viernes, 15 de noviembre de 2013

La Iglesia con todos, al servicio de todos

Mensaje de nuestro Obispo para el Día de la Iglesia Diocesana

El próximo 17 de noviembre celebramos el Día de la Iglesia diocesana. Una jornada para renovar nuestra fe y nuestra pertenencia a la Diócesis, para reavivar la participación de todos los miembros en su misión evangelizadora, para colaborar en su mantenimiento. Para hacer una Iglesia fraterna, viva y participativa, una “IGLESIA CON TODOS, AL SERVICIO DE TODOS”.

Una “IGLESIA CON TODOS”... porque como nos decía el Papa Francisco en la JMJ de Río «el único modo de que una persona, una familia, una sociedad, crezca; la única manera de que la vida de los pueblos avance, es la cultura del encuentro, una cultura en la que todo el mundo tiene algo bueno que aportar, y todos pueden recibir algo bueno a cambio» [Papa Francisco. JMJ. Encuentro con la clase dirigente de Brasil. 27-VII-2013].

Una “IGLESIA AL SERVICIO DE TODOS” porque todos los hombres y mujeres del mundo están necesitados del Amor de Dios y necesitamos «que a nadie le falte lo necesario y que se asegure a todos dignidad, fraternidad y solidaridad: éste es el camino propuesto» [Papa Francisco. JMJ. Encuentro con la clase dirigente de Brasil. 27-VII-2013].


Esa “IGLESIA CON TODOS, AL SERVICIO DE TODOS” se puede construir, y sabemos cómo: «a través del amor fraterno, del saber escuchar, comprender, perdonar, acoger, ayudar a los otros, a todos, sin excluir y sin marginar. Estos son los entrenamientos para seguir a Jesús: la oración, los sacramentos y la ayuda a los demás, el servicio a los demás» [Papa Francisco. JMJ. Vigilia de Oración con los Jóvenes. 27-VII-2013].

Jesús nos pide que edifiquemos su Iglesia, y cada uno de nosotros es una piedra viva, es un pedacito de la construcción... pero si falta ese pedacito, cuando viene la lluvia, se mete el agua dentro de la casa. Cada miembro de la Iglesia diocesana, tiene que cuidar la unidad y la seguridad de la Iglesia. No para construir una pequeña capilla donde sólo quepa un grupito de personas, sino para acoger la llamada de Jesús: que su Iglesia sea tan grande que pueda alojar a toda la humanidad, que sea la casa de todos.

Jesús me está diciendo a mí, a vosotros, a cada uno: «Id y haced discípulos a todos los pueblos». Respondamos: “Sí, Señor, también yo quiero ser una piedra viva; juntos queremos construir la Iglesia de Jesús. Quiero ir y ser constructor de la Iglesia de Cristo”.

Construyamos. Dejemos que Dios obre en nuestras vidas con su Espíritu, confiemos en su acción que nos lleva a vivir en la caridad, a realizar todo con alegría y humildad, para mayor gloria de Dios y bien del prójimo. Cada uno que lo haga desde su carisma y vocación. Cada uno desde su capacidad económica o su disponibilidad de tiempo para el compromiso. Ayuda a la Iglesia, ganamos todos.

Os bendice afectuosamente

+Esteban. Obispo

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