domingo, 30 de abril de 2017

30 de abril de 2017 III Domingo de Pascua

  • Hch 2, 14. 22-33 No era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio 
  • Sal 15 Señor, me enseñarás el sendero de la vida 
  • 1 Pe1, 17-21 Fuisteis liberados con una sangre preciosa, como la de un cordero sin mancha, Cristo 
  • Lc 24, 13-35 Lo reconocieron al partir el pan

El domingo, el primer día de la semana, es el día de nuestro encuentro con Cristo resucitado en la Eucaristía como aquellos dos discípulos de Emaús; pero no hubieran podido reconocerle en la “fracción del pan” si antes no le hubieran acogido como compañero de camino y no hubieran escuchado su Palabra (Ev). 

Así, en la Misa nos acogemos mutuamente, escuchamos la Palabra de Dios y participamos en la comunión eucarística. 

Acogiendo a Cristo, con cuya Sangre hemos sido redimidos (2 Lect), él nos enseña el sendero de la vida y nos llena de gozo. 

Y no nos entregará a una muerte eterna sino que resucitaremos con él y nos saciará de alegría perpetua (1 Lect y Sal).

1º de Mayo Fiesta del Trabajo

El día 1º de Mayo celebramos el Día Internacional del Trabajo. Es una jornada para recordar y hacer memoria agradecida de todas las personas que a lo largo de la historia gastaron su vida para crear unas condiciones laborales más justas y humanas. El 1º de Mayo sigue siendo hoy una jornada de manifestaciones y reivindicaciones obreras para denunciar la situación de precariedad en el trabajo y demandar unas mejores condiciones de vida para los trabajadores. 

Para los cristianos celebrar el 1º de Mayo es celebrar la presencia amorosa de Dios en el mundo. Esta presencia de Dios se hace visible en cada rostro, en cada ser humano, cuando la persona es el centro y sujeto de la actividad laboral; cuando el trabajo sirve a las personas para desarrollarse, para ejercer la vocación para la que Dios le agració; cuando es capaz de crear vínculos sociales y de comunión con los compañeros; cuando se respeta la dignidad de cada persona y se garantiza una vida digna para el trabajador y su familia. Así entendido, el trabajo se convierte en un derecho y un deber que los gobernantes y los agentes sociales han de procurar. Este modo de entender el trabajo es también clave para entender la cuestión social, para comprender la justicia o la injusticia, las desigualdades, la pobreza de muchos o la riqueza de unos pocos.

En nuestra sociedad se han roto estas características que hacen de la actividad laboral una actividad humana y humanizadora. La persona ya no es el centro de la actividad laboral, es un objeto, una variable más dentro de la economía. Las consecuencias son dramáticas: paro, precariedad laboral, trabajos sin derechos, sueldos que no dan para garantizar una vida digna a las familias, aumento de los accidentes y enfermedades profesionales, trabajar más horas de las convenidas sin que sean pagadas, estar disponible las 24 horas del día en función de la producción, tener que emigrar porque el trabajo es una mercancía y se oferta allí donde es más rentable y no donde es más necesario. Consecuencias todas ellas, y otras muchas, que palpamos a nuestro rededor, que sufren muchos de nuestros familiares, vecinos, amigos.

En la Iglesia ante estas situaciones no puede mirar para otro lado, ha de vivir la caridad política construyendo unas relaciones laborales más humanas, más acordes con el Plan de Dios. Las Escrituras y la Doctrina Social de la Iglesia nos dan luz para avanzar por este camino. Los Evangelios están llenos de páginas que aluden a la noble tarea del trabajo humano. El mejor ejemplo nos lo da el mismo Jesús que vivió la mayor parte de su vida siendo el Obrero de Nazaret. La Encíclica Laborem exercens de San Juan Pablo II y la Encíclica Laudato Si del Papa Francisco, que sin abordar específicamente el tema del trabajo, sí lo incluye al ser un componente más de la vida social y del cuidado de la naturaleza, son dos buenas actualizaciones del Evangelio del trabajo para nuestro mundo de hoy. O como se afirma en la Gaudium et Spes diciendo que los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, son los mismos que los de los seguidores de Cristo.

Hay muchas personas en la sociedad empeñadas en un mundo mejor para los trabajadores. También la Iglesia se suma a este empeño desde la coordinadora “Iglesia Unida por un Trabajo Decente” en la que participan movimientos, parroquias, delegaciones eclesiales, y quiere ser una llamada a los cristianos a implicarse más activamente en trasformar la realidad. Toda comunidad diocesana está llamada a ser Buen Samaritano para el caído, excluido, herido, marginado de nuestro tiempo, que hoy tiene rostro de parado, de maltratado laboralmente.

Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)

viernes, 28 de abril de 2017

Recomendamos: Un Libro

365 días con Madre Teresa
José L. González-Balado y Janet N. Playfoot. Ed. San Pablo

 
Una selección de textos de la Madre Teresa, procedentes de cartas, consejos, directrices espirituales, conferencias, ruedas de prensa y entrevistas de la fundadora de las Misioneras de la Caridad, y de sus conversaciones con sus Hermanas y con colaboradores de su obra, que constituyen un fiel reflejo de la humildad y misericordia de la santa de los Pobres y de su entrega a los demás sin límites. 


Su ejemplo y su mensaje acompañarán al lector a través de estos pensamientos ordenados para cada día del año, le contagiarán de su caridad y su inmensa bondad y le acercarán así a Dios a través de los Pobres

jueves, 27 de abril de 2017

Bicentenario de las HH de la Compasión

Aguilar acoge el 30 de abril un homenaje encuentro a las Hermanas de la Compasión, con motivo de la celebración del bicentenario de su fundación.

En este sentido, el día 30 a las 13h se celebra la Eucaristía y posterior homenaje en el Cine Amor.
Del 22 de abril al 7 de mayo tiene lugar una exposición fotográfica Compasionista que podrá verse en los escaparates de la plaza.

El 1 de noviembre de este año se cumplen 200 años del nacimiento de la Congregación de Hermanas de Ntra. Sra. de la Compasión. Y la comunidad de Aguilar quiere agradecer la labor y entrega de las religiosas en la villa galletera.

miércoles, 26 de abril de 2017

San Isidoro. Su fiesta se celebra el 26 de abril

Escultura en madera tallada y policromada. Siglo XVII, autor anónimo. Iglesia de Nuestra Señora del Castillo. Villalcón.
Unos opinan que nació en el 556, en Cartagena y otros que en Sevilla. Hijo de una importante familia hispano-goda, emparentada con la monarquía, y hermano de San Leandro, obispo de Sevilla, Fulgencio obispo de Cartagena y Écija, y Santa Florentina abadesa. Sus padres les educaron en la fe cristiana con el ejemplo y con los mejores maestros de la época.

Realizó estudios en Sevilla adquiriendo una muy sólida formación. A la muerte de su hermano Leandro, fue elegido su sucesor como arzobispo de Sevilla en el 599. Presidió el segundo sínodo provincial de la Bética en Sevilla (618-619) en el que se aceptó la doble naturaleza, humana y divina de Cristo, de acuerdo con los Concilios Ecuménicos de Nicea (324) y Constantinopla (381), y condenando la herejía arriana. A edad avanzada presidió el IV concilio de Toledo (633), en el que se requirió que todos los obispos estableciesen seminarios, escuelas catedralicias, estudios de latín, griego, derecho, medicina y teología para que el clero estuviese bien preparado. En este Concilio tuvo mucha participación e importancia Conancio, obispo de Palencia.

San Isidoro marcó la unificación litúrgica de la España Visigoda (rito hispano, mozárabe o isidoriano) utilizado en España hasta la implantación del rito romano en el S. XI. Su obra culmen fue las famosas Etimologías. Junto a su hermano Leandro contribuyó a la conversión de Recaredo a la fe católica.

Murió en Sevilla el 4 de abril del 636, y fue enterrado en una ermita a las afueras de la capital, donde permanecieron sus restos hasta el traslado a León en el 1063.

Fue canonizado en 1598, y en 1722 el papa Inocencio XIII lo declaró doctor de la Iglesia universal.

El arte le representa vestido de obispo, con mitra, báculo y un libro. Es frecuente encontrarlo en las iglesias de la diócesis que pertenecieron a León. El monasterio de la Trapa en Dueñas, llamado de San Isidro, se llamó en la época visigótica de San Isidoro.

Texto: José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio

Oración

Señor, Dios nuestro, que has querido infundir en san Isidoro tu admirable doctrina, concédenos, por su intercesión, permanecer fieles a esa misma doctrina y modelar conforme a ella nuestra propia conducta.

lunes, 24 de abril de 2017

Catequesis para Jóvenes y Adultos en Ampudia

El Camino neocatecumenal, a partir del 25 de abril, celebra en la parroquia de Ampudia catequesis para jóvenes y adultos. Los encuentros comnezarán a las 20h en la parroquia de San Miguel.

425 años de presencia de los Hnos de San Juan de Dios en Palencia

Eucaristía en la Fiesta de San Juan de Dios. Presidida por nuestro Obispo,
fue el momento de comienzo de los actos de este 425 Aniversario.
Los primeros Hermanos de san Juan de Dios vinieron a Palencia para trabajar en la ciudad en 1592. Habían sido llamados por el Canónigo D. Jerónimo Reinoso para que atendieran a los enfermos convalecientes del Hospital san Antolín, institución perteneciente a la Catedral, según el estilo sanitario denominado Catedralicio. Esta costumbre de hospitalidad catedralicia está basada en un mandato conciliar de Nicea, 325.

Era D. Jerónimo a la sazón Provisor del Hospital de san Antolín por asignación de su obispo y Cabildo Diocesano. Se trataba de un prestigioso miembro de la diócesis palentina pues había estudiado teología en la Universidad Pontificia Salmantina, y, posteriormente, en Roma, bajo la protección de su tío el Dominico Francisco Reinoso, ahora secretario del Papa Pío V, y, posteriormente, obispo de Córdoba, España. Dn. Jerónimo fue un buen amigo y consejero de santa Teresa de Jesús y su confesor cuando la santa residía en Palencia.

D. Jerónimo Reinoso, siendo responsable del hospital palentino venía observando que los enfermos dados de alta por curación en el Hospital, al no estar bien rehabilitados ni suficientemente alimentados, recaían frecuentemente en sus pasadas enfermedades, ACP. Para solucionar este problema, mandó construir, con sus propios medios económicos, una sala de Convalecencia que aliviara estos problemas de recaídas en la enfermedad. Y esta fue la causa y razón de que solicitara la presencia de dos Hermanos de Juan de Dios y atendieran esta nueva instalación hospitalaria. Dos años después se instalaron en la ciudad cuatro Hermanos venidos de Valladolid y de Madrid, para hacerse cargo, por indicación del rey Felipe II y con la supervisión del Ayuntamiento y del Obispado, del Hospital san Blas, en el barrio de la Puebla. Hoy Plaza de san Lázaro.

El Obispo de Córdoba Francisco Reinoso, tío de D. Jerónimo, fue un gran protector y formador de los Hermanos de Juan de Dios quienes atendían y dirigían por mandato del rey Felipe II el Hospital de san Lázaro en dicha ciudad. Incluso este obispo  les daba clases a los Hermanos sobre asistencia  y ordenación hospitalaria e, incluso, les escribió un Reglamento de régimen interior del Hospital cordobés a finales del siglo XVI. Datos que podemos contrastar en el libro de Fray Gregorio de ALFARO: Vida del Ilustrísimo S.D. Francisco de Reynosso, obispo del Cordoba. Valladolid. Editado con privilegio en Valladolid, por Francisco Fernández de Córdoba, 1617. Este ejemplar está registrado y conservado en el Archivo Catedralicio de Palencia. Las Reglas y Constituciones que han de guardar los Hermanos de Juan de Dios que residen en el hospital Real de san Lázaro de esta ciudad de Córdova están fechadas y editadas en casa de Andrés Barrera, Impresor y mercader de libros, año de 1599. Las citamos en nuestro libro: Enfermería: filosofía, historia y gestión. 2ª edición 2016, pág. 193.

C. Eseverri Chaverri

Desmontando mitos

Sabemos que existen muchos tópicos sobre la Iglesia, la labor que desarrolla, su financiación... A veces a los católicos nos cuesta contestar y argumentar correctamente sobre comentarios que escuchamos en el día a día, en nuestra vida cotidiana a personas cercanas a nosotros. Hay que desmontar muchos mitos.

¿Cuántas veces has oído decir que la muralla china se puede ver desde la luna? Pues siento decirte una cosa... no se ve. Es solo una de tantas creencias populares que son falsas...
 
¿Quieres escuchar otra? “El Estado Español paga cada año miles de millones de euros a la Iglesia Católica”. Pues nada más lejos de la realidad. La Iglesia recibe del Estado la cantidad de dinero que los contribuyentes deciden libremente al marcar la casilla a favor de la Iglesia en su Declaración de la Renta. Algo más de 250 millones de euros en 2015.
 
Es un ejercicio voluntario de cada contribuyente, que decide destinar el 0,7 % de sus impuestos a ese fin. Y libre, pues puede marcar la casilla de otros fines sociales, las dos si lo prefiere. O incluso ninguna de ellas.
 
Hay quien dice que “la Iglesia recibe 11.000 millones de euros al año”. Otros, que son 13.000 millones. La verdad es que hay personas que suman todo lo que encuentran, llegando a una cifra, que no es un dato real. Porque la Iglesia presta muchos servicios a la sociedad en materia sanitaria, educativa, social... y el Estado colabora económicamente en algunos de estos proyectos, que nos benefician a todos y que son derechos demandados por la sociedad y los ciudadanos.
 
¿Verdad que has escuchado alguna vez que a los ratones les encanta el queso? Pues lo cierto es que prefieren alimentos con azúcar o la fruta. Esa es una creencia tan errónea como pensar que “la Iglesia católica es la única que no paga el IBI”... Ni las onegés, ni otras asociaciones, fundaciones, instituciones ni las otras confesiones pagan el IBI. Eso es así por la Ley de Mecenazgo que se aprobó en 2002.
 
Esta Ley reconoce que hay multitud de asociaciones, instituciones, o fundaciones que realizan una gran labor que beneficia a toda la sociedad y de esta manera, el Estado las apoya no cobrando el IBI.
Como ves, la Iglesia no tiene ningún privilegio. No hay ningún régimen especial, único o distinto para la Iglesia.
 
¿Y si te digo que los gatos siempre caen de pie? Estaría faltando a la verdad... Como aquellos que dicen que “solo el 2% del dinero de la Iglesia va a parar a Cáritas...”.
 
Porque para entendernos, Cáritas y la Iglesia son lo mismo. Y cerca del 65% del dinero de Cáritas, procede de la Iglesia que formamos todos los católicos; con nuestras colectas en las parroquias, donativos, suscripciones... Es decir, que la financiación de Cáritas procede en gran medida de los bolsillos de los católicos
 
Seguro que has oído que Albert Einstein suspendió matemáticas cuando era joven... una afirmación tan falsa como decir que “todo el dinero de la X a favor de la Iglesia va a parar a los curas”...
 
Es la Conferencia Episcopal la que recibe el dinero que los contribuyentes asignan libremente a la Iglesia. Y es la encargada de repartirlo solidariamente entre las 70 diócesis españolas, según sus necesidades, para desarrollar sus actividades: La acción evangelizadora y misionera l La celebración de los Sacramentos l El mantenimiento y restauración de las parroquias y templos l El sostenimiento de los sacerdotes l La inmensa labor caritativa, social y cultural.
 
Porque allí donde hay necesidad, allí está siempre la Iglesia. Somos los católicos los que tenemos la responsabilidad de mostrar el verdadero rostro de la Iglesia y todo el bien que se hace por los demás.  Siempre con datos contrastados.
 
Por eso, si tienes dudas, pregunta en tu parroquia o entra en www.portantos.es

domingo, 23 de abril de 2017

23 de abril de 2017 II Domingo de Pascua. De la Divina Misericordia

  • Hch 2, 42-47 Los creyentes vivían todos unidos y tenían todo en común 
  • Sal 117 Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia 
  • 1 Pe 1, 3-9 Mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha regenerado para una esperanza viva 
  • Secuencia Ofrezcan los cristianos 
  • Jn 20, 19-31 A los ocho días llegó Jesús
El domingo es el día en que san Juan tuvo la visión de Cristo que le encargó escribir el Apocalipsis (2 Lect). 

El octavo día, el domingo, es el día en que los cristianos reunidos nos encontramos con el Señor Resucitado a quien no vemos pero en quien creemos por la fe, como aquellos primeros cristianos que creyeron por el testimonio de los apóstoles y los signos que hacían (2 Lect). 

Así, se apareció a los apóstoles reunidos la tarde del día en que resucitó y a los ocho días se les apareció otra vez. 

Los envía por el mundo a llevar la salvación, como el Padre lo envió a él, y les da potestad para seguir haciendo presente la divina misericordia en el perdón de los pecados (Ev).

sábado, 22 de abril de 2017

¿Qué hace que cada ser humano sea único? y ¿Por qué tiene la Iglesia una Doctrina Social propia?

¿Qué hace que cada ser humano sea único?
[DOCAT 54] Cada uno es único porque Dios lo quiso como persona irrepetible, lo creó por amor y lo redimió con un amor aún mayor. Esto nos muestra cuál es la dignidad humana y qué importante es tomar en serio a cada persona y tratarla con aprecio. Este deber sirve igualmente para sistemas políticos e instituciones, pues también ellos han de respetar la libertad y la dignidad humana. Y no solo eso: han de promocionar igualmente el desarrollo integral de la persona. Ninguna comunidad puede excluir del desarrollo a individuos o grupos.
 
En el Compendio de la
Doctrina Social de la Iglesia: [131]

¿Por qué tiene la Iglesia una Doctrina Social propia?
[YOUCAT 438] Dado que todas las personas, creadas a imagen de Dios, poseen una dignidad única, la Iglesia, con su Doctrina Social, aboga a favor de que esta dignidad de la persona se realice en el ámbito social también para todas las personas. No pretende tutelar la política o la economía. Pero cuando en la política y en la economía se ataca la dignidad de las personas, la Iglesia debe intervenir.
«Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón» (Concilio Vaticano II. Gaudium et spes, 1).
 
En el Catecismo de la Iglesia Católica: [2419-2420, 2422-2423]

viernes, 21 de abril de 2017

Nombramientos

Las parroquias de Villalcázar de Sirga y Arconada se integran en la U.P. de Carrión de los Condes, encomendando su cuidado pastoral a D. Julio José Gómez Otero y D. José Ignacio Val García, siendo el primero de ellos el Administrador parroquial.

jueves, 20 de abril de 2017

Familias Misioneras en Guardo

Familias misioneras visitan a los mayores de la localidad
La localidad de Guardo recibía esta Semana Santa a 172 misioneros de Familia Misionera para anunciar la misericordia durante esos días.

Desde el miércoles santo hasta el domingo de Resurrección, 172 misioneros entre niños y adultos, estuvieron a disposición de los sacerdotes de la zona. n total, fueron 32 familias con una misión: dar testimonio de su fe, anunciar la alegría del perdón, y ayudar a vivir la Semana Santa al servicio del párroco de Guardo, Muñeca, Intorcisa y San Pedro de Cansoles.

“Sal de tu tierra” es el lema que encabezaba la misión este año, respondiendo a la petición del Papa Francisco de “ser Iglesia en permanente salida, ‘comunidad evangelizadora’, que sabe adelantarse, tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos”.

Su labor consiste en dar testimonio de su fe por las calles y las casas, ayudar a preparar los oficios y las celebraciones, visitar a los ancianos y los enfermos y ser testimonio de familias que con su presencia y alegría pueden ayudar a otros a preguntarse por la fe, y a encontrarse con el amor de Dios. este es el octavo año que participan en Palencia estas familias misioneras.

Me apunto a Religión

En plena época de reservar la matrícula en los colegios e institutos, la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis se dirige a los padres y a los propios alumnos para que se apunten a la asignatura de religión católica.

Bajo el lema “Me apunto a religión” la campaña anima a los padres a hacer uso del derecho que tienen a que sus hijos reciban la formación religiosa y moral católica en la escuela, según sus convicciones. Para ello es necesario inscribirles a la clase de religión o que los alumnos estén motivados para que lo hagan ellos mismos.

Se recuerda que a los padres corresponde la educación de sus hijos y no al Estado. La eliminación de este derecho o la imposibilidad de elegir libremente el centro educativo para sus hijos debilitarían significativamente nuestra democracia.

Se invita a los padres a favorecer la educación religiosa de sus hijos, sin dejarse frenar por las dificultades que pueden encontrar en algunos centros educativos a la hora de apuntarles a la asignatura de religión católica.

La asignatura de religión es fundamental para tener un conocimiento más completo del mundo que nos rodea.

Razones para una Asignatura Apasionante

  • ES TU LIBERTAD PARA ELEGIR La religión es la única asignatura que puedes elegir cada año. Si la eliges puedes conocer mejor el sentido de la vida, el origen del arte y la cultura, el valor de cada ser humano. Elegir religión te permite conocer mejor para ser más libre.
  • UNA VISIÓN PLURAL DE LA SOCIEDAD Es una asignatura para debatir, dialogar sobre nuestra sociedad y sus valores, sobre las grandes preguntas de la persona humana, sobre cómo construir un mundo mejor. Es un tiempo para comprender y dialogar con todos y ofrecer respuestas.
  • NO MIDE TU FE, SINO TU CONOCIMIENTO En religión no se te pregunta por tus creencias, sino sobre el contenido de la asignatura impartida. El respeto a la libertad de cada alumno es total, porque la fe es un acto de la libertad de la persona.
  • FOMENTA EL RESPETO Y LA TOLERANCIA La clase de religión te ayuda a conocer la persona humana, su valor y dignidad. Por eso fomenta la solidaridad, la tolerancia, el respeto, el compromiso, la opción por los más necesitados, la lucha por la justicia...
  • APORTA VALORES HUMANOS ESENCIALES Jesús de Nazaret nos dejó un estilo de vida que merece la pena conocer. Es el gran maestro de humanidad que nos enseñó a ser personas que buscan el bien, la verdad y la belleza, a vivir la relación original con el Misterio que nos constituye.
  • AYUDA A COMPRENDER EL MUNDO EN EL QUE VIVES Las tensiones en Oriente Medio, el liderazgo del Papa Francisco, la necesidad del cuidado de la Naturaleza, la preocupación por los refugiados, la persecución sistemática de los cristianos en Oriente y África, las causas del terrorismo son afrontadas en esta asignatura.

miércoles, 19 de abril de 2017

Ir a misa

Ir a misa. Cuando vamos, muchas veces lo hacemos de una manera rutinaria. Y cada vez vamos menos. Y, gracias a Dios... no hace falta jugarnos la vida para hacerlo.

Realidad muy distinta viven miles de cristianos, hermanos nuestros, a lo largo de todo el mundo. Cristianos perseguidos por vivir y celebrar su fe. Que se la juegan... pero no desisten.

El Domingo de Resurrección del año pasado se tiño de sangre en Lahore (Pakistán). 72 personas muertas y 340 heridas mientras celebraban, en un parque, la Pascua. Encontraron la muerte mientras celebraban la Vida.

La Navidad del año pasado se tiño de sangre en El Cairo (Pakistán). 28 vidas segadas por un atentado suicida entre los bancos de la iglesia de San Pedro y San Pablo, al lado de la catedral de la Iglesia Ortodoxa Copta. Encontraron la muerte mientras celebraban la Vida.

Domingo de Ramos de este año. De nuevo se golpea a la milenaria comunidad cristiana copta. Dos atentados sucesivos con bomba se llevan al menos 44 muertos y más de un centenar de heridos en las  iglesias coptas de Alejandría y Tanta, en el norte de Egipto. Encontraron la muerte mientras esperaban con palmas al Señor.

No dejemos de tener en nuestro corazón y en nuestras oraciones a estos hermanos. Mártires de nuestro días.

Y pidamos que el Señor convierta el corazón de las personas que siembran terror, violencia y muerte, y también el corazón de quienes fabrican y trafican las armas.

Domingo Pérez

Fallecimientos

El pasado 1 de abril se dio sepultura al sacerdote diocesano D. Pedro Paredes Romo. Nacido el 6 de abril de 1939 en Villacuende, fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1963.

Su primer destino pastoral fue el de Ecónomo de Villarmienzo y encargado de Villantodrigo. Más tarde fue Ecónomo de Villaeles de Valdavia y simultáneo de Villabasta; y Simultáneo de Valenoso.

En 1970 se trasladó a la Archidiócesis de Madrid donde realizó trabajó de Administrativo en la Seguridad Social y fue colaborador varias parroquias.

En 1997, volvió a Palencia y tras trabajar de administrativo en la Seguridad Social, fue Párroco de Cardeñosa de Volpejera, Villanueva de Rebollar y Añoza. Más adelante fue Administrador parroquial de la Unidad Pastoral de Quintana del Puente; y Administrador parroquial de Magaz y Soto de Cerrato.

Por otro lado, el pasado 13 de abril falleció el sacerdote diocesano D. Gaudencio Andrés Noriega. Nacido en Villafruel, el 12 de febrero de 1928, recibió la ordenación presbiteral el 21 de marzo de 1953.

Comenzó el ministerio como Ecónomo de Estalaya y simultáneo de Verdeña y Vañes. Años después, pasó a ser ecónomo de Villanueva del Rebollar y simultáneo de Cardeñosa de Volpejera. Fue nombrado párroco de Fresno del Río y posteriormente, mediante acuerdo con la O.C.S.H.A, fue misionero en Venezuela.

Descansen en Paz

Una vena se nos ha roto

Al mundo de hoy se le va la sangre por una vena que se le ha roto. Aunque más que una vena, es una arteria. Ustedes saben que una vena se puede arreglar; pero una arteria es más difícil. Cuando se rompe una arteria, se vacía el cuerpo de sangre, y la vida se escapa en un abrir y cerrar de ojos. Hay que actuar deprisa. Pensemos, por ejemplo, en el corte de la arteria femoral.

Si se nos quiebra la fe en Dios, vamos a una muerte segura. Dios es la gran arteria de nuestra vida. Y también de la vida del mundo. 

Pero -¡atentos!- a Dios debemos buscarlo, hoy, no sólo desde las teorías filosóficas, no sólo desde las altas teologías académicas, sino sobre todo y siempre desde la experiencia y vivencia humanas. La fe es experiencia, no es una ilusión vacía. Quien con Cristo realiza la experiencia de pasar de la muerte a la vida, quien con él desciende al abismo de la cruz, sabrá de una vida plena, más allá de todas las muertes que nos amenazan “en este valle hondo y oscuro”, que decía Fray Luís de León. 

He visto “Un monstruo viene a verme”, la última película de Juan A. Bayona. En la “peli”, se nos presenta a un niño solitario y traumatizado por la inevitable muerte de su joven madre. El mensaje de la película es este: un niño crece, se hace hombre, cuando asume la amenaza de la muerte, no mientras la ignora. Pero al niño de la película esto no se lo dice nadie, excepto un monstruo bueno que, de vez en cuando (y vestido de árbol) le visita para contarle historias. La última historia deberá contarla el mismo niño al asumir la muerte de su madre, afectada por un cáncer sin remedio. Sin embargo, en la película falta la trascendencia religiosa. Dios brilla por su ausencia. Y se nota.

La ausencia de Dios no es más que un fiel reflejo de lo que toda una generación, como la de Juan A. Bayona, está viviendo actualmente. Una generación despreocupada de la fe, que vive con los ojos cerrados a la verdad de la vida, pero con muchos de los traumas del niño que vemos en esta película.
Sin Dios como fuente, fundamento y fin de nuestras vidas, sin Dios como Vida en plenitud, no solucionaremos la muerte de los valores que hoy andan rodando por el suelo. Por eso la Pascua no es una ilusión. Mucho menos, un anacronismo. La Pascua es una experiencia. «Hemos pasado ¡ya! de la muerte a la vida porque amamos» (Cf 1ª Jn 3, 14). Y porque hemos descubierto a Dios que es Amor en plenitud.

Estamos, por tanto, llamados a experimentar el amor de Dios en el centro mismo de esta vida terrena nuestra: tan amenazada, tan precaria y mortecina. Él nos ha creado y en Cristo nos ha preparado una Vida plena y definitiva, que tiene su versión aquí y más allá. Ojala la Iglesia, hoy, sea ámbito de iniciativas y vivencias renovadas. Ojala la Iglesia sea cuerpo trasmisor de vida, generadora de anticuerpos y signo de esperanza. Restañadora y cauterizadora de las venas rotas por las que se le escapa la vida al mundo. ¡Buena Pascua, 2017!

Eduardo de la Hera

martes, 18 de abril de 2017

Encuentro regional de alumnos de religión

Nuestra Diócesis acoge el día 19 el cuarto encuentro regional de alumnos de religión. En concreto participan  alumnos de 4º de secundaria. A fecha de cerrar esta revista estaban inscritos más de 800 alumnos procedentes de las distintas diócesis de Castilla y León.

La acogida se realizará a las 10:30h en el pabellón Marta Domínguez y a las 11h, se darán cita en la Catedral para celebrar un rato de oración y acto seguido, habrá una gimkana para conocer los distintos templos y monumentos de Palencia. Por la tarde, disfrutarán de la actuación de Siro López y concluirá el encuentro con juegos y música. 
Alumnos de religión de Palencia en el encuentro de Avila

El objetivo de estos encuentros de alumnos que están cursando religión en la Escuela Pública es compartir, convivir y ver que son muchos los que eligen la opción de religión. Es una oportunidad para plantear propuestas sobre el tipo de vida que llevan, incluida la vocacional, conocer la ciudad, compartir juegos y disfrutar de la convivencia entre alumnos de distintos centros.

lunes, 17 de abril de 2017

Los profesores de religión se forman

Durante el mes de marzo, cerca de 30 profesores de religión de la Diócesis, dentro de su plan de formación permanente, hemos participado promovido por el COF sobre el “Dinamismo afectivo y la influencia de las virtudes en el mismo”. 

Tanto Carmen Mariscal como Mónica Campos, coordinadoras del Centro de Orientación Familiar diocesano de Palencia y de Valladolid respectivamente y profesoras de la Fundación Desarrollo y Persona, nos  dieron pautas para comprender mejor cómo se desarrolla el dinamismo afectivo en nuestros alumnos y cómo podemos ayudarles a desarrollar una mejor respuesta ante sus emociones. Cómo respondemos a las preguntas de nuestros alumnos y cómo reaccionamos a las que nos hacen nos hizo reflexionar  y todo ello desde las virtudes del ser humano: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. ¿Cómo estas virtudes nos ayudan en nuestra vida? ¿Nos damos cuenta de que las aplicamos constantemente, y que cuando no las aplicamos vamos a la deriva? ¡Cuánto para reflexionar! 
Desiré López

Ecos de la Semana Santa en la Diócesis

Misa Crismal en la Catedral. Martes Santo 

Jueves Santo en la Catedral. Lavatorio de los pies

Viernes Santo en Guardo

El Encuentro en Villaluenga de la Vega. Domingo de Pascua

domingo, 16 de abril de 2017

16 de abril de 2017 Domingo de Pascua de Resurrección

  • Hch 10, 34a. 37-43 Hemos comido y bebido con él después de su resurrección de entre los muertos 
  • Sal 117 Este es el día que hizo el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo
  • Col 3, 1-4 Buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo 
  • Secuencia Ofrezcan los cristianos 
  • Jn 20, 1-9 Él había de resucitar de entre los muertos
Nuestra fe en Cristo Resucitado nos viene a través de la Iglesia que a lo largo de los siglos nos transmite el testimonio de los apóstoles que vieron el sepulcro vacío y creyeron (Ev), y comieron y bebieron con Él después de resucitar (1 Lect). 

El primer día de la semana es el día en que actuó el Señor (Sal) resucitando de entre los muertos, y será ya para siempre el día del Señor, el domingo. 

San Pablo nos recuerda que hemos resucitado con Cristo, lo que ha ocurrido por la fe y el bautismo (2 Lect), y que, por ello, debemos buscar los bienes del cielo donde está Cristo, la Víctima propicia de la Pascua (cf. secuencia y aleluya).

¡Alegraos! ¡Feliz Pascua de Resurrección!

¡Feliz pascua a todos, hermanos! Después de haber celebrado en la Liturgia y en la religiosidad popular con las múltiples y bellas procesiones de las cofradías y sus bellas advocaciones la Pasión, Muerte y Sepultura de Jesucristo, ya vivimos la PASCUA DE RESURRECCIÓN.

«La resurrección de Jesucristo, el Señor, es lo que caracteriza a los cristianos», decía San Agustín a los fieles de Hipona. «No es alabanza de la fe la de los cristianos que creen en Cristo muerto, sino la de los que creen en Cristo resucitado. Porque en Cristo muerto creen los paganos».

Nosotros celebramos la muerte de Cristo, aquel que nos amó hasta el extremo, hasta derramar su sangre y morir por nosotros, pero creemos que su muerte fue un paso para la vida. Eso significa la palabra PASCUA: tránsito, paso. ¿Dónde terminó el paso de Cristo por esta tierra nuestra? ¿En un sepulcro, bajo la fría losa de una sepultura cerrada con una gran piedra? Muerto verdaderamente, atravesado su costado por la lanza del soldado, certificada su muerte por el centurión y por Pilato, enterrado por José de Arimatea, resucitó. Resucitar es levantarse de la muerte para no volver a morir jamás. Él vive, es el difunto que VIVE (Hech 25, 19) del que hablaba San Pablo. El amor de Jesús, fiel al Padre y compasivo hasta el fin con los hombres, especialmente con todos los crucificados de la historia pasando él mismo por los tormentos, las injusticias y la misma condena a muerte, es más fuerte que la muerte. El Padre con el Espíritu Santo, lo levantó de la fosa, y la resurrección es la firma de Dios a toda la persona, palabras y obras de Cristo. Dios, resucitando a Jesucristo, ha hablado y expresado definitivamente quién es el verdadero salvador, el que trae el Reino de la justicia, la verdad, la vida, la paz, la esperanza, y la alegría; solamente en Él está la verdadera plenitud del hombre, la felicidad que todos buscamos. El camino mostrado por Jesús es el único que lleva a la felicidad, a la dicha y bienaventuranza; no es camino engañoso, sino el que sacia los anhelos del corazón humano, el que no defrauda, que tiene futuro eterno. «¡No nos dejemos robar el Evangelio!» (Papa Francisco, EG, 97).

Alegrémonos por Cristo, por su triunfo; es Hijo del Padre y hombre como nosotros; pero alegrémonos también por nosotros mismos, por nuestro mundo: hay futuro, hay esperanza, hay felicidad eterna. «Te resucitará el mismo que te creó» (San Agustín). No sólo inmortalidad del alma, también resurrección del cuerpo, del hombre entero. «¡No nos dejemos robar la esperanza!» (EG, 86).
Alegrémonos siempre y en todo lugar, no porque nos vaya bien o mal en la vida, sino porque Dios está con nosotros, nos acompaña, nos sostiene, se ha comprometido y ha apostado por nosotros, nos ha amado y nos ama hasta hacernos sus hijos. «¡No nos dejemos robar la alegría evangelizadora!» (EG, 83).

Alegrémonos porque la resurrección de Cristo se realiza en nosotros, sí, pero vivamos bien, sigamos a Jesús, personal y comunitariamente, muera nuestra antigua vida mala y progrese a diario la nueva que nos da por su Espíritu, animémonos unos a otros día tras día a vivir así: «¡No nos dejemos robar la comunidad!» (EG, 92).

Alegrémonos siempre, pero, para que no sea una ilusión pasajera, un gozo efímero, vivamos como el Resucitado. Luchemos por lo que él luchó, sirvamos la causa a la que él sirvió obediente al Padre hasta la muerte. Luchemos por todo hombre, por el bien integral de todos los hombres y de cada hombre, por la salvación de la humanidad, por la alianza entre Dios y los hombres y entre los hombres entre sí. Comprometámonos con la causa del hombre y la mujer concretos, nuestra familia, nuestros vecinos del barrio o del pueblo, cercanos y lejanos, conocidos o desconocidos. Muchos están sufriendo un calvario y llevan su cruz solos; se llama paro, enfermedad, soledad, tristeza, pobreza material, fracaso, verse descartado, no querido, falta de perspectivas, dolor, separaciones, la sin razón para vivir, luchar y morir, sin amar ni sentirse amado; cuántos hay heridos con las tres heridas del poeta, la del amor, la de la muerte, la de la vida; muchos no se saben amados por Dios, no creen, ni esperan ni le aman... La Iglesia, cada miembro de la familia del Resucitado, tenemos que ser los testigos de la Pascua; hacer que nuestra sociedad sea pascual, que pase de la muerte a la vida, que se levante de su postración. «¡No nos dejemos robar el entusiasmo ni la fuerza misionera!» (EG, 80 y 108).

Contagiemos la alegría. Tenemos que ser apóstoles con el fuego e impulso del Espíritu Santo como María Magdalena; tenemos que ser los que, como el Señor en sus apariciones, salen al encuentro de los decepcionados de la vida como los discípulos de Emaús, los que no creen o dudan como Tomás, de los que tienen miedo y están cerrados como los discípulos en el Cenáculo, los que han perdido la esperanza porque no logran o pescan nada como los apóstoles en el lago. Proclamemos: Es verdad, ha resucitado el Señor, se ha aparecido a Simón Pedro, al escuchar su Palabra arde nuestro corazón y lo hemos reconocido vivo al partir el pan. Tenemos que salir al encuentro para ayudar a levantarse, sin dar nada por perdido, para que todos se abran a Jesús, el Resucitado, que nos ama. Hoy nos saluda a nosotros y a todos y nos dice: «ALEGRAOS» (Mt 28, 9), «PAZ A VOSOTROS» (Lc 24, 36; Jn 20, 19 y26), «TÚ SÍGUEME» (Jn 21, 22).

+Manuel Herrero Fernández O.S.A
Obispo de Palencia

jueves, 13 de abril de 2017

El Triduo Pascual. 13, 14 y 15 de abril

Madera tallada y policromada. Siglo XVI, seguidores de Manuel Álvarez. Sagrario de Quintanilla de la Cueza (en el Museo Diocesano).
Antes de la reforma del Concilio Vaticano II el triduo pascual eran tres días de preparación a la fiesta de la Pascua: el jueves, el viernes y el sábado santos. Era el Triduo de Pasión. Con el nuevo calendario litúrgico el Triduo no es un tiempo de preparación, sino parte de la Pascua, que es Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Así se expresa en el calendario litúrgico “Cristo redimió al género humano y dio perfecta gloria a Dios principalmente a través de su misterio pascual: muriendo destruyó la muerte y resucitando restauró la vida”. El Triduo Pascual es la culminación del año litúrgico, y marca el ritmo de las demás fiestas movibles.

Comienza con la misa vespertina de la Cena del Señor el Jueves Santo, alcanza su culmen en la Vigilia Pascual, y se cierra con las Vísperas del Domingo de Pascua. Así, la celebración pascual es más acorde con el espíritu del Nuevo Testamento y con la tradición primitiva cristiana. San Ambrosio y San Agustín concebían el Triduo Pascual como un todo que incluye el sufrimiento de Jesús y su glorificación. El obispo de Milán, en uno de sus escritos, se refiere a los tres santos días como a los tres días en los cuales Cristo sufrió, murió, estuvo en la tumba y resucitó. San Agustín se refiere a ellos como “los tres sacratísimos días de la crucifixión, sepultura y resurrección de Cristo”. Las diferentes fases del misterio pascual se extienden a lo largo de los tres días como en un tríptico: cada uno de los tres cuadros ilustra una parte de la escena. Cada cuadro es en sí completo, pero debe ser visto en relación con los otros dos.

El misterio pascual está muy presente en el arte en nuestra diócesis. Y podemos decir que es lo más representado, sobre todo la Última Cena, Oración del huerto, Pasión, Crucifixión y Resurrección. Los retablos mayores y sagrarios, especialmente los realizados desde el siglo XVI, recogen esta temática. Destacan las pinturas interiores de los sagrarios de Santoyo, Vega de Doña Olimpa, Villarramiel, La Serna, Villoldo... . El periodista D. Antonio Rubio en su libro “La belleza escondida” nos lo ha dado a conocer recientemente.

Texto: José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio

Oración
Dios nuestro, que por medio de tu Hijo venciste a la muerte y nos abres las puertas de la vida eterna, concede a quienes celebramos la Pascua de Resurrección, resucitar también a una nueva vida, renovados por la gracia del Espíritu Santo. 


La cruz de los profetas

A los profetas siempre se les prepara una cruz a la medida de sus espaldas.
 
¿Quiénes serían “profetas” hoy? 
Los profetas son llamados por Dios y enviados a hablar en su nombre. Denuncian y anuncian. Son “videntes”: es decir, “las ven venir”. Abren caminos al futuro, porque saben leer en profundidad las situaciones del mundo presente...
 
Los profetas viven con intensidad la vida, no navegan entre las nubes. ¿Piensan ustedes que, si Cristo hubiera estado en las nubes, le hubieran crucificado?

Los profetas han aprendido, a la luz del Espíritu de Dios, a interpretar en clave crítica los valores del mundo presente. No ven cosas distintas a las del común de los mortales; ven las mismas cosas, pero con una mirada distinta. No hablan lenguas arcanas. Se les entiende todo; pero perciben y expresan el sentido latente del lenguaje común. No prefieren u optan por la ruptura. Como dice Augusto Cavadi (hermoso libro el suyo, Ser profetas hoy) los profetas sólo se resignan a la “ruptura”, después de haber buscado y luchado apasionadamente por la fraternidad o comunión con el mundo.

El profetismo es el alma de la Biblia. Cristo con su cruz es el gran Profeta. El que fue levantado en el Calvario y al que Dios resucitó “al tercer día”, ejerció de Profeta y quiso un pueblo de profetas. 

¿Dónde está la Iglesia en este momento?
 
No hace mucho escribí aquí mismo sobre esta época nuestra, tan escéptica y mentirosa que ha perdido la esencia de lo verdadero y bueno de la vida. Época de tácticas e intereses de todo tipo. Por eso hay que abrir espacios, en la Iglesia, al profetismo. Duela o no. Y puede doler mucho, ya que la mentira anda repartida, camuflada y legitimada. 

Hay una mentira solapada en el lenguaje que se nos impone. Se buscan circunloquios, para huir de la verdad. Antes el robo era “robo” (o sea, “sustraer lo ajeno contra la voluntad de su dueño”); hoy al robo se le llama “márgenes de ganancia”, “réditos coyunturales”, “justas compensaciones a tanto esfuerzo no reconocido”. Hay palabras que se han arrinconado deliberadamente, para no hablar de lo que significan, ya que incordian y rechinan con lo políticamente correcto.
 
La corrección política llevó a Cristo a la cruz.
 
Los profetas van a tener mucho trabajo. Si hablan a favor de la verdad, se tienen que enfrentar a las mentiras legitimadas desde el poder: los poderosos esconden las verdaderas razones de sus actos (las guerras que hacen, los pueblos que deshacen, las empresas que cierran). Mentiras legitimadas desde los “medios de comunicación”. Las radios y televisiones no lo cuentan todo: filtran, enmascaran, silencian. Distraen con historietas frívolas.

Hoy, ejercer de profeta es hablar y obrar a favor de la justicia: o sea, abrir un espacio a lo justo y ponerse al lado de los pobres. Quien se coloca al margen de la justicia, se coloca al margen de Dios y su Reino. Y a favor del Reino de la Paz, donde los niños crezcan sin que les baile el horror a las bombas en la mirada.

El profeta, además, se distingue por la vida que lleva: vive sobriamente. Como Cristo. Todos piensan que sería justo comer menos, contaminar menos, derrochar menos; pero todos esperamos que sean los
otros quienes empiecen a cambiar de vida. Ciertamente, la cruz nunca anduvo lejos de los profetas. La cruz y la Pascua son nuestra más honda alegría.

Eduardo de la Hera

martes, 11 de abril de 2017

Un Libro: Cómo aplicar Amoris Laetitia Card. Lluís Martínez Sistach

Cómo aplicar Amoris Laetitia
Card. Lluís Martínez Sistach
Ed. Claret


Las reflexiones que se plantean en este libro sobre la Exhortación apostólica Amoris Laetitia tienen la finalidad de contribuir a poner de relieve la riqueza del contenido con el que nos ha obsequiado el Papa Francisco y el trabajo pastoral que se plantea a toda la Iglesia.
 
El Cardenal Sistach nació en Barcelona en 1937. Fue ordenado sacerdote en 1961 y en 1987 fue consagrado obispo auxiliar de Barcelona. Tras pasar por las sedes de Tortosa y Tarragona, en 2004 fue nombrado Arzobispo de Barcelona. En noviembre de 2007, Benedicto XVI lo nombró cardenal. El Papa Francisco, en noviembre de 2015, hizo efectiva su renuncia al frente del arzobispado de Barcelona.

lunes, 10 de abril de 2017

Y final

Con estas palabras de su buen amigo y sucesor beato Jordán de Sajonia, que hoy hago mías, cerramos esta serie de relatos sobre Santo Domingo de Guzmán, que comenzamos para acercar su figura y su orden, cuando se conmemoraban el 800 aniversario de la Confirmación de la Orden de Frailes Predicadores (dominicos) por parte del papa Honorio III el año 1216. No está lejos la fecha en que, Dios mediante, conmemoraremos los 800 años de presencia de los Dominicos en la ciudad de Palencia, en el convento que fundó este santo burgalés cuya vida y obra hemos intentado acercar a los lectores de Iglesia en Palencia.

«Tenía algo más esplendoroso y magnífico que los milagros. Estaba adornado de costumbres tan limpias, dominado por tal ímpetu de fervor divino, que era imposible dudar de su cualidad de verdadero predestinado... Y como el corazón alegre alegra el semblante, el gozo y benignidad del suyo transparentaban la placidez y equilibrio del hombre interior, a no ser cuando se turbaba por la compasión y misericordia hacia el prójimo y el necesitado.

Con esa alegría se atraía fácilmente el afecto de todos; cuantos le miraban quedaban de él prendados. Durante el día, nadie más accesible y afable que él en su trato con frailes y acompañantes. Por la noche, nadie tan asiduo a las vigilias y a la oración.

Todos los hombres cabían en la inmensa caridad de su corazón, y amándolos a todos, de todos era amado. Consideraba ser un deber suyo alegrarse con los que se alegran y llorar con los que lloran y llevado de su piedad, se dedicaba al cuidado de los pobres y desgraciados».

Fray Luis Miguel García Palacios, O.P.
Subprior del Convento de San Pablo

domingo, 9 de abril de 2017

9 de abril de 2017 Domingo de Ramos en la Pasión del Señor

[Procesión] Mt 21, 1-11 Bendito el que viene en nombre del Señor [Misa] Is 50, 4-7 No escondí el rostro ante ultrajes, sabiendo que no quedaría defraudado 
  • Sal 21 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? 
  • Flp 2, 6-11 Se humilló a sí mismo; por eso Dios lo exaltó sobre todo 
  • Mt 26, 14 - 27, 66 Pasión de nuestro Señor Jesucristo
La liturgia de la Misa de este domingo, después de haber conmemorado la entrada de Jesús en Jerusalén, se centra en la Pasión del Señor, ejemplo de una vida sumisa a la voluntad del Padre. Se nos presenta la profecía de Isaías sobre la pasión de Cristo, con el tercer cántico del Siervo del Señor (1 Lect). Cristo proclamó estando en la cruz: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado» (Sal). Se lee la Pasión según san Mateo (Ev); y, clavado en la cruz, lo aclamamos: «Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre», Dios del universo, Yhavé Sabaot, Kyrios, vencedor del pecado y de la muerte (2 Lect).

Cultos en la Catedral en Semana Santa

  • Domingo de Ramos: A las 10:15h, en la capilla de la Cofradía del Santo Sepulcro, Bendición de las Palmas y Procesión hasta la Catedral donde se celebrará la Eucaristía, presidida por nuestro Obispo.
  • Misa Crismal: Martes 11 de abril a las 17:00h. Los sacerdotes renuevan las promesas sacerdotales. Se consagra el Santo Crisma y bendicen los Santos Óleos para celebrar, a lo largo del año, los Sacramentos.
  • Jueves Santo: a las 18:00h se celebrará la Misa vespertina de la Cena del Señor, que nos introduce en el Triduo Pascual.
  • Viernes Santo: a las 18:00h se celebra la Pasión del Señor.
  • Sábado Santo: a las 22:00h se celebrará la Vigilia Pascual. La Iglesia espera, con las lámparas encendidas, el retorno de su Señor y celebra solemnemente su Resurrección.
  • Domingo de Pascua de Resurrección: a las 13h la Eucaristía con la Bendición Apostólica.

Semana Santa. Oh Cruz de Cristo

Vivamos la Semana Santa. En paz y concordia, desde la fe, la esperanza y la caridad, siguiendo los pasos de Jesús.

Vivamos la Pascua. Que la celebración haga que todos nos sintamos pascuales. Contemplando a Cristo, desde un amor que se entrega, seamos conscientes de que se puede hacer una humanidad nueva. 

+Manuel Herrero Fernández
Obispo de Palencia

«Oh Cruz de Cristo, símbolo del amor divino y de la injusticia humana, icono del supremo sacrificio por amor y del extremo egoísmo por necedad, instrumento de muerte y vía de resurrección, signo de la obediencia y emblema de la traición, patíbulo de la persecución y estandarte de la victoria.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo alzada en nuestras hermanas y hermanos asesinados, quemados vivos, degollados y decapitados por las bárbaras espadas y el silencio infame.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los rostros de los niños, de las mujeres y de las personas extenuadas y amedrentadas que huyen de las guerras y de la violencia, y que con frecuencia sólo encuentran la muerte y a tantos Pilatos que se lavan las manos.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los doctores de la letra y no del espíritu, de la muerte y no de la vida, que en vez de enseñar la misericordia y la vida, amenazan con el castigo y la muerte y condenan al justo.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los ministros infieles que, en vez de despojarse de sus propias ambiciones, despojan incluso a los inocentes de su propia dignidad.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los corazones endurecidos de los que juzgan cómodamente a los demás, corazones dispuestos a condenarlos incluso a la lapidación, sin fijarse nunca en sus propios pecados y culpas.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los fundamentalismos y en el terrorismo de los seguidores de cierta religión que profanan el nombre de Dios y lo utilizan para justificar su inaudita violencia.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los que quieren quitarte de los lugares públicos y excluirte de la vida pública, en el nombre de un cierto paganismo laicista o incluso en el nombre de la igualdad que tú mismo nos has enseñado.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los poderosos y en los vendedores de armas que alimentan los hornos de la guerra con la sangre inocente de los hermanos.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los traidores que por treinta denarios entregan a la muerte a cualquier persona.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los ladrones y en los corruptos que en vez de salvaguardar el bien común y la ética se venden en el miserable mercado de la inmoralidad.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los necios que construyen depósitos para conservar tesoros que perecen, dejando que Lázaro muera de hambre a sus puertas.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los destructores de nuestra «casa común» que con egoísmo arruinan el futuro de las generaciones futuras.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los ancianos abandonados por sus propios familiares, en los discapacitados, en los niños desnutridos y descartados por nuestra sociedad egoísta e hipócrita.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en nuestro Mediterráneo y en el Mar Egeo convertidos en un insaciable cementerio, imagen de nuestra conciencia insensible y anestesiada.

Oh Cruz de Cristo, imagen del amor sin límite y vía de la Resurrección, aún hoy te seguimos viendo en las personas buenas y justas que hacen el bien sin buscar el aplauso o la admiración de los demás.
Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los ministros fieles y humildes que alumbran la oscuridad de nuestra vida, como candelas que se consumen gratuitamente para iluminar la vida de los últimos.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en el rostro de las religiosas y consagrados -los buenos samaritanos- que lo dejan todo para vendar, en el silencio evangélico, las llagas de la pobreza y de la injusticia.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los misericordiosos que encuentran en la misericordia la expresión más alta de la justicia y de la fe.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en las personas sencillas que viven con gozo su fe en las cosas ordinarias y en el fiel cumplimiento de los mandamientos.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los arrepentidos que, desde la profundidad de la miseria de sus pecados, saben gritar: Señor acuérdate de mí cuando estés en tu reino.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los beatos y en los santos que saben atravesar la oscuridad de la noche de la fe sin perder la confianza en ti y sin pretender entender tu silencio misterioso.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en las familias que viven con fidelidad y fecundidad su vocación matrimonial.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los voluntarios que socorren generosamente a los necesitados y maltratados.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los perseguidos por su fe que con su sufrimiento siguen dando testimonio auténtico de Jesús y del Evangelio.

Oh Cruz de Cristo, aún hoy te seguimos viendo en los soñadores que viven con un corazón de niños y trabajan cada día para hacer que el mundo sea un lugar mejor, más humano y más justo.

En ti, Cruz Santa, vemos a Dios que ama hasta el extremo, y vemos el odio que domina y ciega el corazón y la mente de los que prefieren las tinieblas a la luz.

Oh Cruz de Cristo, Arca de Noé que salvó a la humanidad del diluvio del pecado, líbranos del mal y del maligno. Oh Trono de David y sello de la Alianza divina y eterna, despiértanos de las seducciones de la vanidad. Oh grito de amor, suscita en nosotros el deseo de Dios, del bien y de la luz.

Oh Cruz de Cristo, enséñanos que el alba del sol es más fuerte que la oscuridad de la noche. Oh Cruz de Cristo, enséñanos que la aparente victoria del mal se desvanece ante la tumba vacía y frente a la certeza de la Resurrección y del amor de Dios, que nada lo podrá derrotar u oscurecer o debilitar. Amén».

sábado, 8 de abril de 2017

¿Qué es el perdón? y ¿Qué quiere decir «perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden»?

¿Qué es el perdón?
[DOCAT 277] Los hombres pueden causar un daño terrible: se burlan, ignoran, mienten, y engañan. Los cristianos, en lugar de lamentarnos por aquello que no sabemos eliminar del mundo, podemos crear la paz y llegar a la paz interior gracias a la posibilidad del perdón. El perdón no resta importancia al mal cometido, ni tampoco hace como si este no hubiera sucedido, sino que al perdonar, lo que hacemos es introducir a Dios en la ecuación: «Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades» (Sal 103,3). Con Dios a nuestro lado, los seres humanos tenemos la fuerza para perdonar e, incluso, para hacer posible un nuevo comienzo donde a nadie le parecería humanamente posible.

En el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia: [517]

¿Qué quiere decir «perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden»?
[YOUCAT 524] El perdón misericordioso, que nosotros concedemos a otros y que buscamos nosotros mismos, es indivisible. Si nosotros mismos no somos misericordiosos y no nos perdonamos mutuamente, la misericordia de Dios no puede penetrar en nuestro corazón.

Muchas personas tienen que luchar durante toda la vida para poder perdonar. El bloqueo profundo de la intransigencia sólo se disuelve finalmente mirando a Dios, que nos ha aceptado «siendo nosotros todavía pecadores» (Rom 5, 8). Dado que tenemos un Padre bondadoso, son posibles el perdón y la vida reconciliada.
 
En el Catecismo de la Iglesia Católica: [2838-2845, 2862]

viernes, 7 de abril de 2017

Emergencias

No hace mucho contábamos que el Papa nos había hecho la siguiente pregunta: «¿Qué pasaría si tratamos la Biblia como tratamos a nuestro teléfono móvil? Si la lleváramos siempre con nosotros, o al menos el pequeño Evangelio de bolsillo, ¿qué sucedería?».

Y en eso estamos. Y hoy te proponemos otra cosa: que te “apuntes” estos números... que vienen muy bien en caso de “emergencia”.

OJO... no estamos diciendo que solo haya que acudir a la Palabra cuando tenemos una “emergencia”. Pero cierto es que cuando las cosas se ponen feas, la Palabra allana caminos y despeja senderos.

Y OJO de nuevo... al final del todo, te proponemos un “número” muy especial. Al que podemos, y debemos, acudir en cualquier situación. En cualquier circunstancia.

Un “número de teléfono”... fundamental.

Domingo Pérez

jueves, 6 de abril de 2017

Arciprestazgos

Nuestro Obispo, junto con los vicarios, ha iniciado una ronda de encuentros en los distintos arciprestazgos con la intención de tener una completa comunicación entre los sacerdotes y su Obispo.
D. Manuel quiere conocer la situación que viven nuestros sacerdotes en los distintos arciprestazgos, la realidad de sus comunidades parroquiales y abordar en un futuro el mapa definitivo de las unidades pastorales. En este sentido, el prelado palentino realizará una consulta individual a cada sacerdote para conocer cómo es su situación personal y pastoral en su parroquia. En los encuentros también se aborda el calendario de lo que será el borrador del plan pastoral. Ya se han celebrado los encuentros en los arciprestazgos de Palencia, Camino, Valle, Cerrato y Pisuerga Norte. En abril serán los de Campos y el Brezo.

Alonso Fernández de Madrid

El Canónigo Don Alonso Fernández de Madrid, más conocido como El Arcediano del Alcor, nació en 1474 y escribió la más importante obra sobre la provincia de Palencia, la llamada “Silva Palentina”, que recoge nuestra historia desde los romanos hasta el S. XVI.

Su padre tenía un cargo de confianza en la administración de los Reyes Católicos y por ello, Alonso recibió su formación en el colegio de fray Hernando de Talavera confesor de Isabel la Católica.

Como Canónigo de la Catedral de Palencia, participó en lo que se refiere a la edición de libros, organización de bibliotecas y recopilación de breviarios, cantorales y libros de registro parroquiales.

En 1502 es nombrado “Arcediano” en la comarca palentina del Alcor, es decir, el juez ordinario que ejercía jurisdicción delegada del obispo en un territorio.

Junto a estas actividades, intentó restaurar los maltrechos “Estudios Generales de Palencia”.

Recibió una sólida formación humanista y se mostró siempre admirador de dos grandes humanistas, el propio fray Hernando de Talavera, del que compuso la primera biografía y Erasmo de Rotterdam, siendo el traductor al castellano de una de sus principales obras, el “Manual del soldado cristiano”.