La Trapa acogió el pasado 3 de octubre el encuentro de los religiosos de Vida Contemplativa, una jornada de celebración, de encuentro, convivencia y de compartir la riqueza de sentirse hermanos e hijos de Dios. Alrededor de medio centenar de personas dedicadas a la Vida Contemplativa disfrutaron de ese encuentro; participaron representantes de las comunidades de las Carmelitas Descalzas, Clarisas, Brígidas, Agustinas de la Conversión, Agustinas Canónigas, Cistercienses, Dominicas y una representación de los monjes trapenses, que con el superior del Monasterio, el P. José Antonio Gimeno fueron los anfitriones.
Durante el encuentro, el Obispo de la Diócesis presentó al nuevo delegado para la Vida Consagrada, el P. Adolfo del Valle, misionero del Verbo Divino que aseguró asumir la responsabilidad con actitud de servicio y mostró su interés por conocer más a estas comunidades de vida contemplativa. D. Manuel agradeció el trabajo realizado por el anterior delegado, el dominico P. Antonio Abad.
Durante su intervención el Obispo de la Diócesis dió las gracias a cada uno de los miembros de vida contemplativa “por lo que sois y por lo que hacéis en esta Iglesia Diocesana” y les animó a seguir adelante confiando en Dios, abiertos unos a otros y abiertos a la Gracia de Dios.
El prelado palentino presentó durante el encuentro un avance del borrador del Plan Pastoral e incidió en la importancia de centrarnos no tanto en las acciones, sino en las actitudes, teniendo siempre una actitud evangélica, ser ejemplo de comunidad de hermanos, de fraternidad, comunidades en torno a Jesús. “Necesitamos abrirnos para que la gente pueda entrever lo que somos y hacemos”, concluyó D. Manuel.
Después de presentarse cada unas de las religiosas y religiosos se celebró la Eucaristía en la iglesia del Monasterio. La jornada con una comida fraternal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario