martes, 11 de noviembre de 2014

Tiempos recios

Es la frase de Santa Teresa de Jesús que más se repite en la predicación de los Obispos en los actos relacionados con el V Centenario de su Nacimiento. Y la frase completa, tal como la pronunció la Santa de Ávila, es así: “se necesitan amigos fuertes de Dios”. Porque en el lenguaje del evangelio, a imitación de Cristo, no podemos detenernos en lo negativo. “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, dijo el Señor. Los cristianos debemos caminar por el camino de Jesús llevando vida y regalando vida: comida para el que pasa hambre, ropa para el enfermo que tiene frío y consuelo para el triste...

En Camino de Perfección leemos: “En este tiempo vinieron a mi noticia de los daños de Francia y el estrago que habían hecho estos luteranos y cuánto iba en crecimiento esta desventurada secta. Dióme gran fatiga, y como si yo pudiera algo o fuera algo, lloraba con el Señor y le suplicaba remediase tanto mal. Me parecía que mil vidas pusiera yo para remedio de un alma de las que allí se perdían”. Y en el libro de su Vida leemos: “Gané la grandísima pena que me da las muchísimas almas que se condenan y los grandes ímpetus de aprovechar a las almas”. Añadiendo en otro lugar: “Siempre tuve grandísimos deseos de la honra de Dios y bien de las almas, que por una se dejara matar muchas veces”.

Afirmaciones rotundas y claras en el libro de la Vida: “Con este amor a la fe infunde luego Dios, que es una fe viva, fuerte, procura ir siempre conforme a lo que tiene la Iglesia... Le parece desmenuzaría los demonios sobre una verdad de la que tiene la Iglesia”. Y añade: “Por cualquier verdad de las Sagradas escrituras me pondría yo a morir mil muertes”.

“Amigos fuertes de Dios”. A sus monjas las dice: “Cuando vuestras oraciones y deseos y disciplinas y ayunos no se emplearen en ayudar a los defensores de la Iglesia y predicadores... pensad que no hacéis ni cumplís el fin para que aquí, en el convento, os junto el Señor”.

“Tiempos recios” en España con una manifiesta persecución a la Iglesia por parte de demasiados españoles. ¿Dónde están los “amigos fuertes de Dios”? ¿No abundan los cristianos cobardes? Necesitarnos de la ayuda de santa Teresa de Jesús.

Germán García Ferreras

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