La tradición atribuye a San Lucas el tercer evangelio. Natural de Antioquia (Siria) es un cristiano salido del mundo pagano, que acompaña a San Pablo en sus viajes misioneros. De él aprende mucho sobre Jesús de Nazaret. Es médico y algunos han visto en su evangelio señales de su profesión. De cultura elevada, emplea sus cualidades en el estudio de la persona de Jesús. Pero sobre todo, es un testigo fiel del misterio de Cristo en medio del mundo pagano griego... y nos entrega una obra en dos partes: su Evangelio y el libro de los Hechos de los Apóstoles.
En el arte se le representa siempre con un ternero o toro, en referencia al sacrificio. Siempre está presente junto al Pantocrator, bien formando parte del tetramorfos o en las predelas de casi todos los retablos mayores a partir del siglo XV.
Señor y Dios nuestro, que elegiste a san Lucas para que nos revelara, con su predicación y sus escritos, tu amor a los pobres, concedenos vivir con un mismo corazón y un mismo espíritu y atraer a todos los hombres a la salvación.
Talla en madera policromada. Principios del S. XVI. Obra de Antonio de Malinas, con policromía del Maestro Alexandre. Retablo mayor de la Iglesia de Santa María (Dueñas).
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