En muchas ocasiones tengo la sensación de que nuestra programación televisiva consiste en una sucesión de buena publicidad interrumpida por muy malos programas. Me gusta ver anuncios... duran poco, están bien rodados, tienen buenos guiones... y algunas veces se convierten en pequeñas obras de arte.
Estas Navidades hemos podido gozar con un anuncio de una empresa de embutidos. Un grupo de los mejores cómicos de este país se reúnen en un cementerio para restañar heridas y para compartir un rato de charla y almuerzo. No tienen muy claro cómo “hacer humor” cuando a su alrededor todo es negatividad y malas noticias. Quieren hablar con su maestro -el gran Miguel Gila- y preguntarle... “¿se puede ver cada día el lado bueno de todo, con la que está cayendo?”
¿Se puede ver el lado bueno...? En mi opinión no es que “se pueda”... creo que “se debe” intentar ver el lado bueno.
Creo que los cristianos debemos hacer ese esfuerzo... porque vivimos en la Esperanza. Porque compartir nuestra Esperanza, dar razón de nuestra Esperanza, es parte de nuestra misión.
Porque es a lo que nos envío nuestro Maestro... «a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; a proclamar el año de gracia del Señor» (Lc 4, 18-19).
En estos tiempos difíciles abundan los pobres, los cautivos, los ciegos y los oprimidos. Puede que nosotros mismos estemos viviendo situaciones muy complicadas... Pero todos podemos generar esperanza.
Muchos de nuestros hermanos la están necesitando. Todos la estamos necesitando. Y nuestro Maestro nos urge a llevarla a todos los rincones.
Domingo Pérez
No hay comentarios:
Publicar un comentario