Escuela de Gregorio Fernández, S. XVI. Convento de Madres Carmelitas Descalzas de Palencia. |
Nace en Fontiveros (Ávila) en 1542. A la muerte de su padre la familia queda en la miseria y se trasladó a Medina del Campo. A los 21 años toma el hábito carmelita en Medina del Campo. Obligado por sus superiores estudia teología, y se ordena sacerdote en 1567. Ese mismo año conoce en Medina del Campo a Santa Teresa, que estaba llevando a cabo la reforma de las carmelitas. Esta quedó admirada de su vida y sabiduría y le invitó a que se uniese a su reforma del Carmelo para alcanzar así la santificación. En Duruelo se funda el primer convento de carmelitas descalzos. Después vendrían Pastrana, Mancera y, en 1570, Alcalá, que sería colegio de la universidad, de que fue rector.
En 1571 Santa Teresa, como superiora de la Encarnación (Ávila), llama a San Juan de la Cruz para que sea su director espiritual y su confesor. En 1577 le ordenan retornar a Medina, y abandonar la reforma. Al negarse a abandonar la reforma carmelita, es detenido, y enviado preso a Toledo. La víspera de la Asunción se le aparece la Virgen anunciándole “se paciente, hijo mío, pronto terminará esta prueba”, y le muestra una ventana, que daba al Tajo, por donde debía escapar, lo que hizo nueve meses después. Tras ser superior en Baeza y los Mártires (Granada), murió en Úbeda (Jaén) en 1591. Fue canonizado en 1726.
Los Carmelitas descalzos llegan a Palencia en 1599. En 1646 se ubican en un convento sito en lo que hoy es el Salón. En 1836, con la Desamortización, abandonan la ciudad, regresando en 1952 a la ermita de Rocamador, (hoy Avda. Modesto Lafuente). En 1961 construyen un templo en las llamadas “casas del Hogar” y se convierte en parroquia en 1983. Han estado rigiéndola hasta 2013.
Se le representa vestido de carmelita, con una cruz mano o una pluma, refiriéndose a su condición de gran místico, -el más grande- y en la otra un libro como fundador del Carmelo reformado.
Texto: José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio
Oración
Dios, Padre Nuestro, que hiciste a tu presbítero san Juan de la Cruz modelo perfecto de negación de sí mismo y de amor a la Cruz, ayúdanos a imitar su vida en la tierra para llegar a gozar de tu gloria en el cielo .Por Jesucristo Nuestro Señor.
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