miércoles, 18 de diciembre de 2013

La Virgen de la O

Escultura en piedra policromada, gótica, siglo XV, autor anónimo. Catedral de Palencia (entrando por la “Puerta de los Novios”).
Fiesta: 18 de diciembre 
Esta fiesta tuvo su origen en España, en el siglo VII. Fue aprobada en el X Concilio de Toledo, en tiempos Recesvinto y del Obispo de Toledo San Eugenio. El Papa Gregorio XIII, la aprobó en 1573, y en septiembre de 1695, por decreto de la Sagrada Congregación de Ritos, Inocencio XII la extendió a la República de Venecia y sus regiones. En 1725, por decreto de Benedicto XIII la fiesta pasó al calendario de la Iglesia católica Universal.

Se la conoce con diversos nombres. La Virgen de la Esperanza, la Virgen de las Olas, Nuestra Señora del Agua, la Expectación del Parto. La más corriente en Castilla y León, es Nuestra Señora de la O. El nombre deriva de las siete antífonas mayores que se cantaban en las vísperas, del 18 al 24 de diciembre, ya que comenzaban todas ellas con la exclamación “Oh...”. Esta letra O latina significa alegría y a la vez súplica. Estaban dirigidas a Cristo: “Oh Emmanuel, Oh sabiduría, Oh Adonai, Oh raíz de Jesé, Oh llave de David, Oh Oriente, Oh Rey de los gentiles”.

El rezo de la festividad fue compuesto por San Ildefonso, arzobispo de Toledo, que defendió la virginidad de María, antes, durante y después del parto. Por ello, la Virgen le recompensó milagrosamente bajando del cielo y colocándole la casulla cuando se disponía a celebrar el santo sacrificio de la misa. Fue este santo tan mariano el gran difusor de esta devoción.

La fiesta de la Virgen de la O, o la Expectación del Parto fue suprimida del calendario litúrgico después del Concilio Vaticano II, y sólo queda como fiesta local, allí donde venía celebrándose desde tiempo inmemorial.

Se la representa en estado de gestación avanzado, a punto de dar a luz, con un gran cinto y en actitud de espera.

En la diócesis dos son, al menos, las parroquias y pueblos que la tienen como Patrona: Dueñas y Porquera de los Infantes. Las dos parroquias tuvieron ermitas dedicadas a esta invocación mariana. También es titular del Convento de las Agustinas Recoletas de la capital palentina.

Texto: José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio

Oración
¡Oh Dios de la Alianza y Caudillo de la casa de Israel! Tiéndenos tu mano, Ven y sálvanos. ¡Oh retoño de la raíz de Jesé! Que te yergues como un estandarte ante todos los pueblos; en tu presencia enmudecerán los reyes y a ti clamarán las gentes: “Ven a librarnos, no tardes más”.

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