- Sab 12, 13. 16-19 Concedes el arrepentimiento a los pecadores
- Sal 85 Tú, Señor, eres bueno y clemente
- Rom 8, 26-27 El Espíritu intercede por nosotros con gemidos inefables
- Mt 13, 24-43 Dejadlos crecer juntos hasta la siega
La primera lectura y el Evangelio de hoy -con la parábola de la cizaña- son una llamada de atención sobre la tentación en que caemos con frecuencia de meternos a jueces de los demás, excluyéndolos del reino de los cielos. Nos olvidamos de que Dios en el pecado da lugar al arrepentimiento. Solo cuando vuelva el Señor al fin de los tiempos quedará claro quiénes son el trigo y quiénes la cizaña, y será Él el que lo juzgará. Mientras, pidamos que nos conceda abandonar el pecado y pasar a una vida nueva, sabiendo que Dios es clemente y misericordioso (Sal) y que el Espíritu acude en ayuda de nuestra debilidad e intercede por nosotros con gemidos inefables (2 Lect).
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