sábado, 14 de julio de 2012

Diálogo

El pasado 28 de junio, Ávila acogió un hecho insólito por estos lares... Dos personas se reunieron para protagonizar... ¡agárrense a la silla!... UN DEBATE DE IDEAS. Es obligado felicitar a La Razón, por la iniciativa de reunir a D. José Luis Rodríguez Zapatero y Mons. Antonio Cañizares Lovera en torno al tema del “El humanismo en el siglo XXI”.

Años, décadas... llevamos de retraso. Y así nos luce el pelo. En España, guste o no, el debate sobre las ideas, sobre los valores, el “diálogo entre la fe y la razón”... brilla por su ausencia. Lo habitual en nuestro entorno, a la hora de debatir, es el encasillarme en los prejuicios y tópicos... y mantenerme firme en mis planteamientos, porque el otro “no tiene razón” y del otro “no tengo nada que aprender”.
No sé cuántas veces nos habrá urgido Benedicto XVI a embarcarnos en un diálogo fecundo entre fe y razón, entre filosofía y teología para abrir el camino hacia una verdadera comprensión de la modernidad. Y lo hace desde la propia experiencia.

Memorable fue el diálogo entre el entonces cardenal Ratzinger, y el filósofo Habermas, celebrado el 19 de enero de 2004, en la Academia Católica de Baviera, en Munich. Un diálogo sobre los fundamentos morales prepolíticos del Estado liberal, basándose en las fuentes de la razón y de la fe. Memorable significa “digno de memoria”. Y mi memoria no recuerda un hecho similar en España. Y repito... así nos luce el pelo.

Quizás por no tener esta costumbre estemos como estamos. Desnortados, desconcertados y despistados. Así que, para empezar, ya es buena noticia que, al menos, Zapatero y Cañizares coincidieran en que “estamos entre demócratas, pero no hay democracia sin conciencia, sin asentamiento en principios del bien y del mal, sean del credo que sean”.

Y dijo Mons. Cañizares: “El diálogo siempre es por respeto hacia la persona. Y si educamos para el diálogo, educamos para el respeto. Diálogo es tolerancia, no es intransigencia. Trabajar por el diálogo es trabajar por un mundo mejor, por una sociedad mejor”. Y dijo Rodríguez Zapatero: “El diálogo es la puerta que abre todos los caminos. Y dialogar no es sólo sentarse delante de otro. El diálogo es reflexionar. El diálogo respetuoso y sincero facilita el sosiego, alimenta la reflexión, contribuye al progreso y en eso estamos completamente de acuerdo y ojalá el diálogo en nuestro país nos enriquezca a todos y nos ayude a aceptar cosas de lo que piensan otros”.

Algo es algo. Y por algún lado tendremos que empezar.

PD: A su llegada al Palacio de Congresos, Rodríguez Zapatero recibió un prolongado abucheo. Como dijo Mons. Cañizares “Quienes no nos dejen hablar a los dos, se han equivocado de lugar. El humanismo exige respeto a las personas”. ¿Ha quedado claro?

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