¿Qué significa el principio de«prioridad del trabajo frente al capital»?
[DOCAT 144] De la dimensión subjetiva del trabajo nace también el «principio de la prioridad del “trabajo” frente al “capital”» (LE, 12), ya que el hombre posee el capital como un instrumento externo a él, mientras que el trabajo es expresión esencial de la persona, que es quien lo ejerce, y de su dignidad. No son nunca justificables condiciones de trabajo o de salario que exploten o denigren al individuo, independientemente de si estas residen en intereses de capital, en las exigencias de la competencia o en la dureza de la globalización.
[DOCAT 144] De la dimensión subjetiva del trabajo nace también el «principio de la prioridad del “trabajo” frente al “capital”» (LE, 12), ya que el hombre posee el capital como un instrumento externo a él, mientras que el trabajo es expresión esencial de la persona, que es quien lo ejerce, y de su dignidad. No son nunca justificables condiciones de trabajo o de salario que exploten o denigren al individuo, independientemente de si estas residen en intereses de capital, en las exigencias de la competencia o en la dureza de la globalización.
En el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia: [277]
«Quisiera recordar a todos, en especial a los gobernantes que se ocupan en dar un aspecto renovado al orden económico y social del mundo, que el primer capital que se ha de salvaguardar y valorar es el hombre, la persona en su integridad». Benedicto XVI [CiV 25]
¿Cuál es la postura de la Iglesia ante el capitalismo y ante la economía de mercado?
[YOUCAT 442] Un capitalismo que no esté insertado en un ordenamiento jurídico sólido corre el riesgo de desvincularse del Bien Común y de convertirse en un mero instrumento de afán de lucro de algunos. A esto se opone la Iglesia decididamente. Por el contrario, aprueba una economía de mercado que esté al servicio del hombre, evite los monopolios y garantice a todos el suministro de los bienes y el trabajo necesarios para vivir.
En el Catecismo de la Iglesia Católica: [2426]
[YOUCAT 442] Un capitalismo que no esté insertado en un ordenamiento jurídico sólido corre el riesgo de desvincularse del Bien Común y de convertirse en un mero instrumento de afán de lucro de algunos. A esto se opone la Iglesia decididamente. Por el contrario, aprueba una economía de mercado que esté al servicio del hombre, evite los monopolios y garantice a todos el suministro de los bienes y el trabajo necesarios para vivir.
En el Catecismo de la Iglesia Católica: [2426]
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