domingo, 3 de diciembre de 2017

3 de diciembre de 2017 I Domingo de Adviento

  • Is 63, 16b-17. 19b; 64, 2b-7 ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases! 
  • Sal 79 Oh, Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve 
  • 1 Cor 1, 3-9 Aguardamos la manifestación de nuestro Señor Jesucristo 
  • Mc 13, 33-37 Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa

La Iglesia comienza un nuevo Año litúrgico. El tiempo de Adviento nos abre la puerta al misterio navideño, el pascual y a la vida de la Iglesia. 

Comenzamos con la proclamación y celebración del gran anuncio salvífico: El Señor viene. Nos invita a “velar”, a estar alerta. 

Tres son las actitudes de la espera: La primera es la espera orada: Isaías suplica al Señor que rasgue los cielos y baje a salvar a su pueblo, obra de su mano (1 Lect). La segunda es la espera vigilante: Marcos recomienda permanecer en vela en espera del Señor que viene (Ev). La tercera es la espera testimoniada por las obras. Pablo agradece a Dios los dones otorgados a los corintios y les exhorta a ser fieles mientras esperan su retorno (2 Lect).

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