Del 1 al 3 de junio, se ha celebrado en Milán el VII Encuentro Mundial de las Familias, que ha reunido a más de un millón de personas en torno a la figura del Santo Padre, Benedicto XVI. El lema que ha presidido este Encuentro ha sido: “La Familia: el Trabajo y la Fiesta”. A muchos les podrá parecer extemporeo -inmersos en una realidad en la que muchos carecen de trabajo- relacionar el trabajo con la fiesta... Ni mucho menos...
Ya desde el año pasado, la Alianza Europea del Domingo, que reúne a 65 organizaciones de la sociedad civil, sindicatos e Iglesias (incluida la Comisión de Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea -COMECE- y la Conferencia de Iglesias Europeas -KEK-), está luchando para que las normas comunitarias permitan a los Estados declarar el domingo como el día preferencial de descanso.
Tanto la legislación europea como la nacional deben proteger la vida de los trabajadores, incluido el derecho a tener tiempo libre para la familia, las actividades sociales y culturales, así como para la participación cívica. Las sociedades necesitan un ritmo colectivo, porque la gente participa en redes sociales necesarias para su bienestar y la cohesión social.
Y nosotros... también creemos que es importante que siga siendo un día para Dios, para compartir y celebrar nuestra fe en comunidad... en familia.
Domingo Pérez
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