Óleo sobre lienzo. S.XVIII (1739). Autor: Manuel Osorio. Catedral de Palencia. Capilla de la Inmaculada. |
El 9 de diciembre de 1531, el indio Juan Diego caminaba al convento de Tlaltelolco. Al salir el sol, al llegar al monte Tepeyac, oyó cantar a miles de pájaros. Sorprendido vio un resplandor y escuchó una voz: “Juanito, querido Juanito”. Asustado subió al monte y vio a la Virgen rodeada de rayos de luz. Ella le habló en azteca y le dijo que era la Inmaculada, que deseaba tener un templo en el llano de ese mismo lugar, y que fuera a contárselo al obispo de México. El obispo, dudó de lo que Juan le contaba, y no le hizo caso. Juan volvió a la colina y llorando le dijo a la Virgen que el obispo no le había creído. Ella insistió: “vuelve otra vez a contárselo”. Esta vez, el obispo le pidió una señal. Juan regresó a la colina y la Virgen se la prometió para el día siguiente. Pero Juan acudió a la cita pues su tío estaba a punto de morir, e iba corriendo al convento de Tlaltelolco a buscar un sacerdote... Fue por detrás del cerro para que la Virgen no le viera, pero María salió a su encuentro y le recordó que Ella es la Madre de los que sufren, y le pidió que subiese a lo alto del cerro y cortase unas flores. Juan lo hizo y se sorprendió de que en diciembre hubiese flores tan bellas. Tras cortarlas, la Virgen, le dijo: “como el Obispo te ha pedido una señal, llévale este ramo de flores, y explícale todo lo sucedido”. El obispo, al coger el jarrón, se le cayó al suelo y en ese momento se apareció la Virgen en un lienzo. Ese mismo día, 12 de diciembre, la Virgen curó al tío de Juan, que dijo “Te-coa-tal-xope” que en azteca quiere decir “aplastará la serpiente de piedra”. A los españoles les sonó “de Guadalupe”. La devoción se extendió por México, América latina y España. Es patrona de México y Extremadura, y emperatriz de América. Juan Pablo II canonizó al Juan Diego en 2002.
Se la representa siguiendo la descripción que hizo Juan Diego: azul en el manto y blanco en la túnica, manos juntas, cabeza cubierta, rayos en torno a Ella, ojos y tez propia de los indios aztecas, media luna a los pies y escenas de las apariciones. La diócesis tiene excelentes lienzos de la Virgen de Guadalupe. Destacan los de la S.I. Catedral, el de Villamediana, el de la ermita de Valdesalce (Torquemada), y el de la parroquia de Torremormojón.
Texto: José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio
Oración
Padre de misericordia, que has puesto a tu pueblo tuyo bajo la especial protección de la siempre Virgen María de Guadalupe, Madre de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, profundizar en nuestra fe y buscar el progreso de los pueblos por caminos de justicia y de paz.
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