Corría el año 1571 cuando el Papa San Pío V, ponía a toda la cristiandad bajo la protección de la Santísima Virgen ante la amenaza del ejército turco. La amenaza no solo era para la religión cristiana, sino para las buenas gentes, que no con pocas dificultades, vivían pacíficamente, mientras pasaban los días entre trabajos y oraciones. Tuvo el Santo Papa Pío V, la intuición o la revelación de poner bajo el amparo de la Santísima Virgen las tropas cristianas y unir a las del Emperador su propio ejército. Pero contaba con otro ejercito mucho más poderoso que las armas, la oración callada y sincera de toda la cristiandad a la que encomendó encarecidamente el rezo del Salterio de la Bienaventurada Virgen María, desgranar -como si de los Salmos bíblicos se tratase- 150 Avemarías, al tiempo que se contemplaba los misterio de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. La batalla y la victoria vinieron el 7 de Octubre y consagró ese día a la memoria de Nuestras Señora de las Victorias dando lugar después a la Fiesta universal en ese día de la Virgen del Rosario.
Muy pronto esa devoción se extendió por todo el orbe y con la predicación de los frailes dominicos, alentaron a los fieles a no dejar en el olvido tan importante acontecimiento, y a no olvidar a la Madre de Dios del Rosario que con tal amor de madre los había protegido. Uniéndose en cadena de rosas los frailes y fieles cristianos levantaron altares, capillas, iglesias y la devoción a la Santísima Virgen del Rosario llenó el mundo entero. Nuestra ciudad de Palencia no fue ajena a este fervor y a este amor, y el 8 de agosto de 1572 se fundó la Cofradía del Santísimo Rosario. No había pasado un año de la victoria de Lepanto y Palencia ya tenía su Cofradía, y una capilla llamada de los Caracoles que perduró hasta los primeros años del siglo XX. Muchos son los acontecimientos que ha sufrido nuestra Cofradía del Rosario, por eso en recuerdo a tantos y tantos hombres y mujeres que durante 440 años han puesto su confianza en la Reina del Rosario, os animo a seguir implorando su protección en “las batallas de cada día” y a extender con el mismo fervor de nuestros antepasados el amor y devoción a Nuestra Señora del Rosario, y así celebrar este año con más solemnidad si cabe la Novena de la Virgen y como no, todo el mes de Octubre. Os espero con todo afecto.
Fr. Luis Miguel García Palacios, O.P.
Director de la Cofradíadel Rosario de Palencia
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