Pinturas sobre tabla, principios S. XVI. Autor anónimo, maestro palentino seguidor de Juan de Flandes. Museo Diocesano de Palencia, sala V. |
Hermanos gemelos, nacen en la primera mitad del S. III, en Egeas (Cilicia, Turquía). Tenían otros tres hermanos y todos ellos se educaron en la fe con el ejemplo de su madre. El procónsul Lisias le ordenó ofrecer sacrificios a los dioses romanos. Al no conseguir de obligarles a base de castigos -como tirarles al mar o arrojarles a una hoguera- y ante su firmeza en la fe, ordenó que Antonio, Leoncio y Eutropio fueran encarcelados, y Cosme y Damián, apedreados. Tras resbalar las piedras sobre sus cuerpos, les ataron a dos cruces y los soldados les dispararon flechas. Dios hizo que ninguna los tocase y se volviesen contra los que disparaban. Al ver esto, Lisias ordenó decapitarles un 26 de septiembre del 300 dC. Murieron confesando la fe y perdonando a sus verdugos. Amigos cristianos recogieron sus cuerpos y los enterraron juntos.
Los restos de Cosme y Damián, médicos de profesión, fueron venerados por los milagros obrados entre el pueblo sencillo y la nobleza. Su devoción se extendió por toda Europa -desde Essen (Alemania), donde se conservó espada con la que fueron ejecutados- a partir del S. IV. La tradición relata nunca cobraban a los enfermos. El emperador bizantino Justiniano I, les dedicó una basílica en Constantinopla y el Papa Félix (526-530) les erigió otra en el Foro romano, trasladando allí sus reliquias un 27 de septiembre. El milagro más famoso fue el del trasplante de una pierna de un negro muerto a un cura parisino. Este milagro se convirtió en recurso para invocarlos como protectores de cirujanos, médicos y enfermos incurables.
El arte los representa con la palma del martirio en la mano y con utensilios propios de la medicina, cirugía y farmacia. En la diócesis tuvieron mucha importancia en el Hospital de San Bernabé y San Antolín, dependiente de la Catedral, en la que tienen un retablo del S. XVI, situado en la capilla de San Gregorio.
El Museo Diocesano Palencia conserva dos magníficas tablas flamencas, representándolos con indumentaria del renacimiento, y atributos relacionados con la medicina.
Texto: José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio
Oración
Oh Dios, nuestro médico
y remediador eterno, que
hiciste a Cosme y Damián
inquebrantables en su fe,
invencibles en su heroísmo, para llevar salud a las
dolencias humanas, haz
que por ellos sean curadas
nuestras enfermedades
tanto físicas como
espirituales. P. J.N.S Amén.
y remediador eterno, que
hiciste a Cosme y Damián
inquebrantables en su fe,
invencibles en su heroísmo, para llevar salud a las
dolencias humanas, haz
que por ellos sean curadas
nuestras enfermedades
tanto físicas como
espirituales. P. J.N.S Amén.
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