Vamos a acercarnos en esta ocasión a la excepcional escultura de la Virgen de Rocamador. Una pieza del siglo XII tallada en piedra que hoy se venera en la Parroquia de San Marco, en el barrio de Pan y Guindas.
Según la tradición la primitiva ermita de Rocamador -un pueblo francés cercano a Burdeos- fue dedicada a la devoción de la Virgen María, por un monje llamado Roque Amador. Este monje hacía penitencia entre unas rocas. Junto al sepulcro de este monje -que pasaría a ser conocido como San Amador el de las Rocas- se construyó un cenobio y de allí surge la advocación mariana de la Virgen de Rocamador.
La devoción se extiende por Europa y en Palencia, en el barrio de la Puebla, fuera de los muros de la ciudad se construye una ermita dedicada a la Virgen. Anejo a la ermita, también según la tradición, Rodrigo Díaz de Vivar, levantado en 1067 un hospital para leprosos en el solar que hoy es la Iglesia de San Lázaro. Y en este hospital, se daba culto a la imagen de la Virgen de Rocamador.
Con el paso del tiempo la ermita desaparece y la Virgen de Rocamador en el año 1980 es trasladada al Museo Diocesano, y, con la fundación de la Parroquia de San Marco es trasladada a ella, para recibir de nuevo veneración.
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