En la Casa de la Iglesia se pudieron compartir el pasado 2 de agosto toneladas de vida y servicio. De amor a la Iglesia y a los hermanos. Se celebró el XXIX Encuentro de Misioneros Palentinos. Cerca de cuarenta de estos misioneros se dieron cita, para compartir sus testimonios de vida, sus experiencias en los distintos países de misión donde trabajan, intercambiar incertidumbres, dificultades y retos. En palabras de ellos mismos son “los eslabones de una cadena que lleva a Dios”.
Venezuela es el país que cuenta con más misioneros palentinos. Así, al encuentro se acercaron una decena de ellos cuya misión desarrollan en el país venezolano al que han definieron como “un país rico habitado por gente pobre”. Pero también, participaron palentinos que trabajan en Japón, EE.UU, Argentina, Paraguay, Burundi, Costa de Marfil, Singapur, República Dominicana entre otros muchos.
El encuentro comenzó a las 10:30h con un momento de oración y con el saludo por parte del Delegado Diocesano de Misiones, Rafael Alamán, quien agradeció la presencia de los asistentes. Intervinieron también el presidente de la Diputación, José Mª Hernández, que alabó la labor de los cientos de misioneros palentinos que un día abandonaron su tierra para trabajar a favor de los más desfavorecidos y “cuidar el alma” de las personas. Hernández recordó el apoyo de las administraciones públicas en los proyectos de cooperación pero sobre todo, hizo hincapié en la labor, sacrificio y entrega de estos palentinos que a miles de kilómetros trabajan para anunciar el Reino de Dios.
Los homenajeados fueron Javier Berzosa, Mª Rita Miguel y Amelia Fernández, que cumplen “bodas de oro”. Y, por otro lado, Esteban Rigueras, Jesús Mariano Alonso y Javier Pérez que cumplen “bodas de plata”.
A lo largo del día se compartieron testimonios de todos y cada uno de los misioneros. Todos tuvieron un recuerdo especial para su pueblo natal, pueblos de la Valdavia, del Norte, de Campos, de la Ojeda, del Cerrato... y recordaron con emoción el apoyo que siempre les han brindado sus familias. Acto seguido, narraron el trabajo diario que desarrollan en sus países de misión, desde la formación, el apoyo en la pastoral, el acompañamiento a los más desfavorecidos, el trabajo que hacen en las cárceles, hospitales, colegios, parroquias, medios de comunicación... cada uno en su medio y en su cometido, pero todos ellos con una misma misión: la de sembrar semillas del evangelio que poco a poco den fruto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario