Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Óleo sobre lienzo, autor anónimo. S. XIX. Museo Diocesano de Palencia. |
La devoción a la Virgen del Perpetuo Socorro está ligada a un icono bizantino -del S. X-XI- procedente de la isla griega de Creta. Está pintado sobre madera y nos muestra a la Virgen con su hijo en brazos. Éste observa a unos ángeles que le muestran los símbolos de su futura pasión, mientras se agarra con fuerza y con las manos a la de su madre. Nos recuerda el cuidado que María tiene de su hijo desde su concepción hasta su muerte. Fue propiedad de un rico comerciante cretense que la sustrajo de una iglesia, para que no cayese en manos de los sarracenos. Escondida entre su equipaje, se embarcó rumbo a Italia. Durante la travesía se desató una tempestad y los pasajeros, temiendo por su vida, se encomendaron a Dios y a la Virgen Santísima. La leyenda cuenta que el mar recupero su calma y el pasaje arribó al puerto de Roma sano y salvo. Y todo ello gracias al icono que se encontraba con ellos. El mercader se alojó durante unos días en casa de un gran amigo en Roma, mostrándole el icono y relatándole el milagro obrado, y diciéndole que algún día el mundo entero le rendiría homenaje con el nombre de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
La imagen fue depositada en la Iglesia de San Mateo, regentada por los agustinos donde estuvio durante más de 300 años, relatándose infinidad de milagros ocurridos gracias a su intercesión. Con la invasión de Roma por Napoleón en 1798, la iglesia fue destruida y el icono fue salvado por los PP. Agustinos que la llevaron consigo a una pequeña capilla sin culto público. En 1855 los Redentoristas compraron unos terrenos cercanos y descubrieron el paradero del icono. Desde el 19 de enero de 1866 ocupa el centro del ábside de la iglesia de San Alfonso María de Ligorio de Roma y su devoción se ha extendido por todo el mundo.
De la imagen original se han realizado multitud de copias en pintura, litografías y grabados, distribuidas por catedrales, parroquias, monasterios y conventos.
En algunas parroquias se siguen haciendo novenas y fiestas dedicadas a esta devoción gracias a las misiones populares que impartían los PP. Redentoristas.
Texto: José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio
Oración
Oh Virgen y Madre del Perpetuo Socorro, haz que de la misma manera que tienes en brazos a tu querido Hijo Jesús, nos tengas también a todos nosotros, sobre todo en los momentos del dolor, de la duda o de la tentación para que sintamos tu amor y protección segura.
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