viernes, 17 de enero de 2014

San Antonio Abad. Su fiesta, el 17 de enero

Muerte de San Antonio Abad. Pinturas sobre tabla, del siglo XV. Autor anónimo. Museo de Santa María (Becerril de Campos).
Nace en una población del alto Egipto, en el año 351. Convertido al cristianismo a los 20 años, vende todas sus posesiones, da el dinero a los pobres y se retira a vivir en soledad, siguiendo el ejemplo de un anciano ermitaño. El trabajo manual, la oración, la lectura y penitencias austeras constituyen su ocupación. A los 54 años abandona la celda de la montaña y funda un monasterio en Fayo. Este estaba formado por una serie de celdas aisladas donde vivían los monjes, que solo se reunían para celebrar la Pascua y las grandes fiestas cristianas. Por esta razón se le considera fundador de la vida eremítica. Exhortaba a sus hermanos a preocuparse lo menos posible por su cuerpo, pero se guardaba bien de confundir la perfección, que consiste en el amor de Dios, con la mortificación. Aconsejaba a sus monjes que pensaran cada mañana que tal vez no vivirían hasta el fin del día, y que ejecutaran cada acción, como si fuera la última de su vida. “El demonio -decía- teme al ayuno, la oración, la humildad y las buenas obras, y queda reducido a la impotencia ante la señal de la cruz”.


Muere en el año 456, a los 105 años. En 561, sus restos son descubiertos y trasladados a Alejandría, luego a Constantinopla, y finalmente a Vienne (Francia). El arte le representa con una cruz en forma de T, una campanita, un cerdo, y a veces un libro.

En casi todas la iglesias de la diócesis existe una pintura o escultura de San Antonio, en muchas de ellas una cofradía, y en algunos pueblos, día de fiesta local, de las llamadas “de voto de villa”, como es el caso de Fuentes de Nava entre otros muchos. San Antonio Abad es patrón de los animales, de los tejedores de cestas, los enterradores, los carniceros, los monjes, y los ermitaños. Ese día es costumbre llevar a bendecir los animales a la Iglesia, entre ellas la de San Miguel de Palencia.

Texto: José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio

Oración
Dios Todopoderoso que impulsaste
a san Antonio Abad a abandonar las cosas
de este mundo para seguir en pobreza
y soledad el Evangelio de tu Hijo,
te pedimos que, a ejemplo suyo sepamos
desprendernos de todos lo que nos
impide amarte y servirte con todo
el corazón, el alma y las fuerzas.

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