Reunión del Consejo de Pastoral |
Presidido por Mons. Escudero, acompañado de Juan José Martínez (Vivario de Pastoral) se celebró, el pasado 28 de abril, la primera sesión de este curso del Consejo Diocesano de Pastoral. A este órgano le corresponde, bajo la autoridad del Obispo, estudiar y valorar lo que se refiere a las actividades pastorales en la diócesis, y sugerir conclusiones prácticas sobre ellas. Se compone de fieles que estén en plena comunión con la Iglesia católica, tanto clérigos y miembros de institutos de vida consagrada como sobre todo laicos.
La reunión, en la que participaron 30 miembros del Consejo, se celebró en un ambiente de rico y abierto diálogo... y durante la misma se abordó de una amplia manera “La Celebración del año de la fe”. Asimismo, se introdujo un nuevo tema: “La Atención Pastoral que demanda nuestra Diócesis”.
El Año de la Fe
Para reflexionar este tema se partió de la Nota que el Card. Levada (Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe) en la que se nos invita a que este año sea «una ocasión propicia para que todos los fieles comprendan con mayor profundidad que el fundamento de la fe cristiana es “el encuentro con un acontecimiento, con una Persona que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”».
Para la celebración de este Año de la Fe, Mons. Escudero presentó a los miembros del Consejo un elenco de propuestas a realizar en el ámbito diocesano, arciprestal y parroquial... que no deben interferir en la marcha normal de las parroquias, y ser realizadas de acuerdo con el Plan Pastoral. Por su parte, en el diálogo posterior, el Consejo aportó numerosas iniciativas para esta celebración.
Entre las más de 30 propuestas se recogen, por ejemplo: la celebración y clausura solemne del Año, de la Fe; actividades encaminadas a profundizar en nuestra formación sobre el Catecismo de la Iglesia Católica y el Concilio Vaticano II; o iniciativas para seguir mejorando la calidad del catecumenado de niños, jóvenes y adultos.
La Atención Pastoral que demanda nuestra Diócesis
Para abordar este punto se presentó a los miembros del Consejo una serie de datos demográficos de nuestra diócesis, y las reflexiones y propuestas que sobre el tema ha ido abordando el Consejo Presbiteral. Desde estas premisas, es innegable que en nuestra diócesis asistimos a un “envejecimiento y despoblación en los pequeños núcleos rurales, mientras que las cabeceras de comarca, aún se resisten a esa dinámica”. A la vez, constatamos un “alejamiento de la Iglesia de los jóvenes y las personas de mediana edad”... y una “dolorosa falta de relevo generacional en los sacerdotes, debido a la falta de vocaciones”.
Esta realidad, a la nuestra Iglesia Diocesana le afecta en múltiples dimensiones... pero hay una de especial importancia. Así lo afirma el Card. Kasper en un texto que sirvió de reflexión previa: «Garantizar a hoy día a todos los cristianos la celebración dominical de la eucaristía es una grave cuestión de conciencia para cualquier obispo [...] Para esta problemática no existe una solución mágica universal, pero necesitamos, al menos cierta perspectiva que nos permita realizar algún avance posible de cara al futuro».
Una restructuración pastoral resulta ineludible si se contempla el problema con realismo. Esta, puede llevarnos a Unidades de Trabajo Pastoral más amplias con capacidad para permanecer en el tiempo. Un buen ejemplo de ello es la reciente reorganización de los Arciprestazgos, tras la fusión de Ojeda-Boedo con Campoó-Santullán y Camino con Carrión.
Este asunto de importancia, se seguirá abordando en otras sesiones del Consejo Pastoral.
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