En el periodo veraniego, la gran familia de las Auxiliares Parroquiales de Cristo Sacerdote ha vivido en nuestra diócesis gozosos encuentros: Celebraciones de los Primeros Votos, Renovación de Votos, Bodas de oro de la Profesión Religiosa y todo ello culminó el día 27 de Agosto con las Profesión Perpetua de tres hermanas: Honorilda, Viridiana y Vianey. Fueron muy felices acontecimientos que llenan de esperanza y positivo futuro a la Iglesia Universal. Como proclama la Exhortación a la Vida Consagrada de San Juan Pablo II: «Con la profesión de los consejos evangélicos, los rasgos característicos de Jesús –virgen, pobre y obediente- tienen una permanente visibilidad en medio del mundo [...] La vida consagrada está en el corazón mismo de la Iglesia como elemento decisivo para su misión... y es la aspiración de toda la Iglesia-Esposa hacia la unión con el único Esposo».
Esta realidad se vivió con profundidad en las celebraciones de este verano. Desde distintos puntos de toda la geografía española y de Roma, Argentina y Méjico muchas hermanas, familiares y amigos se acercaron, añadiendo alegría y cariño a los encuentros. Participaron numerosos sacerdotes de muchas diócesis y nuestro Sr. Obispo presidió el acontecimiento central. Con una cuidada liturgia y un perfecto canto gregoriano las celebraciones estuvieron llenas de espiritualidad y agradecimiento al Señor, por el importante carisma que el Siervo de Dios Don José Pío dejó en estas hermanas y en la luz que irradian a los que las tratamos.
Este importante carisma se puede resumir en la letra del estribillo que tiene el Himno de la Congregación. Dice: «De Cristo Sacerdote por la Señora somos esclavas, a dilatar su reino en la Parroquia somos llamadas». Y terminamos con la oración al Padre, que cada día se hace en comunidad por el aumento de vocaciones sacerdotales, vocaciones a la vida consagrada y por la pronta Beatificación de D. José-Pío Gurruchaga.
Tomás Valverde
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