El Día de la Iglesia Diocesana pretende crear conciencia entre los católicos de que pertenecemos a la Iglesia particular de Palencia. Esta cita anual nos refiere de una manera especial al Año de la Fe que estamos empezando a celebrar. Un Año que nuestra Iglesia Diocesana quiere vivir cuidando su triple dimensión: catequética, celebrativa y caritativa. Dimensiones que deben llevarnos a una renovación profunda de nuestra vida espiritual y a un decidido compromiso misionero. Para que nuestra Fe... sea una fe profesada, rezada, celebrada, y vivida.
Nuestra Iglesia Diocesana no es ajena a la situación de crisis que vivimos. Es este el momento de redoblar nuestros esfuerzos, de acrecentar nuestro compromiso cristiano. Para para poder seguir estando cerca de las personas pobres y excluidas. Para poder traducir el amor a Dios en amor al prójimo. Un amor que debemos manifestar en las distintas necesidades de la gente de hoy: económicas, por la crisis que vivimos; de cariño, en un momento de profunda soledad que afecta especialmente a ancianos, enfermos y marginados; y espiritual, que debe traducirse en comprensión, escucha, mutua ayuda, para poder sobrellevar las fatigas inherentes a la vida.
El sentirnos miembros de la Iglesia debe llevarnos a todos a implicarnos más en las tareas pastorales, pero, la Iglesia necesita, también, de nuestra colaboración económica. Las aportaciones voluntarias de los católicos es la parte más importante del sostenimiento económico de la Iglesia. La mejor forma de colaborar es con una aportación periódica personal o familiar, abonada por domiciliación bancaria. La cuantía dependerá de la situación económica familiar y de la generosidad de sus miembros.
Llegue también mi recuerdo agradecido a todos los católicos palentinos que desde su compromiso y su opción son palabra de esperanza de nuestra Iglesia.
Os bendice afectuosamente.
+Esteban. Obispo.
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