Talla en madera policromada, escuela castellana autor anónimo, siglo XVIII. Museo de Santa María. Becerril de Campos |
Nació en 1207 en Sarospatak (Hungría). Hija del rey Andrés II y de Gertrudis de Merania. Se casó con el príncipe Luis de Turingia-Hesse y vivió una vida feliz. Tras el asesinate de su madre, se padre volvió a casarse y tuvo a la princesa Violante, futura esposa de Jaime I de Aragón.
Le preocupaba la situación de miseria de sus súbditos y comenzó a repartir su riqueza con los pobres. Su marido murió de la peste en 1227, cuando se dirigía a unirse a las Cruzadas. Pocos días después, Isabel dio a luz a su hija Gertrudis de Altenberg, que fue criada y educada con monjas premostratenses, orden de la que llegó a ser abadesa, y declarada beata.
Al quedar viuda, abrazó la pobreza siguiendo el ejemplo de San Francisco, repartió su fortuna y joyas entre los más pobres y no construyó muchos hospitales donde ella misma ejercía de enfermera, visitando, atendiendo y curando a los enfermos. Murió en Marburgo, a los 24 años de edad. Fue canonizada por Gregorio IX en 1235, estando presente en la ceremonia el emperador Federico II de Hohestaufen. Durante la ceremonia se la llamó “la mujer más grande de la Edad Media alemana”. Su cuerpo se colocó sobre un altar dorado en la iglesia de Marburgo.
El culto a Santa Isabel se extendió rápidamente por toda Europa. En España su culto, se propagó tras el matrimonio de su medio hermana Violante de Hungría con Jaime I de Aragón. Su nombre se impuso a muchas mujeres de la nobleza. Casi inmediatamente después de su muerte, Santa Isabel pasó a ser también patrona de la Venerable Tercera Orden de San Francisco. Es igualmente patrona de las enfermeras en España.
El arte la representa con ropajes reales (armiños) o con hábito y cordón franciscano, con cetro en sus manos, cesto o mandil con flores, collar en forma de rosario. Es corriente encontrarla en monasterios franciscanos y en capillas de la V.O.T. En la Diócesis de Palencia hay pocas representaciones, destacando la del museo de Santa María de Becerril de Campos procedente del convento de San Francisco de Palencia.
Texto: José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio
Oración
Oh Dios que concediste a Santa Isabel de Hungría la gracia de reconocer y venerar en los pobres a tu hijo Jesucristo, concédenos por su intercesión, servir con amor infatigable a los humildes y atribulados. P.J.N.S.
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