El próximo año se cumplirá media década del inicio en nuestra ciudad de la ADORACIÓN PERPETUA. Era un 19 de Junio de 2009, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, cuando D. José Ignacio Munilla, portando en procesión el Santísimo Sacramento desde la Catedral, inauguraba esta Acción de la Iglesia en las Claras. Desde entonces no ha habido día, ni noche, en que el Señor no haya estado acompañado por alguno (o algunos) durante UNA HORA.
A esta altura creo un deber agradecer a todos los adoradores, de todas las edades, de todas las parroquias, de los movimientos apostólicos y de distintas comunidades religiosas, el “sacrificio” mantenido con generosidad durante todo este tiempo. Pongo entre comillas el término sacrificio porque estoy seguro de que más de uno me dirá que, aunque cuesta, sobre todo en las horas de la noche, siempre se sale con el alma reconfortada por haber salido enriquecido de la presencia del Señor. Gracias de verdad.
Pero en estos cinco años, algunos han fallecido, otros se han mudado de ciudad y hay también quien, por distintas circunstancias, no ha podido continuar con su compromiso. Por eso me atrevo a pedirte UNA HORA a la semana, de tu tiempo, para cubrir estas “bajas” o para aumentar el acompañamiento de cualquiera de las horas. Dios nos lo pagará con creces.
En nuestro examen de conciencia es necesario que revisemos si la distribución de nuestro tiempo a lo largo de la jornada, corresponde a la fe que profesamos. Vale la pena encontrar un rato, UNA HORA, junto al Amor de los amores. No somos nosotros quienes “le hacemos un favor” al adorarle; es Él quien nos regala sus dones, cuando acudimos a visitarle.
Esperando una generosa respuesta, feliz año nuevo.
Mateo Aparicio
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