida espiritual acudiendo a Santa Teresa, San Juan de la Cruz y a la soledad del desierto de las Batuecas, en tierras de Salamanca y Extremadura.
 
Víctor se preparó intensamente para el apostolado, perteneciendo al Movimiento de los Cursillos de Cristiandad. Su comportamiento como cursillista no pudo ser más ejemplar, como lo demuestra lo siguiente: “Pasó de Medina del Campo a Madrid, como consecuencia de la crisis económica. Trabajó como peón en la fábrica embotelladora de Pepsi Cola”.
 
Él mismo nos relata cómo trataba de tener amistad con todos los obreros y les ayudaba siempre en los cambios de horario. Había tres turnos: mañana, tarde y noche. Él se lo cambiaba a quién se lo pidiera, por muy distintas razones. En la fábrica hacía apostolado de los Cursillos de Cristiandad, se ofrecía a suplirles durante el Cursillo y... hasta estaba dispuesto a abonar la cuota correspondiente. Lo importante no era el dinero, sino que ellos, sus compañeros de trabajo, hiciesen los cursillos.
 
Más aún, “él mismo se encargaba de conseguir los permisos correspondientes”. Está claro que Víctor era un cursillista completo y su preparación espiritual era para vivirla en alabanza a Dios y para bien de sus compañeros de trabajo.
 
Durante el viaje maravilloso del Papa Francisco por Chile y Perú, al escuchar los discursos del Papa y observar su comportamiento tan humano, recordamos, y mucho, el comportamiento de apostolado de Víctor, con sus palabras y sus gestos. El Papa les dijo a los obispos y sacerdotes: “Tenemos que volver a la calle. No podemos quedarnos con la homilía dominical”. Tenemos que ser Iglesia en salida y no quedarnos en la sacristía.
 
Víctor, en su apostolado y vida de trabajo, perteneciendo a los Cursillos de Cristiandad, tenía que recordar continuamente una de las estrofas del Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz que dice así: “Buscando mis amores / iré por esos montes y riberas; / ni cogeré las flores, / ni temeré las fieras / y pasaré los fuertes y fronteras”.

Germán García Ferreras


4 de marzo de 2018 - III Domingo de Cuaresma

Éx 20, 1-17. La ley se dio por medio de Moisés.
Sal 18. Señor, tú tienes palabras de vida eterna.
1 Cor 1, 22-25. Predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los hombres; pero para los llamados es sabiduría de Dios.
Jn 2, 13-25 Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.



La 1 lect. de hoy nos presenta los mandamientos que Dios reveló a Moisés. Una ley que es perfecta, que es descanso del alma, unos mandamientos que son verdaderos y enteramente justos, palabras de vida eterna (cf. salmo responsorial). Si se valoraran estos preceptos del Señor, ¿sería el mundo como es, tan lleno de injusticias y maldades? ¿Valoramos nosotros hoy esos mandamientos?... En la 2 lect. se nos habla de Cristo crucificado como expresión de la fuerza de Dios y de la sabiduría de Dios. Su cuerpo, templo de Dios, será destruido en la muerte en la cruz, pero al tercer día resucitará (Ev.). Esto nos llena de esperanza a los muertos y resucitados con Él en el bautismo.

viernes, 2 de marzo de 2018

El Via Crucis

Cristo Camino del Calvario, La Verónica. Relieve anónimo, escuela castellana, S.XVII (h.1640). Parroquia de San Miguel (Saldaña)
El rezo del Viacrucis en Cuaresma, sobre todo los viernes, y muy especialmente el del Triduo Pascual, es una de las devociones más arraigadas en nuestra Diócesis. El pueblo creyente medita y reza la Pasión y Muerte del Señor con devoción, recorriendo catorce estaciones que van desde la condena de Jesús hasta su Santo Entierro. San Juan Pablo II añadió una estación más: Jesus resucitó al tercer día de entre los muertos.

Tiene su origen en el S. IV en Jerusalén. Los peregrinos que acudían a la ciudad santa recorrían la llamada posteriormente “vía dolorosa” meditando la Pasión del Señor. La costumbre se extendió por Occidente poco a poco y se consolidó a partir del S. XII.

Fueron, con toda seguridad, los Franciscanos los primeros en establecer la devoción al Santo Viacrucis. Llegaron a Tierra Santa en 1217, y se les concedió la custodia de los santos lugares en 1342 por Clemente VI, contribuyendo a la devoción de la Pasión, Muerte y Resurrección. Más tarde los Dominicos iniciaron el rezo del Viacrucis, con los misterios dolorosos de la Pasión.

La primera vez que se utiliza la palabra Viacrucis con sus estaciones, tal como hoy las conocemos, fue en 1458, y el autor fue un peregrino inglés llamado Guillermo de Wey. Ante las dificultad de peregrinar a Tierra Santa, ocupada por los musulmanes desde el S. XV, Inocencio XI concedió en 1686 a los franciscanos el derecho a erigir estaciones en sus iglesias y declaró que todas las indulgencias obtenidas por visitar los Santos Lugares de  Jerusalén fuesen concedidas a los que hiciesen esa práctica en sus templos.

Benedicto XIV exhortó en 1773 a todos los sacerdotes a enriquecer las iglesias con el tesoro del “viacrucis”, y se comenzaron a colocar cruces y cuadros bendecidos en todas las parroquias, y se convocó al pueblo cristiano a ejercitar esta santa devoción.

En muchos retablos -del XVI, XVII y XVIII- encontramos temas relacionados con el tema, como son las tres caídas, la Verónica, o el encuentro de Cristo con su Madre. Escenas tomadas de los evangelios canónicos y también de los apócrifos.

Señor, Dios nuestro que has querido realizar la salvación de todos los hombres por medio de tu Hijo, muerto en la cruz, concédenos, te rogamos, a quienes hemos conocido en la tierra este misterio, alcanzar en el cielo los premios de la redención.


Ecclesia Dei - La Iglesia de Dios

La exposición Mons Dei, organizada por Las Edades del Hombre que se va celebrar, D. m., en Aguilar de Campoo, desde mayo a noviembre de este año, tiene una extensión, un añadido y complemento por los alrededores de la villa aguilarense titulado Ecclesia Dei, la Iglesia de Dios.
 
Los que lo deseen podrán visitar, admirar y gozar en una serie de templos románicos que son el orgullo del norte palentino. Iglesias, por ejemplo, de San Salvador de Cantamuda, Mave, Barrio de Santa María, Perazancas, Moarbes, San Andrés de Arroyo, etc.
 
El objetivo de esta extensión de Las Edades del Hombre es presentar la riqueza románica de nuestra Diócesis y Provincia. Yo diría que, en primer lugar, es ayudar a percibir o intuir que la presencia de Dios; esta no se refleja únicamente en las obras de arte, expresiones de la sed de belleza infinita que lleva el hombre en su misma estructura, sino que, eminentemente y por la acción del Espíritu Santo, brilla en la comunidad cristiana que se reúne en una casa o templo que llamamos iglesia.
 
El título indica que la Iglesia, el Pueblo de Dios reunido en asamblea, no es hechura humana; es obra y propiedad de Dios.

Toda familia formada por un padre, una madre y los hijos necesita una vivienda digna en la que compartir la vida desde el amor, una vivienda estructurada de tal forma que exprese su vida. Así también la comunidad cristiana. Los bautizados formamos la familia de Dios, porque reconocemos que Dios es nuestro Padre, que nos ha hecho sus hijos; que Jesús, el Hijo de Dios y hombre como nosotros, nos hace hermanos y coherederos con Él; que por nuestras venas fluye una misma vida, un mismo Espíritu Santo. Somos todos miembros de la familia, pero cada uno con su identidad y función en bien de todos.

En la casa de esta familia hay un cimiento, firme como la roca firme, que es la fe en Cristo. Él lo es todo para nosotros y está representado de muchas y diversas maneras, por ejemplo, en el sagrario, la cruz , el viacrucis, diversas imágenes que representan en su nacimiento, en su vida pública, en su muerte, resurrección, etc. En esta casa singular hay una mesa, el altar, donde el Padre parte el Pan de vida y los hijos lo comemos en alegre fraternidad con acción de gracias; hay una Palabra que compartir, la Escritura proclamada desde el ambón; hay, también, una sede desde la que el ministro ordenado representa a Cristo que es nuestra Cabeza, Maestro, Señor, y Pastor. Otro lugar destacado es la sede de la Misericordia y del Perdón, el lugar de la Penitencia.

En los templos hay imágenes de la Virgen María, del santo patrón y otros santos vinculados a la comunidad; y es que esta familia no la formamos únicamente los que hoy vivimos; también los santos que son los mejores hijos de la Iglesia. Forman parte de la misma los difuntos, los que nos precedieron en la fe y en la esperanza; es verdad que ya no se entierra en los templos, salvo contadísimas ocasiones, pero en algunas iglesias todavía pueden verse sepulturas en el suelo.

¿Qué espacios resaltar de esta casa? En los templos está expresado lo fundamental de la vida cristiana para quien sabe ver lo invisible a través de lo visible que son la fe, la esperanza y la caridad. La puerta, que es la fe en Cristo y el Bautismo, que nos hace libres. Hay asientos, porque no somos esclavos sino hijos. Las paredes o muros representan a la doctrina y la oración; la caridad está expresada en la argamasa o cemento que une a las piedras; el techo expresa que la comunidad está abierta a todos para acoger a los que buscan un techo, un hogar, un calor. En los templos hay lámparas y velas, que nos hablan de la misión de la comunidad que es iluminar y alumbrar con las buenas obras. El suelo del templo insinúa la humildad de Cristo y nuestra humildad. En muchas iglesias hay un coro, indicando que la vida de la comunidad tiene que ser un himno alegre de alabanza al Señor, un himno sinfónico, donde se articulan y ensamblan las voces distintas de las personas diversas y unidas en armonía. Las columnas representan a los apóstoles y la caridad.

Pegada o junto a la iglesia o templo hay una torre o una espadaña que apunta al cielo; alude a nuestra esperanza, la gloria. La torre tiene campanas, que convocan a la reunión orante y a la celebración, al igual que al testimonio cristiano visible y audible en la sociedad por el amor que es paciente, benigno, no tiene envidia, no presume, no se engríe, no es egoísta, no lleva cuentas del mal, no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad... (cf. I Cor, 13,4-8). La puerta invita a salir y llevar la paz vivida y celebrada a la convivencia social.

Por las ventanas penetra la luz y el aire, el amor del Espíritu Santo, que ilumina y, con el incienso, perfuma todas las personas y cosas.

Que la belleza de las iglesias de piedras muertas nos ayude a percibir el misterio de la iglesia formada por piedras vivas.

Ante las ofensas a los sentimientos religiosos




Las ofensas públicas contra los cristianos -puestas de nuevo de manifiesto en los pasados carnavales- la Federación de Comunidades Judías de España, la Conferencia Episcopal Española, la Comisión Islámica de España y la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, hayan emitido un comunicado conjunto en el que muestran su preocupación y tristeza por la ofensa a los sentimientos religiosos y piden respeto.

Tras afirmar que se ha avanzado mucho en combatir la discriminación por diversas razones, creen que queda mucho por hacer: «Las ofensas contra los sentimientos religiosos aún gozan en nuestro país de una tolerancia social incomprensible. En España se profanan templos y símbolos; se hace burla y escarnio público de los referentes más sagrados de la fe religiosa de millones de personas, con total impunidad y tolerancia».

Manifiestan que en lo sucedido en las últimas semanas, cuando cristianos, judíos y musulmanes, que con distintas sensibilidades comparten el respeto o devoción figuras como las de Jesús o María... se puede observar «con dolor un espectáculo bochornoso con provocaciones que ninguno admitiríamos si la ofensa fuera dirigida contra los sentimientos o valores compartidos de otros colectivos».

Afirman no entender la tolerancia y complicidad que hay con las ofensas religiosas y ven «inaceptable» que se amparen bajo la libertad de expresión. «No es un derecho absoluto. Tiene sus límites, como todo derecho, y no puede invocarse para vulnerar otra libertad ni otro bien jurídico protegido por las leyes, como son la libertad religiosa y los sentimientos religiosos vinculados a esa libertad, claramente definidos y protegidos en nuestra legislación».

El comunicado finaliza expresando el compromiso por la paz, la tolerancia, la integración y la convivencia en libertad en aras del bien común: «Solo pedimos respeto mutuo, para creyentes y no creyentes».

jueves, 1 de marzo de 2018

Apostolado de la Oración - Marzo 2018

General: Por las vocaciones al sacerdocio, al diaconado y a la vida consagrada para que los jóvenes escuchen la llamada del Señor y respondan con generosidad a ella.

Por la Evangelización: Para que toda la Iglesia reconozca la urgencia de la formación en el discernimiento espiritual, en el plano personal y comunitario.

Los insultos a la fe católica

En España hemos asistido, en los últimos años, a unos cambios sociales rápidos y profundos. A no pocos estas corrientes de aire los han acatarrado y privado de voz. No sólo han cambiado las costumbres y valores, sino que la vida cotidiana de las gentes ha dado un profundo vuelco. También se ha transformado el sentimiento de pertenencia a una fe religiosa, a una parroquia y a una Iglesia.
 
La aconfesionalidad del Estado (bien recibida en su momento) nos viene desde los años en que, habiendo estrenado democracia, los españoles nos dimos una Constitución que pretendía superar enfrentamientos civiles. No olvidemos que la ley de libertad religiosa, primero fue votada por la Iglesia católica en el Concilio Vaticano II; más tarde llegó a una España que, durante bastantes años, sólo había conocido el nacional-catolicismo. 

Entre los cambios más recientes de los que algunos (no muy mayores) hemos sido testigos, podemos destacar la relación entre cristianismo y sociedad. Muchos, creyentes y no creyentes, no acaban de entender cuál es su puesto en la sociedad de hoy. Me pregunto por qué tendremos tanta dificultad (al menos en la práctica) para distinguir conceptos tan elementales como “sociedad”, “Estado” y “gobierno”. ¿Intereses políticos?, ¿prejuicios ideológicos?, ¿mala fe?, ¿ignorancia jurídica?

Nos enseñaron que antes que el Estado y, por supuesto, mucho antes que un gobierno, está la “sociedad”. En la sociedad española, guste o no, hay muchos ciudadanos que profesan el catolicismo, con más o menos coherencia (pero esta es otra cuestión).

Todo gobierno bien nacido (con sus partidos opositores y demás grupos) tienen la obligación de servir a la sociedad, y deben reconocer (y respetar) el credo religioso mayoritario que se profesa en ella. Respetar también sus símbolos, y no parapetarse detrás de la “libertad de expresión” para atacarlos impunemente. Vean las blasfemias que un pregonero, con la venia del “alcalde rupturista” de Santiago de Compostela, ha excrementado últimamente en un discurso que él mismo (para más “inri”) ha llamado “apostólico”. No son los únicos insultos.

Cualquier gobierno que quiera ganarse un prestigio, debe ante todo mostrarse exquisitamente respetuoso con la libertad de conciencia de todos y cada uno de sus ciudadanos. ¿Es tan difícil entender esto? Mirando la cara que ponen algunos políticos y la praxis de los mismos, parece que sí.
La sociedad es anterior al Estado. Y el Estado está para servir a la sociedad, hoy plural en ideas y creencias, aunque con una fuerte presencia católica. No todos los ciudadanos son católicos; pero los que lo son deben ser respetados profundamente y no tratados marginalmente.

¿Qué nos insultan? Miremos para otro lado (nos dicen algunos).

¡No, mil veces! Los católicos no tenemos por qué huir con nuestras creencias al desierto. No tenemos por qué escondernos en ninguna sacristía. Con nuestra fe (y no a pesar de ella) somos ciudadanos de pleno derecho. Con humildad, pero sin complejos.

¿Perdonar? Sí, pero solo a los arrepentidos; no a los que alardean de sus insultos y encima los revisten con una capa dorada y muy cotizada: “¡Son libertad de expresión!”.

En una sociedad democrática, las aportaciones de los católicos deberían verse como algo normal y hasta muy útil para dicha sociedad. Lo que sí es peligroso (y sospechoso) es que los católicos tengamos que claudicar por miedo al griterío de ciertos colectivos que, aun siendo minoritarios, vocean mucho, representan poco y encima andan bien subvencionados.

Eduardo de la Hera Buedo