- Is 55, 10-11 La lluvia hace germinar la tierra
- Sal 64 La semilla cayó en tierra buena, y dio fruto
- Rom 8, 18-23 La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios
- Mt 13, 1-23 Salió el sembrador a sembrar.
En la primera lectura se ha compara la lluvia, que hace germinar la tierra, con la palabra que sale de la boca de Dios, que cumplirá su deseo y llevará a cabo su encargo.
Esa Palabra no es otra que Jesucristo; y esa Palabra es la que se siembra mediante la predicación (Ev). ¿La escuchamos sin atención y no hacemos por entenderla?, ¿la entendemos y profundizamos y somos constantes en cumplirla?, ¿la escuchamos, pero ante cualquier dificultad dejamos de cumplirla?, ¿la escuchamos, pero los afanes de la vida, la preocupación por el dinero, nos llevan a olvidarla? Y será a partir de ir viviendo el mensaje evangélico como iremos caminando hacia la manifestación plena de la libertad gloriosa de los hijos de Dios (2 Lect).
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