¿TIERRA SANTA SIN CRISTIANOS? Una de las consecuencias de los innumerables conflictos que han sacudido y están sacudiendo el Oriente Medio es el éxodo masivo de cristianos hacia países más seguros de Europa y Norteamérica. A este respecto, el Papa Francisco advirtió en el consistorio del 20 de noviembre de 2014 de lo siguiente: «Como he tenido ocasión de reiterar en varias ocasiones, no podemos resignarnos a pensar en un Oriente Medio sin cristianos, que desde hace dos mil años testimonian allí el nombre de Jesús. Los últimos acontecimientos, sobre todo en Irak y en Siria, son muy preocupantes. Asistimos a un fenómeno de terrorismo de dimensiones antes inimaginables. Muchos hermanos nuestros son perseguidos y han tenido que dejar sus casas incluso de manera brutal. Parece que se ha perdido la conciencia del valor de la vida humana; parece que la persona no cuente y se pueda sacrificar por otros intereses. Y todo esto, lamentablemente, con la indiferencia de muchos». El Papa hacía mención, en primer lugar, a la huida de miles de cristianos de Irak y de Siria por el terrible avance de las milicias del llamado Estado Islámico, con su secuela de atrocidades y de muerte.
Pero, la situación en Israel no es menos preocupante. En efecto, según un reciente boletín editado por los PP. Comisarios Franciscanos de Tierra Santa en España, en un artículo publicado con el título Tierra Santa. La Pasión continúa, se afirma: «La pasión se ha cebado en Oriente Medio. En Tierra Santa, con el efecto demoledor de la “guerra de Gaza” han habido 2.190 muertos, 11.000 heridos, 200.000 desplazados y más de 20.000 viviendas, hospitales y escuelas destruidas. En Siria e Irak la violencia ha llegado también al patrimonio cultural, a los monumentos y lugares de culto. En estos países, la pasión la están viviendo, sobre todo, las personas. Comunidades enteras sufren una violencia inhumana a causa de su identidad étnica y religiosa. Centenares de personas han sido secuestradas, martirizadas, decapitadas o han desaparecido. En Irak es estremecedor el éxodo de los cristianos de Mosul a tierras del Kurdistán. Más de 120.000 han sido despojados de sus propiedades, amenazados de muerte y torturados… Sin renegar de su fe, viven lo que San Pedro escribió en su carta: “Estad alegres cuando compartís los padecimientos de Cristo, para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis de gozo”».
LA COLECTA DEL VIERNES SANTO. Intentando aliviar esta difícil situación, el Papa Francisco afirmaba en el mismo mensaje citado anteriormente: «nos une el deseo de paz y de estabilidad en Oriente Medio y la voluntad de favorecer la resolución de los conflictos a través del diálogo, la reconciliación y el compromiso político. Al mismo tiempo, queremos ofrecer la mayor ayuda posible a las comunidades cristianas para apoyar su permanencia en la región».
Secundando la preocupación del Santo Padre, el Prefecto de la Congregación de la Santa Sede para las Iglesias Orientales, cardenal Leonardo Sandri, ha dirigido una carta a los obispos del mundo católico, invitando a todas las comunidades cristianas a ofrecer la colecta especial del Viernes Santo como remedio para paliar los sufrimientos de tantos hombres, mujeres y niños de la región, especialmente cristianos, duramente probados en estos conflictos. En la carta afirma el cardenal: «El tiempo de Cuaresma nos invita a meditar sobre el amor a los Santos Lugares que han estado en el origen de nuestra fe y en los cuales, en seguimiento de Cristo, se han reunido las primeras comunidades cristianas, recordadas por San Pablo cuando exhortaba ardientemente a “hacer una colecta a favor de los pobres”... Si a los cristianos de Tierra Santa se les invita a resistir cuanto sea posible, contra toda tentación de la huida, por su parte a los fieles de todo el mundo se les pide que estén atentos con toda solicitud a esta circunstancia que ellos están viviendo... Tengo la esperanza -continúa diciendo el cardenal Sandri- de que la colecta será bien recibida por parte de todas las Iglesias locales, de modo que pueda crecer la participación solidaria que nuestra Congregación coordina con el fin de garantizar a la Tierra Santa el apoyo suficiente para las necesidades de la vida eclesial ordinaria y para las otras diversas necesidades».
¿QUÉ ES LA CUSTODIA DE TIERRA SANTA? La distribución in situ de lo recaudado en toda la Iglesia Católica a través de esta colecta está encomendada a la “Custodia de Tierra Santa”, fundada por San Francisco de Asís en 1217, tras su viaje a Oriente, y encomendada por el Papa Clemente VI a los franciscanos en el año 1342. En un tríptico publicado por la Delegación en Castilla de la provincia franciscana de la Inmaculada Concepción, con el fin de explicar su labor en Tierra Santa, se nos informa que la Custodia de Tierra Santa «está presente hoy en Israel, Palestina, Jordania, Egipto, Siria, Líbano, Chipre y en la isla de Rodas. En ella están comprometidos 280 franciscanos de 39 naciones. Colaboran con ellos 150 religiosas de varias órdenes. Custodian los lugares evangélicos con 5 basílicas y 70 santuarios, donde acogen a los peregrinos. Ejercen la acción pastoral en 23 parroquias y 79 iglesias. Además, dirigen la actividad educativa en 14 escuelas y colegios con más de 10.000 alumnos y 400 profesores; tienen cinco casas para estudiantes y dan becas a más de 500. Se han creado tres centros de formación profesional, varias oficinas con 250 puestos de trabajo y cinco hospederías (Casa Nova), con 500 plazas de alojamiento. La Custodia de Tierra Santa sostiene también una amplia actividad social: viviendas para las familias, residencias de ancianos, casa-hogar para niños, acción sanitaria, centros médicos, dispensarios y ambulatorios». En resumen, una gran labor apostólica y caritativa.
+Esteban, Obispo de Palencia
Las colectas de las distintas parroquias deben entregarse en el Obispado de Palencia o bien en la Comisaría de Tierra Santa, en la c/c del Banco Popular IBAN ES48 0075-0001-86-0606733003. A buen seguro, los cristianos de Tierra Santa nos lo agradecerán.
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