Desde hace más de 350 años, se celebra en Gozón de Ucieza, una festividad en memoria y honor de una Virgen: La Virgen del Sayugo, que nosotros llamamos de una forma muy particular: “Nuestra Virgen”, por la que sentimos una singular devoción.
Esta fiesta, que se celebra el tercer domingo de septiembre desde hace más de 350 años, atrae a tantas personas durante tres días, que multiplica por diez o más la población.
Es una fiesta de tanto arraigo en nuestro pueblo, que acudimos a su celebración desde puntos tan distintos de España como: Asturias, País Vasco, Cantabria, Cataluña, La Rioja, Madrid, Valladolid, Valencia, Málaga, y de la provincia de Palencia, desde más de 20 poblaciones; teniendo que hacer una mención especial a todos aquellas personas que desde: Villota del Duque, La Serna, Villaproviano, Villamoronta, Bahillo, Miñanes, Itero Seco, Quintanilla de Onsoña y otros, que nos acompañan cada año por estas fechas, como si fuesen unos vecinos más del pueblo. Y con tanta devoción y aprecio como nosotros. Llegando a sumar más de 230 visitantes cada uno de los tres días de su celebración. O sea, que la mayor parte de los que asistimos a esta celebración tan singular, somos nacidos en el pueblo, o hijos y nietos nuestros.
Hablando recientemente con una hija mía (nacida en Valladolid) sobre esta fiesta, me comentaba que a ella le gusta desde niña el día de La Virgen, tanto porque vuelve a reunirse con amigos y conocidos de la niñez a los que no la sería posible ver con cierta frecuencia, como por el ambiente abierto y de afinidad que existe, sintiéndose integrada como si allí fuera nacida. Todos nos sentimos bienvenidos, y aceptados sin mas.
En la ermita de la Virgen del Sayugo -situada extramuros de Gozón, en lo alto de una loma a unos 1.000 metros del pueblo- se desarrollan la mayor parte de las celebraciones en su honor.
Los -por desgracia- pocos vecinos del pueblo (23), son gente abierta con todos los forasteros, vengan de donde vengan en cualquier fecha del año y si es en estas fechas, con más motivo si cabe. Por lo que aparte de disfrutar de la celebraciones religiosas, son fechas para ver y recordar tiempos pasados con aquellas personas que en ocasiones no ves desde hace años, y a veces, son momentos de grandes recuerdos y satisfacciones. Así que a todos aquellos que les siga gustando el sabor de las pequeñas cosas, sencillas y llanas de los pueblos, les invito a compartir y vivir estas celebraciones con nosotros.
Alfredo Pérez Sevilla
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