El pasado 30 de abril se vivió una jornada muy especial en la casa provincial de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. En un tiempo de escasez de vocaciones las celebraciones vividas ese día cobran especial relevancia. Comenzó la jornada a las 7h con la renovación de los votos temporales de dos hermanas; a las 9:30h, dos novicias emitieron sus primeros votos de profesión religiosa; y a las 12h, nuestro Obispo presidió la profesión perpetua de la hermana Sor Celia Eugenia. El día anterior, tres jóvenes de la congregación entre 20 y 21 años tomaron el hábito.
Unas esperanzadoras noticias para nuestra comunidad creyente. Dios sigue llamando «Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo». (Ap 3, 20)
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