Nace en Lisboa (1195) en el seno de una familia de la aristocracia y es bautizado como Fernando. Su familia no acepta su vocación, por lo que renuncia a su herencia y se traslada a un monasterio agustino de Coimbra. Tras conocer a los franciscanos y su estilo de vida evangélica y fraterna, ingresa en esta Orden, adoptando el nombre de Antonio.
Tras el Capítulo celebrado en Asis en 1221 -presidido por San Francisco- es destinado al norte de Italia. Combate la herejía cátara en el sur de Francia, y la usura a base de una vida ejemplar. Dialoga con los no creyentes e imparte catequesis para fortalecer la fe de los creyentes. La última etapa de su vida la pasa en Padua donde fundó una escuela de franciscanos y escribió alguno de sus sermones. Beatificado al año siguiente de su muerte, es canonizado en 1232. Su tumba en Padua sigue siendo lugar de peregrinaciones multitudinarias.
Glorioso San Antonio, que nos diste ejemplo de vivir la pobreza, la castidad y la obediencia en sumo grado y en estar enamorado de Cristo hasta vivir sólo para Él sirviendo a los hermanos el Evangelio de la gracia, concédenos imitar tu ejemplo siendo cristianos, no de palabra si no con el ejemplo de la vida. P .N .S
San Antonio de Padua. Talla de principios del XVIII. Obra del presbitero y escultor Francisco de Sierra. Parroquia San Juan Bautista (Guardo).
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