jueves, 22 de septiembre de 2016

Un torrente de vida que no se cansa de evangelizar por donde pasa

El unió sus dos pasiones, su vocación sacerdotal y su pasión por la medicina y a pesar de no haber cursado estos estudios, su vida ha estado vinculada a los enfermos. Después de más de 40 años como miembro de la Hermandad de Donantes de Sangre, el sacerdote D. Germán García Ferreras abandona su cargo como presidente y lo hace por coherencia. 

A pesar de estar estupendamente de salud a sus 89 años, recuerda los tiempos en los que estuvo en el Apostolado de la Carretera y sabe que a una edad ya no debe conducir su coche fuera de la ciudad. En cualquier caso, continuará colaborando con la Hermandad, seguirá animando a todas las personas a donar sangre, él lo hizo por primera vez, cuando operaron a su padre y necesitó una transfusión, eso le marcó y vió lo importante que era la donación de sangre. Continuará visitando a los enfermos que han recibido transfusiones de sangre y seguirá como capellán de las Carmelitas Misioneras Teresianas. 

Además tiene un encargo de Roma para preparar el proceso de beatificación de un laico casado D. Víctor Rodríguez Martínez, natural de Quintanadiez de la Vega. La vida de este hombre, padre de diez hijos y cuya mujer aún vive, es increíble y D. Germán va a dedicarse con ahínco a darla a conocer e iniciar los pasos para el proceso de su beatificación.
 
D. Germán, un torrente de vida que no se cansa de evangelizar por donde pasa.
 
Natalia Aguado León

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