El 18 de enero se celebra con el lema «Una Iglesia sin fronteras, madre de todos» la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado.
La Iglesia debe pasar de un trabajo de acogida a uno enfocado fundamentalmente en la integración. Se trata de aplicar la “Evangelii Gaudium” y las invitaciones permanentes que este Papa nos hace respecto a migraciones y sus efectos: trata de personas, prostitución, menores, refugiados...
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