La caridad es un deber cristiano. CÁRITAS actúa -en nombre de la Iglesia- en la realización de obras caritativas y sociales, a través del compromiso de laicos, religiosos y sacerdotes. Cáritas mira a nuestra sociedad, desde la óptica de la pobreza y exclusión, y nos ofrece la necesidad de establecer retos y criterios de actuación necesarios.
En el contexto en el que vivimos prima en muchos casos el apoyo a las necesidades más urgentes, pero Cáritas no olvida nunca su apuesta por la promoción de la persona y los territorios, dentro y fuera de nuestro país. El compromiso decidido por los últimos y no atendidos nos debe llevar a reflexionar sobre los mecanismos de integración y promoción sobre los colectivos vulnerables y excluidos, la denuncia de las injusticias y sus causas, la formación y la sensibilización de nuestros agentes y del conjunto de la sociedad, la posibilidad de acciones coordinadas dirigías haca la lucha contra la pobreza y la exclusión social.
La caridad no sólo es la expresión de ayuda a los más desfavorecidos sino también la actitud solidaria, reconocer la grandísima oportunidad de dejarnos ayudar por ellos. Una forma esencial de ser Iglesia.
Con la campaña para el DÍA DE LA CARIDAD de este año... “Construyendo espacios de esperanza”... Cáritas nos invita a transitar por los nuevos caminos de esperanza con los que se está demostrando que otro mundo ya es posible aquí y ahora y nos anima ser personas de esperanza y a hablar el idioma de la esperanza. Esta esperanza se fundamente en la presencia y la promesa de Dios por la cual “esperamos unos cielos nuevos y una tierra nueva donde habite la Justicia” (2P 3, 13) y es que quien ha sido tocado por el Amor de Dios empieza a intuir lo que quiere decir la palabra esperanza (Spe Salvi 27).
Podemos empezar por algo muy sencillo:
Hablar un nuevo idioma.
El idioma de la Esperanza.
Domingo Pérez
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