En la sociedad española vivimos tiempos revueltos y nada asegura que no vayan a revolverse más. Tiempos tensos y violentos. Tiempos donde la estupidez, o la ambición, o la codicia o el odio... o todo junto se van extendiendo. Tiempos donde parecemos estar más preocupados -y ocupados- en separar que unir.
También sabemos que los que dedican su vida a odiar al otro, o a sembrar odio, son una minoría... pero las enfermedades son contagiosas.
Desde demasiados sitios se trabaja sin descanso para volar los puentes... y poco para tenderlos. Parece que más que caminar hacia la “Cultura del Encuentro”, como nos pide el Papa Francisco... vamos a la carrera a la “Cultura del Desencuentro”.
Y cada uno nos lo tenemos que hacer mirar... desde nuestras actitudes, maneras y modos, desde nuestra vida diaria, desde nuestras opiniones en público y en privado...
Y yo mismo tengo que ver desde qué claves y para qué realizo mi quehacer diario: el Periodismo.
No puede ser que la profesión a la que amo sea utilizada para promover el enfrentamiento. Hay en mi gremio mucho mercader que explota los sentimientos, sin otra intención que encender una mecha. Sabiendo perfectamente -y convencidos- que la única forma de imponer algunas ideas pasa por la eliminación de quienes no las comparten... y buscan un escenario en el que eso sea posible.
Se amplifican las ideas de los fanáticos de uno y otro lado... y se silencia a la inmensa mayoría. La inmensa mayoría sensata, prudente... que lo único que busca es vivir en paz. En concordia. Convivir.
Con alegría recibo la noticia de que el Papa Francisco dedicará su Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2018... «a las informaciones infundadas que contribuyen a generar y a alimentar una fuerte polarización de las opiniones. Se trata de una distorsión a menudo instrumental de los hechos, con posibles repercusiones sobre los comportamientos individuales y colectivos». Porque «la Iglesia quiere ofrecer una contribución proponiendo una reflexión sobre las causas, sobre las lógicas y sobre las consecuencias de la desinformación en los medios y ayudando a la promoción de un periodismo profesional, que busca siempre la verdad y por lo tanto un periodismo de paz, que promueva la comprensión entre las personas». El Papa busca, y todos necesitamos un «periodismo de paz».
Tengo que esperar a enero para leer este Mensaje... pero ya tengo ganas. Porque, ahora y siempre «La verdad os hará libres» (Jn 8, 32).
Domingo Pérez
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