sábado, 4 de julio de 2015

“Gracias a Cáritas soy un hombre nuevo, un hombre feliz”

La historia de Luis habla de superación, esfuerzo, constancia y de mucha lucha para vencer los obstáculos a los que ha tenido que hacer frente a lo largo de su vida. Luis se vio un día en la calle y cuando agotó todos los recursos, acudió en busca de ayuda al centro de acogida a las personas sin hogar de Cáritas. Os queremos contar su ejemplo porque desde Iglesia en Palencia apostamos por contar historias de vida, historias de esperanza y esta es una de ellas.

Después de saber que Cáritas Palencia atendió en 2014 a 1518 personas y que por el Centro de Acogida a las Personas Sin Hogar pasaron 814 personas, hemos querido conocer a alguna de estas personas... que tras participar en programas de Cáritas y, gracias al apoyo recibido y a su propio esfuerzo, hoy en día han podido encauzar de nuevo su vida. Aquí es donde aparece Luis que al preguntarle qué supone para él Cáritas no duda en decir: «Cáritas para mi lo es todo. Me quedé en la calle y gracias a Cáritas soy un hombre nuevo, un hombre feliz. Tengo un trabajo y gracias a lo que Cáritas me ha apoyado, siento que he vuelto a nacer».

¿Qué sentimientos se agolparon al abandonar el Centro de Acogida y tomar las riendas de tu propia vida? ¿Miedo? ¿Satisfacción?

No, miedo en absoluto. Sí mucha satisfacción porque gracias a lo que he luchado y a lo que me han ayudado los trabajadores, voluntarios y responsables de Cáritas he podido salir de esa situación. De hecho he salido muy fortalecido. En el albergue me dieron mucho cariño, confianza y eso te hace ser más fuerte.

¿En qué te has apoyado para superar las dificultades?

Como te he dicho antes, desde Cáritas te dan mucho cariño y te ofrecen posibilidades para salir adelante. Además, me he apoyado mucho en el evangelio. He rezado mucho porque sabía que Dios me podía ayudar. Yo antes, a pesar de ser católico estaba bastante alejado de la religión. Ahora en cambio, todos los días doy gracias a Dios por haberme hecho un hombre nuevo.

Ahora ya independizado y con un trabajo, sigues yendo al Centro de Acogida, ¿qué les dices quienes allí te encuentras?

Les intento transmitir que hay vida, que tengan paciencia, que los baches se pasan. En el albergue les dan mucho cariño y tranquilidad, les digo que luchen, que luchen porque se sale. Costará más o menos, pero se sale, a base de mucho esfuerzo y constancia se sale. En el albergue te ofrecen un gran apoyo, es como tu casa, te dan cariño y te aporta tranquilidad. Esos ingredientes te ayudan a seguir luchando.

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Luis es la cara de la esperanza para todos aquellos que se encuentran en la calle y también es el claro ejemplo de superación por el que merece la pena volcarse, dedicar tiempo, esfuerzo y ayuda económica a una organización como Cáritas que emplea cada uno de sus recursos para que siga habiendo historias de vida como las de Luis.
 
Natalia Aguado León

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