Escultura en madera, policromada, S.XVIII, anónimo castellano. Iglesia de Santa María de Dueñas (retablo de San Isidro Labrador). |
María Toribia nace a finales del S. XI en Caraquiz (Guadalajara) y es educada cristianamente en una familia de judíos conversos. En Torrelaguna (Madrid) conoce a Isidro, un cristiano mozárabe que huía de la persecución de almorávides. Trabaja como criada en la casa Luis de Vargas, el patrón de su marido. La fe, amor al trabajo, obediencia y abnegación fueron sus virtudes. Tenía gran devoción a la Virgen y al Santísimo Sacramento, y nunca faltaba aceite en su lámpara. Tuvieron un hijo...y uno de los milagros más conocidos de los esposos sucedió al caer el niño a un pozo. Rogaron a Dios por intercesión de la Virgen y al instante el agua del pozo subió hasta el brocal, devolviendo al niño sin daño.
Viviendo en Torrelaguna, Isidro es advertido por las malas lenguas de que María no cumple con sus obligaciones y todos los días abandona su hogar. El santo la sigue y comprueba que lo que hace su esposa es orar, cuidar y limpiar la ermita de la Virgen en Caraquiz, manteniendo la lamparilla encendida. En una ocasión ante una crecida de las aguas del Jarama, María cruzó milagrosamente sobre el manto de la Virgen, como si anduviera por tierra firme.
Muerto su esposo, regresó a Caraquiz donde murió en 1180. Enterrada en la sacristía de la ermita se la venera como santa, añadiéndose a su nombre el de la Cabeza por estar expuesto su cráneo sobre el altar mayor de la mencionada ermita. Inocencio XII la canoniza en 1697 y se trasladan sus reliquias a Madrid para unirlas a las de su esposo, San Isidro Labrador, canonizado en 1622.
Se la representa con un hachón encendido o una candela, y una alcuza o aceitera, además del manto con la que cruzó el río. También aparece una ermita como paisaje de fondo.
En la diócesis la encontramos en un retablo dedicado a San Isidro en la Parroquia de Dueñas. Aparece también una pintura al óleo en un retablo (S. XVII) dedicado a ambos santos, en la ermita de Ntra. Sra. de Belén en Carrión de los Condes, localidad donde surgió la primera cofradía dedicada a San Isidro labrador.
Texto: José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio
Oración
Concédenos, Señor, conocerte y amarte sobre todas las cosas como se lo concediste a Santa María de la cabeza, sirviéndote, igual que ella lo hizo, con sinceridad de corazón y logremos también agradarte con nuestra fe y nuestras buenas obras.
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