La Capilla de San Gregorio y sus contenidos han llegado inalterables hasta nuestros días. No ha tenido cambios en su advocación.
Es una de las fundaciones más importantes de la catedral. Fue patronazgo de la familia Arce, emparentada con el obispo Fray Alonso de Burgos. El principal patrono fue el Juan de Arce que asistió al Concilio de Trento, lo que prueba su prestigio cultural y sus garantías para desarrollar una importante labor de mecenazgo. El Arcediano del Alcor, en la Silva Palentina le presenta como “varón de muchas letras divinas y humanas e insigne teólogo”. Su gusto estético se adapta al nuevo estilo renacentista impuesto años anteriores en el retablo mayor de la catedral. Su autor preferido era Juan Ortiz el Viejo I, de formación vigarnista.
En 1528 le concedieron tres sepulturas en la capilla para él y sus descendientes, obligándose a hacer mejoras en la misma. Continuó la labor de enriquecimiento artístico de la capilla. La decoró con pinturas y esculturas, debidas a la mano de diferentes autores, entre los mejores del medio palentino de entonces.
En aquella época predominaba el mecenazgo que se establece a través de la compra de sepulturas o de capillas enteras. Los personajes que las contratan eran dignidades, en menor medida nobles y letrados. Se establecen contratos pormenorizados entre el cabildo y estos personajes. Así, se establecía el número y forma de los enterramientos, en los que se suele evitar los bultos y los arcosolios, lo que es una razón de que existan tan pocos en la catedral.
Hay también la obligación del patrono de poner reja, retablo, decoración y objetos de culto. Y de atender a las capellanías. Por último, el patrono paga una cantidad a la catedral tanto en dinero como en renta perpetua. Según esta modalidad de patronazgo se decoran gran número de capillas de la catedral y de retablos, puesto que la mayor parte de aquellas se encontraban sin decorar al comienzo de este periodo. Por ello fue una contribución decisiva el mecenazgo artístico durante el S. XVI.
Juan de Arce mandó hacer el retablo principal de la capilla, dedicado a San Gregorio, que muestra un cierto paralelismo con el mayor del convento de San Pablo de Valladolid. En el centro está el Papa San Gregorio rodeado de obispos y presbíteros elevando la sagrada forma.
A la izquierda, el retablo de San Cosme y Damián, de estilo plateresco. En la parte inferior (predela) los santos titulares del retablo, sustituyendo la pierna gangrenada de un enfermo por la de un negro. En los dos compartimentos del cuerpo principal, van las imágenes de San Cosme y San Damián. La escultura de San Matías, que ocupa el centro del cuerpo del retablo no se la describe en este lugar en 1564, por lo que se deduce que se coloco posteriormente. Su estilo es de un manierismo ecléctico de esa época, y aunque ha tenidos varias atribuciones, hay que vincularla con obras del escultor palentino Juan Ortiz Fernández. En la pared izquierda, en 1535 se erigió el sepulcro de D. Juan de Arce.
Amador Valderrábano
No hay comentarios:
Publicar un comentario