De Francia llega está película ambientada en el París de principios de los sesenta, que nos describe la vida de unas sirvientas inmigrantes españolas que viven en la última planta del edificio en el que sirven a familias acomodadas.
A pesar de su tono francés en lo que respecta al relativismo moral... la descripción de las criadas, de vida dura pero rebosante de alegría, sincera piedad católica y lealtad solidaria, supone un retrato humano de lo que fue la emigración española de aquellos años. Una película pequeña, de pretensiones modestas, y con ciertas concesiones complacientes, que logra un resultado entrañable y positivo. Y propone un modelo de vida en el que ser sea más importante que tener y aparentar.
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