lunes, 29 de diciembre de 2014

Santo Tomás de Canterbury. Su fiesta se celebra el 29 de Diciembre

Óleo siglo XVII, autor anónimo. Catedral de Palencia. Sirve de fondo, junto con San Blas, al Cristo de las Batallas.
Tomás Becket, más conocido como Tomás de Canterbury, nació en Londres el 1118. Realizó estudios de leyes en la abadía de Mertón y se graduó en teología en las universidades de Paris y Bolonia. A su regreso entró al servicio del Arzobispo de Canterbury. En 1154 fue nombrado arcediano de Canterbury y al año siguiente canciller del reino de Enrique II... y pronto comprobó que el Rey pretendía manejar a su antojo a la Iglesia.

A la muerte del Arzobispo de Canterbury el rey le nombró su sucesor y primado de la Iglesia. Tras su consagración, Tomás experimentó una radical conversión; dejó las fiestas y placeres, vivió austeramente y repartió sus bienes a los pobres. A partir de ese momento fue un acérrimo defensor de la libertad de la Iglesia frente a las injerencias políticas. El rey le consideró traidor y la feligresía se dividió entre los defensores del obispo y los del monarca absoluto. Se abrió un cisma y Tomás de Canterbury empezó a poner en práctica el proyecto del Papa Alejando II para abolir toda jurisdicción civil sobre la Iglesia, conseguir la libre elección de los sacerdotes, abades y obispos por el Papa y que se reconociesen legalmente los bienes de la Iglesia como propios.

Los intentos por doblegar la postura de Tomas Beckect, fueron vanos... y fue asesinado el 29 de diciembre de 1170 en el atrio de la catedral de Canterbury mientras asistía a vísperas con la comunidad monástica. Fue enterrado en la catedral y la fama de santo se extendió por toda Europa. Tres años después, en 1173, fue canonizado por Alejando III. Su tumba fue destruida hacia 1538 durante el cisma anglicano, en tiempos de Enrique VIII.

El arte le representa vestido de Obispo, con báculo, cruz arzobispal, mitra y la palma del martirio. En el altar del Cristo de las Batallas de la catedral aparece rezando ante la imagen y quién sabe si pidiéndole que la Iglesia siempre tenga libertad para llevar a cabo su misión, con independencia de las injerencias políticas de su tiempo y de todos los tiempos.

Texto: José Luis Calvo
Fotografía: Antonio Rubio


Oración
Padre Todopoderoso, que concediste al mártir Santo Tomas de Canterbury pelear el combate de la fe y defender la libertad de religión, concédenos por su intercesión amar a tu Iglesia y defenderla como él la defendió con la palabra y su vida ejemplar contra los ataques de los enemigos. P. J. N.S

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