La Hna. Mª Asunción Fernández Sáez nació el 4 de agosto de 1934 en Malpartida de Plasencia, provincia de Cáceres. Ha muerto el 26 de febrero a los 81 años. A los pocos días llegó la noticia de Roma, sobre la canonización de D. Manuel González, acontecimiento que ella tanto deseaba y por el que tanto había trabajado.
Sus padres fueron Don Antonio Fernández, primera autoridad en la enseñanza en Palencia y Doña Asunción Sáez. Tuvieron nueve hijos. Ingresó en la Congregación de las Misioneras Eucarísticas de Nazaret el 22 de agosto de 1952. terminó la carrera de magisterio y su profesión la realizó el 10 de abril de 1955.
Como religiosa vivió siempre en Palencia, trabajando el apostolado de la Congregación y sobre todo, se dedicó a a ser apóstol de la vida y doctrina del Hermano Rafael (San Rafael Arnáiz).
La hermana Mª Asunción tiene bien merecido el título de apóstol del Hermano Rafael, trapense de Venta de Baños. La Comunidad trapense la había cedido una habitación en la hospedería del monasterio para que trabajase divulgando los escritos y doctrina del santo trapense.
Fue la mano derecha del trapense P. Alberico Feliz, especialista en todo lo referente a nuestro santo trapense. Los dos prepararon un libro con la doctrina del Hermano Rafael, ilustrando sus páginas con dibujos maravillosos hechos por ellos mismos. Libro que ofrecieron a San Juan Pablo II cuando vino a España.
El trabajo en los escritos del santo trapense la llevó a conocer mucho mejor la vida y doctrina de Santa Teresa y San Juan de la Cruz, de los que era singular discípulo el Hermano Rafael.
En los muchos viajes que hice con ella de Palencia a La Trapa y de La Trapa a Palencia la conversación giraba siempre en torno a la doctrina de los dos santos místicos del Carmelo descalzo. Son muchos los dibujos de nuestro santo ilustrando los versos de San Juan de la Cruz.
Por los años 60 hubo en España una gripe muy mala que llamaron asiática. La padecieron muchas hermanas de la comunidad, entre ellas Mª Asunción, a consecuencia de la estreptomicina que tuvieron que ponerla, perdió totalmente los oídos no pudiendo ponerla ni siquiera audífonos, sino después de muchos años.
La sordera no fue impedimento para trabajar muchísima y relacionarse con varios obispos, siendo colaboradora con el secretario particular de Monseñor Rafael Palmero cuando estuvo de obispo en Palencia. Además del trabajo extraordinario en la publicación de los escritos del Hermano Rafael también dedicó muchas horas y días en preparar los tres tomos de las Obras de Don Manuel González, fundador de las Nazarenas y Marías de los Sagrarios.
En este trabajo de los escritos del Beato Don Manuel contó con la colaboración singular del P. Tomás, carmelita descalzo y. actualmente, el mejor teresianista en la Iglesia y en el Carmelo. Su amistad con el P. Tomás fue muy eficaz para que conociese en profundidad la vida y doctrina de Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
Germán García Ferreras
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