Óleo sobre tabla. Autor Juan de Villoldo. Segundo tercio S. XVI. Iglesia parroquial Ntra. Sra. del Cortijo (Alba de Cerrato) |
La Pascua -el paso o tránsito que dio Cristo de la muerte a la Vida- es la fiesta principal de los cristianos. Se celebra en la Iglesia sin interrupción desde el mismo día de la resurrección de Cristo. La gran fiesta de la Pascua se celebra durante los ocho días siguientes -la octava- con solemnidad y como un único día en el que la Iglesia canta con gozo y repetidas veces el ALELUYA. La Resurrección de Cristo es el comienzo es el inicio de la alegría sin fin, es la victoria sobre toda oscuridad, pecado, muerte, tristeza y dolor.
El Cirio Pascual, símbolo del Resucitado, preside las celebraciones, y el color blanco -distintivo de Resurrección, de la vida nueva, de la limpieza y gracia de los bautizados, de la absolución de todos los pecados- es el color de los ministros celebrantes.
La Resurrección de Cristo es el acontecimiento histórico que cambió la historia de la humanidad, y el centro de la fe cristina. Cristo Resucitado es el rostro misericordioso de Dios que sale al encuentro de los que esperaban su venida y también de los que aun peregrinamos por este mundo y quiere hacernos a todos partícipes de su triunfo.
El arte suele representar la Resurrección con Jesús saliendo del sepulcro, con medio cuerpo desnudo, mostrando las llagas, con capa roja como el mártir de los mártires, cruz victoriosa, soldados a sus pies, y siempre uniendo el Cristo de la fe con el Cristo histórico. Se pone así de manifiesto que es Él mismo y no una invención o una leyenda urdida por los apóstoles o sus seguidores. Son muchísimas las puertas de los sagrarios palentinos que la llevan, y también son centenares los retablos mayores que nos la muestran tanto en pintura como en relieves y esculturas.
Destacan, entre otras obras, la del retablo mayor de la S.I. Catedral, el Resucitado de la colegiata de Ampudia, el alto relieve de la colegiata de Aguilar de Campoo, la extraordinaria pintura del sagrario de Quintanilla de Onsoña y, la del retablo de Santa María del Castillo de Frómista.
Texto: José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio
Oración
Dios nuestro, que por medio de tu hijo venciste a la muerte y nos has abierto las puertas de la vida eterna, concede a quienes celebramos en este año de la misericordia la Pascua de la Resurrección, resucitar también a una vida nueva, renovados por las gracias del Espíritu Santo.
P.J.N.S. Amén aleluya.
P.J.N.S. Amén aleluya.
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