Santos Faustino y Jovita. Grabado realizado por Toro. “Año Cristiano”. Siglo XIX. |
Faustino y Jovita, nacieron en una ilustre familia pagana de Brescia (Italia) a finales del S. II. Faustino fue presbítero y Jovita diácono. Ambos fueron militares en su juventud, después de convertirse y bautizarse, Apolonio, se dedicaron a predicar el evangelio en su ciudad natal contradiciendo los mandatos imperiales. Convirtieron muchos a la fe durante el encarcelamiento de su obispo, y esto enfureció a los paganos. Un noble local les mandó apresar y, en la cárcel de Milán, fueron torturados. Luego fueron llevados a Roma y Nápoles donde continuaron los tormentos. Al llevarlos de un lugar a otro no cesaban de anunciar el evangelio y convertir a muchos. En todo momento se mostraron dispuestos a dar la vida por Cristo antes de renegar de la fe. El emperador Adriano ordenó que fueran decapitados, si no ofrecían incienso y adoraban a los dioses imperiales.
Los hermanos fueron llevados al templo del dios Sol en Roma. Entonces una resplandeciente estatua de oro se tornó más negra, y al limpiarla se cayó y rompió en pedazos. El emperador temiendo la cólera de los dioses ordenó llevarlos al circo y echarlos a las fieras, pero estas, sin atacarles, se volvieron contra los gobernadores y espectadores. Por fin, viendo que el Dios de los cristianos les protegían y salvaba de todos los males, el emperador mando que fuesen devueltos a su ciudad de Brescia y decapitados.
Su nombre, incorporado a la lista de los primeros mártires, recibió gran culto en Brescia, de donde son patronos. Desde Italia, su culto se extendió por Europa y, especialmente en España por haber tenido la corona española posesiones en estas tierras.
El arte representa a Faustino vestido de sacerdote con casulla, libro y palma del martirio en sus manos; y a Jovita o Jovito, con la dalmática de diácono, palma y libro en sus manos. Es frecuente representarlos con leones, símbolo del martirio. Son patronos de los solteros. En la Diócesis no se encuentran, a día de hoy, pinturas o esculturas, pero sí abundantes grabados en libros litúrgicos, devocionarios y sobre todo en el “Año Cristiano” que los sacerdotes tenían en sus casas.
Texto: José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio
Oración
Padre Todopoderoso, por gracia tuya la fuerza se realiza en la debilidad; por eso te pedimos que cuantos celebramos el triunfo de tus mártires Faustino y Jovita nos concedas el don de fortaleza con que ellos salieron vencedores en el martirio.
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