Cuando esto escribo se acaba de declarar “la República Catalana, como Estado independiente y soberano”... y doy gracias a Dios porque mi hijo solo tenga tres años... y no entienda la actualidad. O a eso me agarro.
En un Parlamento ha saltado por los aires, y retransmitido por la televisión, el respeto a la Ley. Así que pudiera ser que estemos mandando un mensaje muy peligroso... a los de 12 años. Da lo mismo la Ley, dan lo mismo las normas. Nosotros mismos decidimos cuál es la Ley vigente... y si no nos gusta la cambiamos. O cogemos solo la parte que nos gusta para nuestro objetivo del momento. Y tampoco es necesario seguir los cauces para cambiar la Ley. Pues el objetivo es hacer mi santa voluntad.
Y se ha declarado “la república catalana, como Estado independiente y soberano”... con un voto secreto. Así que pudiera ser que también estemos mandando otro mensaje muy peligroso... a los de 12 años...: haz todo lo que esté en tus manos para no hacerte responsable de tus actos.
En resumen: No cumplas la Ley y no asumas las consecuencias de no cumplir la Ley.
A vuestra imaginación dejo el elucubrar las posibles consecuencias de que esto se hiciera norma en el hogar, en la escuela, en el parque...
Tenemos la tremenda responsabilidad de evitar que lo que no tiene ni pies ni cabeza se convierta en norma. Cada verá cómo traduce esto a los suyos, los propios. Y a los ajenos.
No tengo ni idea de cómo estará la situación cuando leas esto... y solo espero que empiecen a aparecer los “buenos ejemplos”... pues el mal ejemplo se extiende como la pólvora. Si tiene que sobrarnos algo en los días venideros... que sea la cordura y el trabajo constante por la convivencia y el Bien Común.
Domingo Pérez
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