Desde muy antigua veneramos a nuestro Santo Patrono San Gregorio Ostiense, Obispo de Ostia (Italia) y también Cardenal, este gozaba de gran fama de Santidad y por entonces España estaba atravesando una situación un tanto complicada por las luchas territoriales, sobre todo en la zona norte. A su vez, por los problemas relacionados con el campo invadido por diversas plagas ponían en riesgo las cosechas (Este año lamentamos situaciones parecidas a causa de la pertinaz sequía).
Benedicto IX en 1039 haciéndose cargo de dicha situación le envía a España y nos visita sobre todo en Logroño y Navarra. Éxito debió tener para nombrarle patrono de nuestros pueblos. Murió este Santo Obispo el 9 de mayo de 1044 al llegar a Logroño, sus restos se guardan en un arca cubierta de plata que mandó hacer en 1601 el Obispo Mateo de Burgos. La mayor reliquia es su cráneo que se encuentra en la basílica del monte de Sorlada, conocido como alto de Peñalba, su iglesia se construyó en el siglo XIII al descubrirse el sepulcro y fue elevada a basílica a finales del siglo XVIII. En el año 2008 tuvimos la suerte de visitarlo varios vecinos junto con los cofrades (emociona ver cómo vivían nuestros Santos).
En procesión bajamos al Santo de su ermita, cantando las letanías, le hacemos la novena, el día 8 de mayo las vísperas y el 9 la Misa Solemne con la procesión acompañados por las autoridades y todo ello amenizado por la música.
Por no poder atender el valioso párroco D. Jesús Manuel por sus compromisos profesionales, tuvimos la suerte de tener un celebrante excepcional, el Señor Obispo D. Manuel, que dado su carácter y su gracejo, nos adoctrinó con su homilía profunda, dando valor a los principios que forman parte de nosotros mismos: la “paz para nosotros y con todos”, el “perdón generoso, que a veces se crispa por cuestiones triviales” y la “comprensión y sobre todo el amor para con quién más lo necesita”.
Con nostalgia recodamos nuestras antiguas costumbres: se aderezaban las casas, la indumentaria y se hacían rosquillas, magdalenas y pelusas para toda la fiesta. ¡Sabor a lo nuestro!
Este pueblo se distinguió siempre por la acogida cariñosa a los que de fuera nos visitaban.
Tenemos que resaltar la atención de nuestro organista, que nos eleva con las notas del órgano, y el coro parroquial con sus canciones litúrgicas. Sin dejar de lado la labor del consejo de pastoral que está atento en todo momento, tan acertadamente con su presidenta a la cabeza, María José, para llevar con éxito labor tan complicada en estos tiempos. Las amas de casa programan concursos y juegos tanto para mayores como para los más pequeños que se divierten de lo lindo.
Que san Gregorio interceda una vez más por España que amenaza con hacerse pedazos, nos llene de esperanza pues tenemos nuestra vida cimentada en la roca firme de la Fe en Jesús resucitado y con el pensamiento de Santa Teresa de Jesús: ¡Quién a Dios tiene, nada le falta! La religión y la fe no atan, sino que vinculan, unen y nos ayudan a vivir.
Doña J. Serrano
No hay comentarios:
Publicar un comentario