¿Qué significa el principio de solidaridad?
[DOCAT 100] El principio de solidaridad realza en la persona humana su dimensión social. Nadie puede vivir en solitario, todos dependemos de los demás. Esto no se traduce tan solo en una ayuda puramente práctica, sino que tiene que ver también con tener a alguien cerca para hablar y con crecer junto a los demás en el intercambio de ideas, argumentos, necesidades y deseos, lo cual ayuda a desarrollar por completo la personalidad.
«La solidaridad es en primer lugar que todos se sientan responsables de todos» (Benedicto XVI. Caritas in veritate, 38)
En el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia: [192]
[DOCAT 100] El principio de solidaridad realza en la persona humana su dimensión social. Nadie puede vivir en solitario, todos dependemos de los demás. Esto no se traduce tan solo en una ayuda puramente práctica, sino que tiene que ver también con tener a alguien cerca para hablar y con crecer junto a los demás en el intercambio de ideas, argumentos, necesidades y deseos, lo cual ayuda a desarrollar por completo la personalidad.
«La solidaridad es en primer lugar que todos se sientan responsables de todos» (Benedicto XVI. Caritas in veritate, 38)
En el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia: [192]
¿Dónde se muestra la solidaridad de los cristianos con las demás personas?
[YOUCAT 332] Los cristianos se comprometen a favor de estructuras sociales justas. A ello pertenece el que todos los hombres tengan acceso a los bienes materiales y espirituales de esta tierra. Los cristianos también se preocupan de que se respete la dignidad del trabajo humano, a lo que corresponde un salario justo. También la transmisión de la fe es un acto de solidaridad con todos los hombres.
La solidaridad es el signo práctico en el que se reconocen los cristianos. Pues ser solidario no es únicamente un mandato de la razón. Jesucristo, nuestro Señor, se ha identificado plenamente con los pobres y los más pequeños (Mt 25, 40). Negarles a ellos la solidaridad supondría rechazar a Cristo.
En el Catecismo de la Iglesia Católica: [1939-1942, 1948]
[YOUCAT 332] Los cristianos se comprometen a favor de estructuras sociales justas. A ello pertenece el que todos los hombres tengan acceso a los bienes materiales y espirituales de esta tierra. Los cristianos también se preocupan de que se respete la dignidad del trabajo humano, a lo que corresponde un salario justo. También la transmisión de la fe es un acto de solidaridad con todos los hombres.
La solidaridad es el signo práctico en el que se reconocen los cristianos. Pues ser solidario no es únicamente un mandato de la razón. Jesucristo, nuestro Señor, se ha identificado plenamente con los pobres y los más pequeños (Mt 25, 40). Negarles a ellos la solidaridad supondría rechazar a Cristo.
En el Catecismo de la Iglesia Católica: [1939-1942, 1948]
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