¿Qué es el perdón?
[DOCAT 277] Los hombres pueden causar un daño terrible: se burlan, ignoran, mienten, y engañan. Los cristianos, en lugar de lamentarnos por aquello que no sabemos eliminar del mundo, podemos crear la paz y llegar a la paz interior gracias a la posibilidad del perdón. El perdón no resta importancia al mal cometido, ni tampoco hace como si este no hubiera sucedido, sino que al perdonar, lo que hacemos es introducir a Dios en la ecuación: «Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades» (Sal 103,3). Con Dios a nuestro lado, los seres humanos tenemos la fuerza para perdonar e, incluso, para hacer posible un nuevo comienzo donde a nadie le parecería humanamente posible.
[DOCAT 277] Los hombres pueden causar un daño terrible: se burlan, ignoran, mienten, y engañan. Los cristianos, en lugar de lamentarnos por aquello que no sabemos eliminar del mundo, podemos crear la paz y llegar a la paz interior gracias a la posibilidad del perdón. El perdón no resta importancia al mal cometido, ni tampoco hace como si este no hubiera sucedido, sino que al perdonar, lo que hacemos es introducir a Dios en la ecuación: «Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades» (Sal 103,3). Con Dios a nuestro lado, los seres humanos tenemos la fuerza para perdonar e, incluso, para hacer posible un nuevo comienzo donde a nadie le parecería humanamente posible.
En el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia: [517]
¿Qué quiere decir «perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden»?
[YOUCAT 524] El perdón misericordioso, que nosotros concedemos a otros y que buscamos nosotros mismos, es indivisible. Si nosotros mismos no somos misericordiosos y no nos perdonamos mutuamente, la misericordia de Dios no puede penetrar en nuestro corazón.
[YOUCAT 524] El perdón misericordioso, que nosotros concedemos a otros y que buscamos nosotros mismos, es indivisible. Si nosotros mismos no somos misericordiosos y no nos perdonamos mutuamente, la misericordia de Dios no puede penetrar en nuestro corazón.
Muchas personas tienen que luchar durante toda la vida para poder perdonar. El bloqueo profundo de la intransigencia sólo se disuelve finalmente mirando a Dios, que nos ha aceptado «siendo nosotros todavía pecadores» (Rom 5, 8). Dado que tenemos un Padre bondadoso, son posibles el perdón y la vida reconciliada.
En el Catecismo de la Iglesia Católica: [2838-2845, 2862]
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