domingo, 1 de febrero de 2015

1 de febrero de 2015 IV Domingo del Tiempo Ordinario

  • Dt 18, 15-20 Suscitaré un profeta y pondré mis palabras en su boca 
  • Sal 94 Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No endurezcáis vuestro corazón» 
  • 1 Cor 7, 32-35 La soltera se preocupa de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos 
  • Mc 1, 21-28 Enseñaba con autoridad

La Palabra libera
El profeta es un mensajero que habla a los hombres en nombre de Dios. Es el que hace de intermediario entre Dios y los hombres. El pueblo lo debe escuchar, y poner en práctica su mensaje (1 Lect). Cristo es el profeta que enseña con autoridad y vence las fuerzas que esclavizan al hombre (Ev). Para servir al Señor es necesario cumplir lo que dicen los profetas enviados por Dios y tener un corazón indiviso por amor al Reino (2 Lect).

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