El primer texto del nuevo curso siempre me trae de cabeza... no es fácil. Tiene que llevar su puntito de esperanza, de ánimo para arrancar con fuerza septiembre. Si es posible tiene que ser amable y que deje buen regusto. Y sobretodo ha de situarnos ante lo importante. Y no hay nada más importante que Amar.
Y trasteando por las redes sociales me encuentro con una carta -publicada en el Diario de Jerez el pasado 27 de agosto- que una abuela escribe a su nieto... un chavalillo con Sindrome de Down que cumple cinco años. Una carta que lleva todo lo que busco... y un ejemplo de alguien que ama sin condidiones:
Hoy es tu cumpleaños, hace cinco que naciste, que llegaste a nuestras vidas y hoy quiero decirte, aunque tú no lo llegarás a entender bien por tu edad, cuánto amor y cuánta alegría le has dado a esta tu familia. No puedo negarte, que para esta abuela, los primeros meses de tu vida fueron duros y hasta cierto punto creo que comprensible, todo era nuevo y extraño, la mente te juega malas pasadas y te preocupas más por el futuro que por el presente. ¡Qué error más grande! ¡Tu futuro es igual al futuro de otros niños!
¿Qué eres distinto, diferente a otros niños? Pues sí que lo eres. Y por ello le doy gracias a Dios. ¿Qué niño está siempre sonriendo y feliz? ¿Qué niño te da un abrazo de verdad sin pedírselo? ¿Qué niño te dice, después de que lo hayas achuchado y colmado de besos, que ahora me toca besar a su hermana?
Son tantos y tantos tus detalles de generosidad, de falta de egoísmo que cada vez comprendo mejor que Dios ha puesto un ángel en nuestras vidas.
Tu mirada, me produce paz, sosiego, alegría, bienestar, y el tenerte a mi lado es para mí el mejor regalo del día.
¿Que no sabes aún sumar? Bueno y qué... ¿Que no sabes aún leer? Bueno y qué..
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Pero sabes lo más importante: Amar. ¡Amar sin condiciones!
Pero sabes lo más importante: Amar. ¡Amar sin condiciones!
Irradias amor, algo tan escaso últimamente, por eso veo que sí, ¡eres diferente! Feliz cumpleaños guapo mío y que cumplas muchos más y sigas llenándonos la vida.
Un abrazo de tu abuela que te quiere y muy mucho.
Después de esto... poco que añadir. Tomar ejemplo de esta abuela y de su nieto. Y desear que este curso nos desgastémos de tanto Amar.
Domingo Pérez
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